En la abogacía no hay igualdad: ellas siguen cobrando menos
Solo el 2% de las mujeres gana más de 5.000 euros, frente al 10% de los hombres Existe un 'techo de cristal' que impide acceder a puestos de responsabilidad
Más de la mitad de las mujeres abogadas tiene un salario inferior a la media de la profesión, situada en 1.750 euros mensuales. Una cifra que en el caso de los hombres es inferior al 50%. De hecho, uno de cada diez abogados cobra más de 5.000 euros al mes y solo un 8% no llega a mileurista. Entre las mujeres, los porcentajes se invierten: solo el 2% supera los 5.000 euros mientras que casi una de cada cinco cobra menos de 1.000 euros al mes.
Pese a estos datos, recogidos en la Encuesta sobre Igualdad de Género en la Abogacía y en la Justicia, elaborada por Metroscopia tras consultar a 2.000 abogados, no todos los profesionales son conscientes de estas diferencias: el 61% de los hombres cree que las retribuciones son prácticamente iguales, mientras que entre las mujeres
Por otra parte, el colectivo opina que existe un techo de cristal o barrera invisible que desequilibra la proporción de hombres y mujeres en los altos puestos. Aunque ocho de cada diez considera que las posibilidades de acceso al mercado laboral sí son las mismas, no sucede lo mismo para progresar profesionalmente. Además, el 77% de las abogadas cree que tener hijos o familiares a su cargo supone una traba para la promoción en el ámbito de la abogacía. En cualquier caso, son muy pocos los y las profesionales que están de acuerdo en implantar una cuota de género para el acceso a puestos de responsabilidad institucional.
Francisco Camas, analista de Metroscopia, cree que el informe indica que "la igualdad, más que un estado, es un proceso", y la desigualdad de género hacía las mujeres "se materializa en menosprecio por el trabajo, sentirse ignoradas o juzgadas por su físico". De hecho, una de cada tres abogadas cree que aún predominan los comportamientos machistas en la profesión, aunque, en términos globales, la percepción entre hombres y mujeres es que este tipo de actitudes no son tan habituales como en el conjunto de la sociedad española.