El fondo soberano de Qatar se convierte en el principal accionista de Colonial
QIA entrega sus acciones en la filial francesa SFL a cambio de títulos en la matriz catalana A su vez la inmobiliaria española pasa a controlar el 80% de la empresa gala
Movimiento de accionistas en la histórica Inmobiliaria Colonial. La empresa catalana pasará a contar con el fondo soberano de Qatar, llamado Qatar Investment Authority (QIA), como principal socio, ya que dispondrá de más del 20% de los títulos de la catalana.
Hasta ahora, Colonial y QIA eran socios en la sociedad francesa SFL. El cambio se produce porque el inversor árabe vende a la socimi su 22,2% que controlaba en la inmobiliaria gala a cambio de un 10% en acciones de la matriz catalana además de un pago en metálico que supera los 200 millones de euros y un 0,86% del capital en autocartera. En total, para Colonial tiene un coste de 718 millones de euros.
De esta forma, a su vez, Colonial controlará ya el 80% de su filial SFL, gran propietario de oficinas en París, según comunicó este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En Colonial, QIA se convierte en el máximo accionista con más del 20% de los títulos. Supera así al magnate mexicano Carlos Fernández González, que a través de Finaccess, dispone del 18,384% del capital. Este inversor fue presidente de la cervecera azteca Modelo antes de venderla a AB InBev. Les siguen la familia colombiana Santo Domingo, mediante la sociedad Aguila (7,338%), y la familia perfumera Puig (5,099%).
Los tres pasos en la estructura de la operación
Inversión. Colonial invierte 718 millones de euros para hacerse con el 22,2% de SFL.
Acciones. Aumento de capital no dinerario representativas del 10,5% de Colonial, que van a QIA a cambio del 15,34% de SFL.
Autocartera. Canje de 400.000 acciones de SFL en manos de QIA por 0,86% de acciones que Colonial disponía en autocartera.
Compra. Además, Colonial paga 203 millones de euros a QIA por el 5,99% restante de SFL.
QIA entró en Colonial por primera vez en 2014, tomando un 3,78%. En los últimos dos años ha ido ganando posiciones, junto al mexicano Fernández, para ir sustituyendo a Grupo Villar Mir como accionista de referencia, ya que el holding constructor llegó a tener el 24%, hasta que este año salió completamente del capital para reducir deuda.
Actualmente QIA dispone de dos de los 10 consejeros de la compañía, que está presidida por Juan José Brugera y que tiene a Pere Viñolas como consejero delegado.
Entre otras consecuencias para Colonial está que la sociedad gana “un incremento del 10% del beneficio por acción”, según la empresa, a la vez que su valor neto de los activos pasa de 4.141 millones de euros a 4.795 millones (un alza de 654 millones).
A su vez, QIA se compromete a no vender en seis meses acciones de Colonial procedentes del aumento de capital no dinerario y de la autocartera. Además, durante los próximos cuatro años no podrán vender esos títulos a un competidor de la inmobiliaria catalana.
En lo que respecta al negocio, Colonial ha ido creciendo en los últimos años. Además de inversiones anuales de alrededor de 400 millones, a principio de 2018 compró a su rival Axiare en una operación valorada en alrededor de 1.700 millones.
En los resultados presentados a finales de julio, la inmobiliaria actualizó por primera vez el valor de mercado de su cartera sumando los inmuebles de Axiare, dando a conocer que ya alcanza los 11.190 millones. Con esa puesta al día se colocaba entre las 10 grandes socimis europeas, por detrás de la también española Merlin Properties, que controla 11.755 millones en propiedades.
- Gana peso en Francia
En un año, su cartera ha engordado un 29%. A parte de la suma de activos de Axiare, más de 500 millones proceden del incremento del valor de los activos en Madrid, Barcelona, París y de la propia Axiare. Respecto a su distribución geográfica, el 67% se encuentra entre Madrid y Barcelona y el resto en París, a través de su filial SFL.
Gracias a la compra de las acciones de QIA en SFL, aumentará la rentabilidad en esa participación, ya que a partir de ahora aumenta su pastel en los dividendos de la francesa.
La histórica inmobiliaria, nacida en 1946, se transformó el pasado año en socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario), una figura fiscal similar a los reits internacionales, los grandes operadores del sector dedicados al negocio de alquiler de grandes propiedades (centros comerciales, oficinas, hoteles, logística...).