Johan Norberg: “Los medios retratan un mundo de guerra y drama”
Johan Norberg es el autor del libro 'Progreso: 10 razones para mirar al futuro con optimismo' Defiende que pese a todo, la sociedad vive el mejor momento de su historia
Cuando el escritor sueco Johan Norberg (Estocolmo, 1973) era joven, reconoce que él también era un pesimista antropológico. “Me disgutaba la sociedad global de consumo y la encontraba culpable de los problemas y conflictos que veía en las noticias”, recuerda. “Romantizaba el pasado, hasta que empecé a estudiar historia y entendí las condiciones en las que vivía antes la sociedad y lo mucho que hemos avanzado”, apunta ahora, con la perspectiva que dan el tiempo y la experiencia. Esta semana, Norberg, que además de haber escrito de 15 libros es historiador económico, ha presentado en Madrid su último título: Progreso: 10 razones para mirar al futuro con optimismo (Deusto). El ensayo, elegido libro del año 2016 por The Economist, trata de cambiar la extendida percepción de que el mundo solo parece ir a peor. Ofrece datos de organismos internacionales, como el Banco Mundial o la ONU, que reflejan una realidad optimista pero ausente, según él, del discurso dominante. “Vivimos en el mejor momento de nuestra historia”, sostiene este experto, miembro del think tank Ecipe, de Bruselas.
Según Norberg, que es un gran defensor del liberalismo, tenemos una percepción equivocada de la realidad, según la cual todo son malas noticias, y que está en gran parte causada por los medios de comunicación. “Los medios necesitan el horror para atraer lectores. Retratan un mundo lleno de accidentes, guerras, terrorismo, desastres naturales y hambruna, porque eso es lo que sacude, lo que llama la atención“, apunta. Norberg matiza que no se trata de que los medios quieran manipular al lector, pero que al final, lo chocante en muchos casos suele ser lo malo, mientras que las buenas noticias , como la erradicación de una enfermedad o la reducción de la pobreza, suelen cambiar de manera lenta y extendida en el tiempo. Pero no toda la culpa es de los medios, aclara este sueco de 44 años. “Al final es lo que la gente pide y lo que quiere leer”, indica, y señala que ello forma parte de nuestro “cerebro reptiliano”. “Durante miles de años hemos tenido que estar muy alerta a las amenazas y peligros para poder sobrevivir, y por eso creo que nos atraen tanto este tipo de noticias”, explica.
Los medios necesitan el horror para atraer lectores
Norberg quiere hacer ver a los lectores que la gran noticia de nuestro tiempo es que hemos sido testigos de una mejora sin precedentes de los niveles de vida de la población mundial. “La pobreza, la desnutrición, el analfabetismo, la explotación laboral y la mortalidad infantil se han reducido en las últimas décadas a una velocidad nunca antes vista en la historia de la humanidad”, sostiene. Norberg basa sus afirmaciones en datos con los que pretende convencer incluso a los más escépticos. “En los últimos 200 años hemos reducido la pobreza extrema del 90% al 9%, pero es que además, cada minuto, 100 personas salen de ella”, añade.
En los últimos 200 años hemos reducido la pobreza extrema del 90% al 9%
Según defiende, todo ello no hubiera sido posible sin la globalización y sin los tres pilares fundamentales que la sostienen: libertad de explorar nuevas cosas (algoritmos, ciencia, tecnología); libertad de experimentar esas novedades (aunque puedan incomodar al statu quo); y por último, libertad para intercambiarlas por todo el mundo. Esta es, para Norberg, la única forma de seguir adelante con el progreso. “No sé cómo resolveremos los problemas de la humanidad, pero tendremos más probabilidades de éxito si más gente participa en su resolución”.
No obstante, llama a estar alerta y a no dar los avances por sentado. “Sería un error pensar que el progreso está garantizado, no hay más que ver a Trump y a los populismos de izquierda y derecha”, que pretenden cerrar fronteras como recurso fácil para solucionar sus problemas. Para Norberg, solo cambiando el prisma podremos hacer frente a los desafíos: “Nuestra mirada del presente no es neutral y define la forma en la que nos movemos hacia el futuro, por eso es importante ser optimista”, zanja.