Las empresas confían en el ciclo económico para esquivar la apreciación del euro
Desde diciembre se ha revalorizado un 15,9% pasando de cotizar de 1,03 a 1,20 dólares Los exportadores ya apuntaban caída de márgenes y de precios en el segundo trimestre
Las exportaciones de las empresas españolas al exterior llevan creciendo ocho años de forma continuada. El último ejercicio en el que descendieron fue 2009, en el que un euro se pagaba a 1,5 dólares. Un dato que evidencia el profundo impacto que tiene en las ventas de las empresas un tipo de cambio desfavorable.
La apreciación o depreciación del euro no afecta a las ventas que se realizan en los otros dieciocho países con los que se comparte el euro, pero sí lo hace en las exportaciones al resto del mundo. En caso de apreciación, las empresas pierden competitividad y se ven obligadas a reducir márgenes o bajar precios para pujar con compañías de otros países; en caso de depreciación, las empresas ganan márgenes e incluso se pueden permitir subir precios. En lo que va de año, el euro se ha apreciado un 15,9% pasando de cotizar a 1,04 a 1,20 dólares. Este último se trata del nivel más alto desde principios de 2015 y ha obligado a las empresas a actuar en dos direcciones: reducir sus márgenes y sus precios para vender fuera de la zona euro o reorientar sus ventas a la zona euro, donde el tipo de cambio no opera.
Ambas tendencias se pueden constatar en las estadísticas que elabora el Ministerio de Economía. En la última encuesta de coyuntura de exportación, que realiza trimestralmente consultando a 1.970 empresas, el número de compañías que apuntaban a caída de precios y de márgenes en el segundo trimestre creció respecto al anterior. En los últimos datos de comercio exterior, correspondientes al primer semestre de 2017, el porcentaje de compañías que vendía bienes a la zona euro se elevó por encima del 52% sobre el total, lo que se trataba de un nivel históricamente elevado frente al estancamiento o la caída en Asia o América.
¿Amenaza el actual ciclo alcista del euro la consecución de un nuevo récord exportador? Las tres grandes apreciaciones del euro que se han producido desde 2008 sugieren que a ese incremento le sigue, de forma más o menos atenuada, una caída de las expectativas y de las ventas. Sucedió, por ejemplo, en julio de 2008, cuando el euro tocó máximos históricos respecto al dólar, al cotizar a 1,592 dólares desde los 1,17 euros de finales de 2005 (un crecimiento del 36,4%). El rally alcista duró en aquel período dos años y medio. Las expectativas de las empresas exportadoras encadenaron cuatro trimestres consecutivos de caída (desde el segundo trimestre de 2008 al primero de 2009) y las ventas que las grandes empresas (aquellas que facturan más de 6 millones de euros) declaran a la Agencia Tributaria sumaron también quince meses de descenso, acelerados al mismo tiempo por la crisis financiera que arrancó en 2008.
La segunda gran apreciación se produjo entre el segundo trimestre de 2010 y el segundo de 2011, en el que el euro pasó de 1,21 a 1,48 euros, con una revalorización del 21,7%. El impacto en las expectativas de las exportadoras fue menor, con solo dos trimestres de retroceso, y las ventas de las grandes empresas no registraron ningún trimestre negativo.La tercera revalorización se prolongó entre el tercer trimestre de 2012 y el segundo de 2014, con un cambio que evolucionó desde 1,20 a 1,36 euros, un 13,6% más. En esos casi dos años las exportaciones cayeron cinco meses, mientras que las expectativas se mantuvieron en positivo.
Más de la mitad de exportaciones de bienes de equipo, automoción y alimentación van a países del euro
Esta escasa correlación entre tipo de cambio y ventas al exterior sugiere que el ciclo económico es un factor determinante a la hora de ponderar el impacto del tipo de cambio en las empresas. Fuentes empresariales consultadas por Cinco Días valoran el hecho de que la economía lleve creciendo tres años consecutivos y que este ejercicio es más que probable que se cierre con un alza del PIB superior al 3%, lo que serviría para enjugar el posible impacto, especialmente en aquellas que tiene gran parte de su cartera en la Unión Europea.
Es el caso de los bienes de equipo, la automoción y la alimentación, los tres sectores más intensivos en exportación, que suman el 54,2% de las exportaciones españolas. El 54,2% de las ventas de bienes de equipo a otros países se dirigen a paises europeos, seguido de lejos por Latinoamérica, con un 11%. El segundo sector más exportador es el del automóvil, en el que el 75% de exportaciones van a la UE. El tercero es alimentación y bebidas, cuyos principales clientes son Francia, Italia, Portugal, Reino Unido y Alemania. La UE es el destino del 66% de las ventas al exterior.
El impacto positivo sobre el petróleo
Precio. La apreciación del euro equivale a la depreciación del dólar, la divisa en la que cotiza el petróleo. Si el euro sube, el barril de Brent baja. España consume 475 millones de barriles al año. Al precio actual de cotización, el coste anual es de 23.750 millones. Por cada dólar que baje, el ahorro es de 475 millones.
Combustible. La factura que deben pagar los conductores por repostar sus vehículos también se ve abaratada con la depreciación del dolar. La gasolina de 95 octanos no ha subido de 1,2 dólares en los dos últimos ejercicios, mientras que en el gasóleo, el combustible más usado, el período se alarga a los dos años y medio.