España marca el camino a Europa en el desarrollo de la fibra hasta el hogar
El 75% de los hogares españoles acceden a la nueva tecnología de red El ratio de penetración en Reino Unido es del 2%, por un 5% en Alemania
España va a cerrar 2017 como un mercado de referencia para el desarrollo de las nuevas infraestructuras de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) en Europa. En su informe de previsiones para el ejercicio de 2018, Morgan Stanley destaca que Telefónica cubre ya el 75% de los hogares españoles con su red de fibra, por delante del 35% de Orange en Francia. Más lejos quedan Deutsche Telekom que llega con su red FTTH al 5% de los hogares en Alemania y BT, que apenas cubre el 2% de las unidades inmobiliarias en Reino Unido.
Estos analistas señalan que las fuertes inversiones en fibra óptica han sido claves en la preocupación de los inversores dado el impacto que tiene en el aumento del capex de las operadoras y en la reducción del flujo de caja.
En el caso de España, no obstante, indican que la inversión del conjunto del sector en nuevas redes va a bajar dados los amplios despliegues ya realizados. En cualquier caso, las telecos mantienen ambiciosos objetivos. La intención de Telefónica es llegar a 20 millones de hogares al cierre de 2017 y alcanzar los 25 millones en 2020. Orange, por su parte, ha ampliado sus objetivos en España, y su intención es llegar a 16 millones de hogares en 2020 (en la actualidad cubre 11,3 millones). “España tiene más hogares con fibra que Alemania, Reino Unido, Francia e Italia juntas”, ha destacado en distintas ocasiones el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
En este sentido, el pasado viernes, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció un plan para dar un “impulso definitivo” en 2018 al Programa de Extensión de la Banda Ancha (PEBA). El compromiso es alcanzar el 85% de la población con las redes de fibra óptica “y si es posible llegar a todas las localidades y pueblos de España”.
El sector está pendiente de la aprobación definitiva de la nueva regulación de la fibra por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC). El pasado viernes, el regulador estableció un precio máximo de acceso a la red de fibra de Telefónica de 16,38 euros al mes, frente a los 17,52 euros de la consulta pública.
Frente a este escenario en el mercado español, en el caso de Francia, Morgan Stanley prevé que Orange registre un capex de 7.200 millones de euros en 2017 y de entre 7.300 y 7.400 millones en 2018. Unas inversiones con las que financiará su plan de implantación de la fibra óptica en Francia, que se mantiene como segundo mercado europeo, por detrás de España.
En Alemania y Reino Unido, los antiguos incumbentes apenas han comenzado los despliegues del FTTH. Así, por ejemplo, el programa de inversión en tecnología VDSL (basada en cobre) de Deutsche Telekom en el mercado germano concluirá a final de 2018 o principios de 2019. En este caso, estos analistas creen que el programa de despliegue de FTTH comenzará inmediatamente después, una vez que se obtenga la aprobación regulatoria. En este sentido, el capex de Deutsche Telekom en el mercado alemán se situará en el entorno de los 4.300 millones de euros al año a partir de 2018 para poder cumplir los objetivos de despliegue fibra.
En Reino Unido, la implantación de la nueva tecnología está más retrasada. Openreach, el operador mayorista, está explorando la viabilidad de su plan para desplegar la fibra hasta la central más cercana a la casa del usuario (FTTP) a 10 millones de unidades inmobiliarias a mediados de la próxima década. Openreach está a la espera de que se clarifique el escenario regulatorio para tomar una decisión final sobre la fibra.
El despliegue de la fibra óptica hasta el hogar tiene una amplia relevancia en aspectos como la velocidad de las redes, clave para los nuevos servicios. En España, Vodafone, Telefónica, Orange y MásMóvil han acelerado la carrera, empezando a comercializarse ofertas con un Gbps. “La fibra permite a las operadoras ampliar la velocidad de acceso. Es una cuestión comercial el ritmo de incremento”, dicen fuentes del sector.
Junto con la fibra óptica, otra de las inversiones claves para el sector en los próximos años será el desarrollo del móvil 5G. Las grandes operadoras europeas indican que en 2018 todavía no habrá despliegues masivos de esta nueva infraestructura móvil.
Por ejemplo, Orange no cree que el despliegue de esta red no tendrá lugar en Francia hasta 2020, mientras lanzamiento comercial masivo no tendrá lugar hasta 2022. En 2018 se llevarán a cabo las subastas de espectro para esta tecnología en más de una docena de países europeos. De cara al futuro, las telecos saben que el 5G será fundamental para hacer frente al aumento del tráfico de datos en las redes.
Recuperación del negocio del móvil en Europa
En términos generales, Morgan Stanley prevé un mayor crecimiento del negocio móvil de las telecos europeas durante el ejercicio de 2018, una vez asumido el impacto de la nueva regulación del roaming. Así, el conjunto de las operadoras del Viejo Continente pasaron de crecer un 1,1% en el segundo trimestre, a estancar su crecimiento entre julio y septiembre con el fin del roaming. No obstante, en los cinco grandes países, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España, los ingresos por servicios móviles crecieron un 0,7% en el tercer trimestre del año.
Por países, en Alemania, Deutsche Telekom, Telefónica Deutschland y Vodafone ya han mejorado el crecimiento (las tres registraron avances en el tercer trimestre, con un 2,6% de la filial de la operadora española, por un 2,1% de Deutsche Telekom y un 0,9% de Vodafone Germany). En Reino Unido, el mercado móvil se está recuperando (Everything Everywhere elevó su ebitda un 16% entre julio y septiembre), mientras que en España ya se ha producido una aceleración de los ingresos por servicios.
En el caso de Francia, la tensión competitiva se mantiene por la presión de grupos como SFR, si bien estos analistas señalan que Orange volverá al crecimiento en el móvil durante 2018. En el mercado italiano, la llegada del nuevo operador Iliad va a provocar la aparición de ofertas comerciales más agresivas por parte de los competidores.