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Colonial, la histórica inmobiliaria protagonista (ahora) como socimi

La empresa es un actor clave del negocio patrimonialista con una opa sobre Axiare y ambiciosos planes de inversión

Recreación del Campus Méndez Álvaro de Colonial en Madrid.
Recreación del Campus Méndez Álvaro de Colonial en Madrid.
Alfonso Simón Ruiz

Inmobiliaria Colonial fue creada en Barcelona en 1946 por el Banco Hispano Colonial. Más de 70 años después, la compañía vuelve a centrarse en ese negocio de gestión de propiedades inmobiliarias, esta vez bajo la figura de socimi, dejando atrás la indigestión de la crisis del ladrillo y la promoción de viviendas.

La empresa se acogió el pasado año al régimen fiscal de las socimis (sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario), por el que se beneficia de no tributar en el impuesto de sociedades a cambio de la obligatoriedad de repartir el beneficio como dividendo anual. Se convierte así en uno de los líderes de un grupo de compañías que han reactivado el mercado inmobiliario de oficinas en España, ganando la confianza de los inversores tras duros años de hundimiento en el sector.

El gran salto de Colonial se produjo en 1991 con la compra del paquete accionarial de Banco Hispano Americano por parte de La Caixa. En 1999 entraba en la crème de la crème inmobiliaria al saltar a Bolsa y dejando el 55% en manos de minoristas. En los siguientes años, los del boom, compró la francesa Société Foncière Lyonnaise (SFL) y recibió activos de un nuevo accionista: Mutua Madrileña. Pero el gran cambio se produjo en 2006, con la adquisición de la compañía por parte de Inmocaral, de Luis Portillo, por casi 4.000 millones de euros. En 2007, y a escasos meses de que explotara la burbuja del ladrillo, adquirió Riofisa por 2.000 millones y el 15% de FCC, lo que la convirtió en la gran inmobiliaria de España y una de las grandes de Europa.

Pero el hundimiento del sector estuvo a punto de llevarse por delante a Colonial, con una deuda en el entorno de los 8.000 millones. Los bancos acreedores (más tarde accionistas) confiaron en el tándem formado por el presidente Juan José Brugera (que regresaba a la compañía tras la etapa de Portillo) y por el consejero delegado Pere Viñolas. Estos ejecutivos se deshicieron del negocio residencial y de suelo, se centraron en el origen patrimonialista, dieron entrada a nuevos accionistas como Grupo Villar Mir en una ampliación de capital, lanzaron la primera emisión de bonos de una patrimonialista y han devuelto a la compañía al grupo cabecero de las socimis europeas, en la última etapa con una exitosa opa sobre Axiare y con tres ambiciosos planes anuales consecutivos de inversiones.

Claves

La empresa cuenta con un patrimonio de oficinas en Madrid, Barcelona y París de 9.282 millones de euros, a los que sumará más de 1.700 millones provenientes de su opada Axiare.

En el núcleo duro del accionariado de Colonial se encuentran el mexicano Carlos Fernández González (18,3% del capital), Qatar Investment Authority (10,6%), el grupo colombiano Santo Domingo (7,3%) y la familia perfumera Puig (5,1%).

Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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