La volatilidad subirá desde mínimos con el repliegue de los bancos centrales
Los gestores advierten que Bolsa y deuda podrían sufrir por igual Aconsejan diversificar cartera con gestión alternativa y ‘hedge funds’
La renta variable ha comenzado el año con energía y las previsiones de los gestores coinciden en que 2018 será nuevamente un año de ganancias en Bolsa. Pero advierten también que será difícil repetir rentabilidades como las cosechadas el pasado año, en un mercado que prevén más volátil.
Los intensos estímulos monetarios de los bancos centrales –clave para la recuperación económica y para el rally de la Bolsa y la renta fija– han permitido un escenario insólito de volatilidad en mínimos.
Las compras de deuda por parte de los bancos centrales de las principales economías del mundo han hecho posible un entorno de gran estabilidad en el mercado y neutralizado los potenciales episodios de tensión ante situaciones como las elecciones francesas de la primavera de 2017 o la crisis política en Cataluña.
El mercado parece curado de espanto y la volatilidad se mantiene invariable en mínimos, con el índice Vix del mercado de Chicago en 10,16 puntos –el máximo de 2017 fue de 16– y el Vdax en los 11,9 puntos –su máximo de 2017 fue de 22,4–. El repliegue de estímulos monetarios que se espera para 2018 promete sin embargo elevar la volatilidad desde los mínimos actuales. Así, las compras de deuda del BCE se han reducido a la mitad desde este mes de enero y podrían desaparecer en septiembre y la Fed acelerará la reducción de su balance este año.
Esa retirada de estímulos “podría generar una mayor volatilidad en los mercados de renta fija inicialmente y, posiblemente, provocar un aumento de la volatilidad en los mercados de renta variable”, advierten desde la gestora Legg Mason. En UBS añaden que “el contexto de la inversión está cambiando. Los niveles anormalmente bajos de volatilidad podrían terminar a costa del endurecimiento monetario”.
El nuevo rumbo de los bancos centrales va a dar pie por tanto a un mercado más volátil, después de años adormecido con las compras de deuda. Y esta mayor volatilidad, aunque en ningún caso desbocada, va a requerir políticas de inversión ligeramente más activas, según advierten algunos gestores.
“Gestionar los riesgos bajistas será más complejo este año. Las entidades que no cuentan con carteras verdaderamente diversificadas y duraderas se arriesgan a reaccionar ante las correcciones y la volatilidad. Los mercados parece que vivirán un 2018 más movido y volátil y, por lo tanto, hará falta tener un planteamiento más activo”, explica Sophie del Campo, directora general de Natixis IM en Iberia y Latinoamérica.
Ante este escenario, la gestión alternativa –que busca rentabilidad al margen del tono del mercado– gana adeptos, en espera de que los repuntes de volatilidad castiguen tanto la inversión en Bolsa como en bonos. “Estamos viendo un mayor análisis en las carteras y también una nueva búsqueda de diversificación”, señala Del Campo.
UBS prevé que los momentos decisivos en política monetaria que se vivirán en 2018 –como el anuncio del fin de las compras de deuda del BCE– pueden elevar la correlación entre bonos y acciones. “La diversificación en alternativas, incluyendo hedge funds, podría ayudar a reducir la volatilidad”. Así, el banco suizo sostiene que la mayoría de inversores debería asignar entre el 14% y el 18% de los activos de su cartera a fondos de cobertura, que tradicionalmente se han comportado mejor que otros activos en períodos de restricción monetaria. “La volatilidad al alza y menor correlación entre las acciones proporcionan un entorno ideal para los hedge funds”, añade en la misma línea Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM.
Los valores, más volátiles que los índices
La diversificación ayuda a proteger la cartera y la inversión en valores únicos, incluso de compañías estables y seguros, puede ser más arriesgada, según advierte UBS. Así, en los últimos tres años, ninguna acción del S&P 500 ha sido menos volátil que el propio índice: la volatilidad del S&P ha sido del 11,6%, mientras que la volatilidad de una acción individual ha oscilado entre el 12,6% y el 80,8%, añade el banco suizo en su informe de perspectivas de 2018.
Valores que el mercado percibe como seguros, como Nestlé –con volatilidad del 15,6%–, Roche (19%) y Novartis (20,8%) han mostrado una volatilidad comparable o superior en un mismo período de tiempo que el índice de mercados emergentes, con una volatilidad del 16,7%.