El S&P 500 bate récord en resultados gracias a la reforma fiscal: ¿conserva potencial?
El 80% del índice supera las previsiones, nivel sin precedentes El S&P 500 se ha revalorizado más de un 300% desde los mínimos de marzo de 2009
La temporada de resultados en EE UU ha servido de termómetro para medir si las valoraciones de las Bolsas estaban justificadas y, según la reacción de los inversores, parecen estarlo. El 81% de las empresas del S&P 500 ya ha desfilado por la pasarela y según los datos de FactSet, el 80% ha batido las estimaciones de los analistas de beneficio por acción. De continuar así se trataría de un nuevo récord histórico desde que se comenzó a elaborar esta estadística en 2008. En términos agregados las cotizadas han superado las estimaciones por un 4,9%. Pero las buenas noticias no quedan ahí. Los márgenes de S&P 500 subieron a 11.7% en el segundo trimestre, su nivel más alto en la historia. Solo el pinchazo de Facebook, Twitter y Netflix en la presentación de sus cuentas empañan el balance de la campaña de resultados.
A estos buenos datos se suma el crecimiento experimentado por el PIB de Estados Unidos en el segundo trimestre. La primera economía del mundo avanzó un 4,1% en tasa anualizada, el mejor dato desde el tercer trimestre de 2014.
El desempeño macro y las cuentas de las empresas ponen de manifiesto que la tan sonada rebaja de impuestos a empresas y familias de Donald Trump está teniendo su efecto. La reforma entró en vigor a comienzos de año y ahora empiezan a recogerse los frutos.
La evolución macro y micro son los ingredientes perfectos que sirven de soporte a las subidas en Wall Street. En un momento en el que el sector tecnológico empieza a despertar dudas entre los inversores, el balance de los principales índices estadounidenses contrasta con el hastío y letargo de las Bolsas europeas. El S&P 500 suma un 6,24% en lo que va de año. Solo en julio, el índice de referencia estadounidense avanzó un 3,6%. A él se suman el Dow Jones, que en el año sube un 3% (en julio se anotó un 4,7%) y el tecnológico Nasdaq, que pese a las correcciones de las últimas semanas, conserva un alza del 13% en 2018.
Esto no resultaría espectacular si como antesala a estos ascensos no estuviera la revalorización que acumula el S&P 500 desde los mínimos de marzo de 2009. El ascenso supera el 300%. Con este panorama son muchos los inversores los que se preguntan cuándo llegará la corrección, un movimiento que parecía que iba a producirse a comienzos de año cuando la rentabilidad del bono a 10 años subía al 3%.
Paula Sampedro, analista de Link Securities, cree que el S&P 500 no ha terminado de agotar su potencial. “El índice puede tener algo más de recorrido al alza, aunque ya empieza a estar justo en términos de valoración. No está exageradamente caro, pero los multiplicadores ya empiezan a estar ajustados”, afirma la experta. El PER para 2018 del S&P 500 es de 17,6 veces y para 2019 de 16 veces. Sampedro recuerda que como aliciente para las futuras subidas estaría el hecho de que las compañías tecnológicas ya tienen un peso superior al 25% del índice, algo que según la analista le concedería perfil de más crecimiento. Pero, igual que le aporta beneficios “también supone riesgos a la baja, tal y como vimos hace un par de semana, si no cumplen las expectativas de negocio”, añade. Con vistas a medio plazo y según los datos recogidos por FactSet otorgan un potencial de subida adicional del 10%.
En la misma línea se mueve el departamento de análisis de Bankinter que fija como techo para el S&P 500 los 3.098 puntos. Desde los niveles actuales supone una revalorización del 8,5%. El catalizador de estos ascensos es la reforma fiscal de la Administración Trump.
Riesgos a vigilar en los próximos meses
Prolongar la tendencia alcista en los próximos no será sencillo. A corto plazo existen al menos tres amenazas que podrían truncar el buen comportamiento de la Bolsa estadounidense en lo que va de año. La semana pasada el presidente de EE UU redobló su castigo a China. La Administración Trump ha elevado del 10% al 25% las tarifas sobre importaciones chinas por importe de 200.000 millones de dólares. Ahora se especula con que la cifra aumente a los 600.000 millones.
En noviembre se celebran las elecciones para elegir congresistas y senadores. El partido republicano se juega conseguir la representación suficiente para poder continuar adelante con su programa.
El otro conflicto geopolítico sitúa a Irán en la diana de EE UU, que prepara sanciones contra el país después de que el mayo Trump rompiera el acuerdo nuclear alcanzado por Barack Obama en 2015. EE UU volverá a imponer sanciones a las compras de dólares por parte de Teherán.