Vértigo en Wall Street: el S&P con dividendos suma su décimo año al alza
El índice avanza un 6% en lo que va de ejercicio Hasta la fecha el mejor periodo tuvo lugar entre 1991 y 1999
Los récords están hechos para romperse y si no que se lo digan a la Bolsa estadounidense. Si espectacular es la revalorización que acumula el S&P 500 desde los mínimos de 2009 (317%) más aun lo es la registrada por el S&P 500 Total Return. Este último, que sube 405%, es un índice en el que además de los ascensos registrados por las compañías se suma la retribución al accionista, ya sea a través de dividendos o recompra de acciones, esta última una práctica muy extendida entre las cotizadas estadounidenses.
El rally ha permitido al S&P 500 con dividendos marcar un nuevo hito. Si se contabilizan los ascensos registrados este año (6% a cierre del viernes), el índice suma ya 10 ejercicios consecutivos de repuntes. Es decir, marca su mejor racha desde su creación en 1928. Hasta el momento este récord estaba reservado para el periodo que va desde 1991 a 1999, coincidiendo con la expansión registrada por la economía estadounidense en la década de los noventa, previa al estallido de la burbuja puntocom.
El ascenso registrado por este índice se engloba dentro del periodo dulce que vive la Bolsa estadounidense. La tendencia alcista registrada por los tres índices de referencia de Wall Street tras los mínimos de la crisis financiera (el Dow Jones sube un 252% y el tecnológico Nasdaq un 520%) empieza a dar miedo y, sobre todo, mucho vértigo. De hecho, son muchas las firmas de análisis que apuntan a la corrección en EE UU como la gran amenaza, una corrección que parecía que iba a producirse este año, pero que viendo el devenir de los mercados en los últimos meses tendrá que esperar.
Charlie Bilello, director de investigación de Pension Partners, afirma que después de la caída experimentada por el S&P 500 con dividendos en 2008 –coincidiendo con la quiebra del Lehman Brothers, el índice cedió un 37%, su mayor caída anual desde la Gran Depresión– nadie se imaginaba que el mercado experimentaría esta recuperación. “Si alguien dijera hace 10 años que a la peor recesión desde el crash del 29 le seguiría el periodo más alcista y la mayor expansión económica en la historia de los EE UU me habría echado a reír”, subraya.
El buen desempeño de los índices estadounidenses en lo que va de año contrasta con el comportamiento de las Bolsas europeas. Mientras se extiende la idea de que los activos estadounidenses están sobrevalorados, estos prolongan sesión a sesión la tendencia alcista, unas subidas que han contado con el respaldo de los nuevos reyes de la Bolsa: las empresas tecnológicas. En la actualidad, de las 10 mayores cotizadas estadounidense, las cinco primeras son tecnológicas. El primer puesto es para Apple –su capitalización alcanza los 943.000 millones de dólares– que ya en 2014 arrebató la medalla de oro a Exxon Mobile. Al gigante de la manzana le siguen Alphabet, Microsoft, Amazon y Facebook. Es decir, las conocida popularmente como FAANG.
Habría que bajar al sexto escalón para encontrar a una compañía del sector financiero: Berkshire Hathaway, la empresa del multimillonario Warrent Buffet. Le sigue de cerca el primer banco: JP Morgan.
Con potencial adicional
La escalada vertical registrada por el S&P 500 no resta brillo al índice. En la presentación de estrategias del tercer trimestre de Bankinter el equipo de análisis fija como objetivo para este año los 3.098 puntos. Desde los niveles actuales supone concederle una revalorización del 10,5%. El catalizador que daría soporte a esta subida es la reforma fiscal de la Administración Trump.
La rebaja impositiva se traducirá en un incremento del beneficio por acción del 1,9% respecto al primer trimestre del año, hasta alcanzar los 159 dólares por título. Si se compara con lo registrado un año antes, el ascenso alcanzaría el 29%. Es decir, los analistas de la entidad defienden que la rebaja impositiva proporciona un impulso al crecimiento de los beneficios empresariales de EE UU frente a los de las cotizadas europeas. Asimismo, el mayor ruido político que existe en la zona euro lleva a los expertos a escoger a la Bolsa estadounidense como su opción preferida de inversión. La recomendación de la entidad se sitúa en mantener.
Por su parte, en Sabadell también se decantan por EE UU. Una afirmación que tendría como soporte los buenos datos macro. En el primer trimestre de 2018 la primera economía del mundo creció un 2,3%, dato ligeramente inferior al 2,9% registrado en el último trimestre del año. No obstante, de acuerdo a lo señalado por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, la semana pasada, la institución prevé que el crecimiento se prolongue más años. Esto serviría de soporte a los ascensos en la renta variable. El reto está ahora en ver si estas previsiones se transforman en realidad y el S&P 500 Total Return revalida nuevo hitos.
Europa va a otro ritmo
El comportamiento de la Bolsa estadounidense, y especialmente del S&P 500, el índice de referencia para los analistas, contrasta con el de los mercados europeos. A pesar de que a finales del enero un inesperado dato de inflación en EE UU llevó a una corrección momentánea de la Bolsa americana –Wall Street registró su peor sesión desde 2011– los índices americanos logran recomponerse. Esto contrasta con el comportamiento de las Bolsas europeas, lastradas por los bajos tipos de interés, que presionan al sector bancario, y el ruido político.
En los primeros siete meses del año, el S&P 500 suma un 5% frente a la caída del 3,18% del Ibex 35. La misma suerte que la Bolsa española la sufren el resto de índices de la zona euro. El Dax cae un 2,76% y el Mib italiano, un 0,27%. Solo el Cac francés escapa a los números rojos con un ascenso del 1,6%.