La guerra de precios se extiende a las hipotecas de segunda residencia
Las entidades reducen el importe concedido al 60% o 70% de valor de la tasación ING y Kutxabank encarecen estos préstamos
Inmersa en plena guerra hipotecaria para captar nuevos clientes que busquen financiación para adquirir una nueva vivienda, la banca no ha querido dejar fuera de esta lucha los préstamos para segunda residencia, en su mayoría, viviendas compradas en la costa para los periodos vacacionales. Las entidades han ido trasladando esta rivalidad en precios a las hipotecas que concede para segunda residencia que, contra lo que pudiera parecer, no son más caras. De hecho, el sector viene manteniendo una política de precios similar en primera y segunda residencia.
La mayoría de las entidades tan solo modifica el importe máximo que financia al conceder un préstamo para la adquisición de una segunda residencia. Solo una, Liberbank, mantiene las mismas condiciones.
Aunque BBVA y Liberbank han recuperado en los últimos meses las hipotecas que conceden el 100% del valor de tasación de la vivienda (en casos muy excepcionales), la mayoría de entidades otorga un máximo del 80% de este valor, que se reduce cuando se trata de una segunda residencia. Bankia y Abanca son los más restrictivos en este sentido: disminuyen el importe a un 60% del valor de tasación o precio de compra. La hipoteca variable o fija de Coinc también reduce en 20 puntos la financiación concedida cuando la vivienda para la que se concede no va a ser empleada como residencia habitual.
BBVA, Ibercaja y CaixaBank lo recortan solo hasta el 70%. Esta última avisa, no obstante, de que su política de préstamo responsable impide a los clientes contratar préstamos que superen el 35% de sus ingresos. Por tanto, en el momento de firmar una segunda hipoteca, computaría la primera para calcular esta cifra.
no obstante, Banco Santander, Openbank, Kutxabank e ING incluyen bien plazos de amortización más cortos o una tasa anual equivalente (TAE) más restrictiva en los préstamos para segunda residencia.
La entidad presidida por Ana Botín reduce el plazo de amortización en cinco años si la vivienda adquirida con su hipoteca fija o variable no va a ser utilizada como residencia habitual. De esta forma, el plazo pasa de 30 a 25 años.
Asimismo, recorta el importe máximo por el que se puede solicitar la hipoteca, desde el 80% al 70% del valor de tasación de la vivienda. Mantiene sin cambios la aportación que tiene que realizar el cliente en el momento del contrato –fondos propios equivalentes a al menos al 20% o 30% del coste de la vivienda– y el tipo de interés, que varía según el perfil del cliente.
Openbank, el banco digital de Santander, modifica de igual forma las condiciones de sus préstamos hipotecarios en segunda residencia. Su hipoteca variable, fija o mixta financia tan solo el 70% de la vivienda no habitual (frente al 80% de la primera residencia), aunque no modifica el importe mínimo y máximo por el que se puede solicitar el préstamo: entre 30.000 y tres millones de euros, ni el tipo de interés aplicado. Asimismo, reduce el plazo de 30 a 25 años.
Kutxabank e ING son las únicas entidades que encarecen el precio de los préstamos para vivienda no habitual. Desde Kutxabank apuntan que el motivo principal de estas diferencias es su intención de “facilitar, en lo posible, el acceso a primera vivienda o vivienda habitual ofreciendo tarifas más reducidas”. La entidad eleva alrededor de 0,10 puntos porcentuales el diferencial aplicado a las hipotecas para segunda residencia.
La estrategia de ING es la misma: aumenta el precio de todos sus productos 0,10 puntos porcentuales. De esta forma, su hipoteca variable asciende al 2,09% el tipo fijo inicial para el primer año (frente al 1,99%) y el diferencial de los años posteriores al euríbor más el 1,09% (frente al 0,99%).
Su hipoteca mixta pasa a tener un tipo inicial del 1,89% durante los 10 primeros años y, a partir de entonces, un diferencial del euríbor más el 1,09%.
Asimismo, ING es de los bancos que más limita el plazo de amortización de estas hipotecas: 25 años frente a los 40 de un préstamo para la adquisición de la primera vivienda. Por último, reduce en cinco puntos el importe máximo financiado, hasta un 75%.
Los precios siguen inflándose
Crecimiento más moderado.El precio medio de la vivienda terminada (nueva y usada) en España sigue en alza. Sin embargo, en julio subió tan solo un 4,3% interanual, frente al 6,4% del mes anterior, según el último informe de Tinsa.
Recuperación del mercado de costa. Mientras los precios en las grandes ciudades ascienden sin control y acumulan un ascenso del 18,7% desde los mínimos posteriores a la crisis, el coste de la vivienda en las zonas de playa se ha ido incrementando de forma moderada, aunque ya se anota más de un 10% desde 2015. No obstante, aún hay zonas que experimentan descensos, como Calongue (Girona), Mojácar (Almería) y Sada (A Coruña). Pese a todo, los precios siguen lejos de los máximos marcados en diciembre de 2007: un 44,6% por debajo en la costa mediterránea y un 24,9% en Baleares y Canarias.