Los taxistas de Madrid, divididos ante cómo afrontar un posible boicot a Fitur
Mientras Élite Madrid ya ha anunciado una huelga indefinida a partir del 21 de enero, FPT, AGTM, AMT y Caracol celebrarán hoy y mañana una votación para decidir si paran o no y cómo lo harían
División entre taxistas de Madrid ante cómo afrontar un posible boicot a Fitur (una de las principales ferias de España), como medida de presión para lograr una regulación “eficaz” a nivel autonómico y local de los vehículos de alquiler con conductor (VTC). Mientras la asociación Élite Madrid ya ha decidido iniciar una huelga indefinida el 21 de enero, dos días antes de que arranque Fitur, las asociaciones FPT, AGTM, AMT y Caracol (que a última hora se ha sumado a estas últimas) celebrarán hoy y mañana una votación para que los taxistas decidan si efectúan o no un paro sectorial. “Es la forma de dotar de verdadera legitimidad democrática cualquier decisión que se tome”, defienden.
“Pese a las discrepancias de Élite de no consultar de forma amplia a los taxistas, nos mantenemos firmes porque creemos que cualquier camino que emprendamos debe contar con una amplia aprobación”, añaden. La consulta que harán recogerá tres propuestas de votación: que el sector vaya a un paro indefinido, que realice paros totales programados o que espere que las Administraciones regulen. Desde Élite (que cuentan con 1.300 taxistas areditados de un total de 15.500 en Madrid) defienden que la decisión de la huelga indefinida se tomó en asamblea el pasado viernes.
En cualquier caso, todas las asociaciones quieren que se impongan tiempos mínimos de precontratación de los VTC y entre servicio y servicio. Sobre este último punto, algunas de ellas reclaman como en Barcelona que estos vehículos vuelvan a su base después de cada servicio realizado, "algo que algunas consideramos que puede provocar problemas medioambientales o de tráfico", señalan fuentes del gremio del taxi consultadas por Cincodías.
También exigirán a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de la capital que se impongan horarios obligatorios a los VTC similares al de los taxis, con libranzas obligatorias o franjas de servicio prohibidas; que se prohíba a los VTC establecer cualquier tipo de paradas en la vía pública y realizar labores de captación de pasajeros en áreas de influencia de estaciones de tren, autobuses, aeropuertos, o, en general, cualquier núcleo de generación masiva de pasajeros.
Desde estas asociaciones de urge a la Comunidad de Madrid a regular a los VTC, pues aseguran que tiene "margen suficiente para actuar regulando desde ya mismo a estos vehículos" en ejercicio de sus competencias exclusivas, atribuidas por el Estatuto de Autonomía de Madrid (art. 26) y la legislación de la Comunidad de Madrid, en concreto tanto la Ley 5/2009, de 20 de octubre, como la Ley 20/1998, de 27 de noviembre.
La división que hay entre algunas asociaciones del taxi también se da entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital. La delegada de Medio Ambiente y Movilidad del consistorio, Inés Sabanés, cargó el pasado viernes contra la postura de la comunidad que prefiere "no meterse en ningún lío y no hacer nada hasta que la norma estatal no esté totalmente tramitada", mientras el ayuntamiento prepara una ordenanza específica. Pero, como Sabanés reconoció en sus declaraciones, el consistorio necesita el decreto de la Comunidad que les habilite para intervenir en los asuntos de transporte.
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