May renegociará con Bruselas la solución para la frontera norirlandesa
La primera ministra reitera que no pedirá una extensión del plazo de salida de la UE y descarta celebrar un segundo referéndum
Theresa May volverá a Bruselas para tratar de renegociar el backstop –la controvertida salvaguardia destinada a evitar una frontera física entre las dos Irlandas tras el Brexit– que tanto rechazo suscitó entre sus socios de Gobierno, los unionistas norirlandeses del DUP, y entre sus propias filas conservadoras.
Tras la histórica y contundente derrota parlamentaria que sufrió su plan de Brexit el pasado 15 de enero, la primera ministra británica presentó este lunes ante la Cámara de los Comunes una nueva hoja de ruta que será sometida a votación el martes que viene, 29 de enero, apenas dos meses antes de que culmine el plazo de salida de Reino Unido de la UE. La premier rechazó, una vez más, aplazar la fecha del divorcio y alertó de que un segundo referéndum podría “romper la cohesión social” del país.
“En las próximas semanas seguiré hablando con mis colegas, incluido el (norirlandés) DUP, para considerar cómo podemos cumplir con nuestras obligaciones con la gente de Irlanda del Norte e Irlanda de una forma que podamos obtener el mayor apoyo posible en el Parlamento”, detalló May. “Después llevaré las conclusiones de ese diálogo de vuelta a la Unión Europea”, prosiguió.
Su portavoz reiteró la “determinación compartida” tanto de May como de los líderes europeos de lograr una salida acordada de la UE, después de que el viernes la tory explicara por teléfono los detalles de su nuevo plan los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk. Mientras, el jefe del Eurogrupo, Mario Centeno, pidió este lunes estar preparados para todos los escenarios, incluida una salida abrupta sin acuerdo.
Para lograr desencallar la cuestión de la frontera norirlandesa, May negó categóricamente que estuviera sobre la mesa modificar el acuerdo de paz del Viernes Santo –que puso fin a tres décadas de violencia en la región–, tal y como había publicado el periódico The Daily Telegraph. Detalló que se barajaban un buen “número de opciones” y que atenderá a todas ellas para lograr el mayor consenso posible en la Cámara de los Comunes.
La premier rechazó, sin embargo, descartar un Brexit sin acuerdo, tal y como le ha venido insistiendo la oposición. Reiteró que la única forma de evitarlo es lograr que se apruebe un acuerdo de salida, o, en última instancia, revocar el artículo 50 del Tratado de la UE –que marca la cuenta atrás para abandonar el club–, lo que sería “una traición” para el pueblo británico que en junio de 2016 votó a favor de la salida.
De la misma forma, May descartó que fuera a celebrarse un segundo referéndum. La líder argumentó que no creía que hubiera una mayoría suficiente en el Parlamento para respaldarlo, y alertó de que un nuevo plebiscito correría el riesgo de “romper la cohesión social”, y “socavar la fe de los ciudadanos en nuestra democracia”.
Reino Unido revoca la tasa para solicitar el estatus de asentado
Ahorro de 74 euros. La primera ministra británica, Theresa May, anunció ayer que eliminará la tasa de 65 libras (74 euros) que los ciudadanos europeos en Reino Unido deben abonar para solicitar el estatus de asentado en el país. Se trata de un trámite que deben realizar obligatoriamente todos aquellas personas que deseen quedarse en el país tras el Brexit. La premier aceptó la enmienda propuesta por un diputado laborista y detalló que la tasa se anulará cuando acabe el periodo transitorio de solicitud (que arrancaba ayer y que finalizará el próximo 29 de marzo). May aseguró que se reembolsará la cantidad a todos los hayan iniciado el trámite.