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Fernández Ordóñez acusa al PP de haber “dañado” a la economía al criticar a Zapatero

Afirma que la crisis financiera “se dilató” al no inyectar el PSOE más dinero público El exgobernador asegura que Camps le reclamó que no interviniese CAM

El que fuera gobernador del Banco de España entre los años 2006 y 2012, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aprovechó su paso por la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados para cargar contra el Gobierno del PP, y más directamente contra el ministro de Economía, Luis de Guindos, aunque no lo mencionara. Considera que el Ejecutivo de Rajoy criticó a la banca y a la gestión económica del anterior Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero durante la crisis económica, lo que, según su opinión, “daño” a la economía.

Fernández Ordóñez, que compareció ayer ante la comisión que investiga en el Congreso la crisis financiera, aseguró, a preguntas del PP, que él no compartía el mensaje lanzado por Zapatero cuando era presidente del Gobierno de que el sistema financiero español era “el más solvente del mundo”.

Pese a ello, aseguró que entendía esa actitud, ya que “está en lo que es ser un presidente del Gobierno”, frente a las negativas declaraciones realizadas por el Ejecutivo de Rajoy. “Hace más daño cuando alguien dice que están muy mal las cosas, y que la banca está muy mal, y yo lo voy a arreglar”, declaró, para añadir: “Eso sí que hace daño”, porque “estamos introduciendo desconfianza en la economía”, explicó. Aunque reconoció que “no será verdad lo que dijo el señor Zapatero, pero esto no hace daño”.

“Lo otro hace daño cuando está tratando de que las cosas cambien”, apostilló el exgobernador, que llegó ayer a acusar al PP de “trasladar esa inquietud a los mercados” en un momento en el que existía “un problema de confianza”. Esta no es la primera vez que Ordóñez critica la actitud del Gobierno de Rajoy o a su responsable de Economía, ni tampoco fue la única vez que lo hizo en su comparecencia.

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Gran parte de sus reflexiones o defensa sobre por qué y cómo estalló la crisis financiera hacía referencia a la etapa anterior a que él fuera nombrado gobernador y a la época posterior.

Desveló que el entonces presidente valenciano Francisco Camps le instó a no intervenir CAM, una conversación que, según señaló, quiere “olvidar”.

Explicó, además, que durante sus seis años al frente del Banco de España (2006-2012) no recibió instrucciones políticas ni del Gobierno del PSOE ni del PP, a excepción de la petición del responsable de la Generalitat Valenciana.

El exresponsable del supervisor bancario sí puso mucho énfasis en contraponer la forma en la que se llevó la primera fase de la reestructuración, “siempre suave, sin alarmar, sin salir en el periódico”, ya que “la confianza fue una cosa fundamental”, con la que ejerció el PP. Entre 2006 y 2012 predominó, según sus declaraciones, reformas que “permitieron que, desde que se inició la crisis del euro hasta finales de 2011, los indicadores económicos se mantuvieran en niveles alejados a la amenaza del rescate”.

Recordó que en diciembre de 2011 la prima de riesgo española se encontraba en mejor situación que la de otros países con problemas, como Italia e Irlanda, y que aunque la Bolsa había cedido un 14%, su caída era inferior a la de otras economías.

Pero “desgraciadamente, en los primeros meses de 2012 se produjo un hundimiento de la confianza de la economía, llegando a niveles inimaginables” a finales de ese año, con caída de la Bolsa del 20%, mientras que la francesa crecía un 3% y la alemana un 10%, disminuyendo la confianza en las entidades, cerrándose los mercados y produciéndose “la necesidad de pedir el rescate”.

En su intervención la autocrítica fue escasa. Sí reconoció que “se hicieron mal muchas cosas y no se vieron muchas cosas que ahora vemos todos”. E incluso criticó de pasada al PSOE, al asegurar que la decisión del Gobierno socialista en los años en los que estalló la crisis de no utilizar recursos públicos para reestructurar el sistema financiero, sobre todo las cajas de ahorros, “multiplicó y dilató” la crisis financiera. Explicó que el Gobierno decidió no utilizar recursos para evitar el impacto que podría tener en el déficit y por la crisis griega que se estaba produciendo en ese momento. Ante ello, el Ejecutivo optó por buscar una solución privada (los SIP).

Ordóñez –que aseguró que cuando fue nombrado gobernador no tenía carné del PSOE, partido que abandonó en el año 2000–, argumentó que en los años de la crisis (2008 a 2013) el Banco de España “no tenía una caja de herramientas suficientes para una crisis de esta naturaleza”, que era global y que afectaba a una parte muy grande del sistema financiero. Considera que la crisis se comenzó a gestar en 1996 hasta 2006, años en los que el crédito creció por encima del PIB y superó el 25% y el 40% en el crédito promotor.

Criticó, además, lo tarde que e abordó la reconversión de las cajas, justo cuando ya operaban como bancos. “Se debieron aprovechar los años de bonanza para hacer una política económica diferente, con reformas estructurales”, dijo.

Si Bankia no sale a Bolsa "Rato nos hubiera llevado a los tribunales"

Durante su intervención, indicó que no todas las cajas de ahorro supusieron un problema, pero sí subrayó que las de algunas comunidades, las de la comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Cataluña y Castilla y León, sí supusieron un “enorme problema”.

La crisis financiera costó 62.295 millones de euros desde 2009 hasta 2016, según la última actualización del Banco de España, de los que se podrán recuperar algo más de 10.000 millones.

El exgobernador entre 2006 a 2012 (los peores años de la crisis financiera) no solo se refirió a la crisis pasada; también hizo mención al presente. “Mi opinión es que, a pesar del ingente número de requerimientos de todo tipo que la nueva regulación ha impuesto a los bancos, el riesgo de volver a tener una crisis bancaria sigue siendo alto”. Cree que el capital que se exige ahora a la banca sigue siendo bajo en relación al volumen de activos, incluidos los créditos.

Manifestó que, de no haber permitido la salida a Bolsa de Bankia, el entonces presidente de la entidad, Rodrigo Rato, habría demandado al Banco de España. Explicó que “evidentemente” podrían haber paralizado esta operación, pero “la ley decía que tenían derecho”. “Habríamos incumplido la ley. Rato nos hubiera llevado a los tribunales”.

Recordó que una de las medidas adoptadas en 2011 para fortalecer el sector fue la de mantener unos requisitos de capital más exigentes, por encima de Basilea III.

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