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Laura Corsini: "El futuro está en la tienda física"

Dirige Bimani13, una marca que facturó dos millones de euros el año pasado Asegura que las tiendas físicas siguen siendo el futuro de la industria de la moda

Laura Corsini, fundadora de Bimani13, en las oficinas de la marca.
Laura Corsini, fundadora de Bimani13, en las oficinas de la marca.Manuel Casamayón

Han pasado seis años desde que la fundadora de Bimani13, Laura Corsini (Madrid, 1990) decidió vender 30 prendas decoradas en Comillas (Cantabria), el lugar en el que veraneaba. El rincón de la cocina en el que cosía plumas y flecos junto a la asistenta de su casa y actual directora de confección de la marca, Valentina Vlad, fue evolucionando hasta aterrizar en un bonito y colorido despacho en el Paseo de la Habana.

Asegura que Bimani13 nació sin ningún tipo de interés por su parte en crear una marca sino prendas para sí misma. De hecho, así se encontró con la primera colección. El último día de su viaje de final de carrera en Shanghái (China), una modista en un mercado le ofreció hacerle ropa. “Encontré una tela que me encantó, porque al cogerla vi que no se arrugaba, y decidí pedirle que me hiciera muchos básicos”, explica. Al día siguiente, de camino al aeropuerto, pasó a recogerlos y los metió en la maleta sin ningún tipo de cuidado. “La casualidad fue que al llegar a Madrid, después de tres días, deshice el equipaje con mi madre y ella se quedó maravillada: Esto es mágico, ¿cómo no está hecho un higo? Quiero que me hagas para mí también”, relata.

Fue el éxito que tuvieron las prendas en su entorno lo que la impulsó a encargarle algunas más a la modista, que le había dejado una tarjeta de contacto. “De esa primera venta, salieron 80 encargos más, que a mí me parecían una barbaridad, sobre todo para no tener ningún tipo de infraestructura”, reconoce la fundadora, que ahora confecciona todas las prendas en España. “La única inversión fueron los 400 o 500 euros de las primeras blusas que vendí en Comillas, porque luego, cuando me hacían los encargos, cobraba unos 20 o 30 euros para cubrir los gastos antes de hacerlas”, detalla.

No se considera una persona emprendedora, aunque está al frente de una marca que facturó dos millones de euros el año pasado y va camino de duplicar la cantidad. “Yo no decidí emprender, a mí me obligaron a emprender”, insiste. Corsini hace hincapié en que no ha dejado que nadie más que ella invierta en Bimani13 porque le gusta la sensación de que sea solo suya. “Mis padres me han ayudado mucho, pero ha sido más un apoyo emocional que de dinero”, defiende.

Poco a poco, la gente se fue cansando de las decoraciones y pedía que se las quitaran; así vio que el futuro era centrarse en hacer prendas básicas. “Me acuerdo que en una de las ventas que hicimos en un mercadillo pop-up, vendimos 23.000 euros en un fin de semana, yo no me lo podía creer porque no entendía cómo podían gustar tanto las prendas básicas”, comenta Corsini.

Ahora considera que tiene una responsabilidad con sus clientas en este sentido: “Nos hemos convertido en su tienda de básicos, ya no podemos dejar de hacerlos porque en Mango o en Zara ya no los encuentran”, justifica. Con 18 años hizo prácticas en Agatha Ruiz de la Prada, y con la ayuda de un programador, lanzó la tienda online de la diseñadora, cuando solo Custo Barcelona y Zara Home vendían a través de internet. “La gente nos miraba con pena pensando que no íbamos a lograr sacar el proyecto adelante, pero lo hicimos. Además, con eso aprendí muchas cosas que me sirvieron luego para lanzar la primera web de Bimani13”, asegura Corsini.

Ahora, tiene un canal de comunicación prioritario. “Si un día no publico una foto en Instagram, aunque solo sea una pasando el día con mi familia, vendemos un 30% menos de lo habitual, y en cuanto publico una prenda, se compran mínimo tres unidades de la misma, pero a veces llegan a ser 300”, confiesa la emprendedora, cuyo perfil personal, que es el mismo que el de la marca, cuenta con 118.000 seguidores en la red social.

A pesar de su fuerte presencia en estas plataformas, considera que su negocio principal está fuera de internet. “Con la primera tienda, triplicamos ventas, con la segunda, empezamos a vender un 30% más”, asegura. Por ello, para el año que viene, prevé abrir dos nuevos locales fuera de Madrid, además de las que ya tienen en Paseo de la Habana y Velázquez. El futuro está en la tienda física, asegura.

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