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El sector servicios, aunque todavia boyante, se desacelera.

Según los datos facilitados por la consultora Markit, el PMI compuesto (compendio del PMI del sector manufacturero y servicios) en la Eurozona bajaba 0,6 puntos en julio hasta situarse en 56,3. El crecimiento de la producción manufacturera de la zona euro siguió superando al de la actividad del sector de servicios, a pesar de que el ritmo de alza de los volúmenes de producción descendió hasta su mínima de seis meses. El crecimiento de la actividad del sector servicios se mantuvo sin cambios con respecto a la mínima de cinco meses registrada en junio.

Mientras que el sector servicios se mantenía en 55,4 la confianza en el sector industrial se moderaba, como ya comentamos hace unos días, 0,8 puntos hasta 56,6. Es probable además que la marcada apreciación del EUR pueda dificultar la trayectoria de este dato de confianza en los próximos meses, habida cuenta que el sector secundario se encuentra más abierto a la competencia internacional que el terciario.

Los mayores ritmos de expansión de la producción manufacturera y de la actividad del sector servicios en su conjunto se observaron en Irlanda (57,0 nivel mínimo en 4 meses) y España (56,7 mínimo en 6 meses) a pesar de que ambos países se registraron una caída de sus respectivos indices en julio. También se registraron caídas en Alemania (54,7 frente a 55,1 en la estimación preliminar y el nivel más bajo en 10 meses) y Francia (55,6 muy similar a los 55,7 de la estimación preliminar y mínimo en 6 meses). Italia fue el único país donde la actividad total aumentó a un ritmo más rápido (56,2 nivel máximo en 3 meses) llegando a situarse entre los más altos en la última década. Por lo que respecta al Reino Unido destacar la subida del PMI servicios en julio que se situaba en 53,8 desde 53,4 en un contexto en el que la creación de empleo resultaba ser la más fuerte en el último año y medio.

Precisamente ayer, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, advertía de que la «accidentada» implementación del BREXIT ya estaba afectando a la economía, al crear un clima de incertidumbre que perjudica a las decisiones de inversión de las empresas y del gasto de las familias. En la rueda de prensa posterior a la reunión del MPC (Monetary Policy Committee) organismo de decisión del Banco de Inglaterra en materia de política monetaria, en la que había anunciado el mantenimiento de los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,25%, aprovechó para rebajar las previsiones de crecimiento e inflación.

El Banco de Inglaterra mantenía su actual política monetaria incluso por más consenso que en su anterior reunión dado que el acuerdo se alcanzaba por 6 a 2 mientras que en la anterior deliberación fue por un más apretado 5 a 3. La institución monetaria británica espera que el IPC repunte hasta alcanzar un pico hacia octubre del 3,0% a medida que la debilidad de la libra se vaya trasfiriendo totalmente a la economía. Asimismo se reconoce que la inflación estará por encima del objetivo del 2,0% en los próximos 3 años, pero que en cierta medida es necesario fomentar el crecimiento y el empleo en la situación actual aún a costa de renunciar al cumplimiento del IPC. En el medio plazo, y con la situación proyectada, se estima que los precios volverían al entorno del 2,0%. Con respecto al PIB señaló una rebaja en las previsiones de crecimiento anual hasta el 1,7%, frente al 1,9% que se preveía el pasado mayo

En sus actas esta autoridad monetaria reconoce también que en economías como la norteamericana, la de la Eurozona y el Reino Unido existe una moderación de los salarios que podría ser explicado en parte por el exceso de mano obra disponible todavía, pero también podría ser por el incremento competitividad global, la amenaza de la deslocalización, el efecto las nuevas tecnologías y el cambio estructural en las empresas.

Por otro lado, el PMI del sector de servicios (el elaborado por Caixin/Markit) cayó a 51,5 en julio desde 51,6 en junio. Aunque podríamos decir que la caída fue marginal, el índice se sitúa en los niveles de abril pasado, el más bajo desde mayo del 2016. El dato coincidió con el PMI de servicios (elaborado por la Oficina estadística oficial china) y publicado el pasado lunes, que también reveló un enfriamiento del sector de servicios, y refuerza la opinión de que la economía china podría desacelerarse en los próximos meses después de un sólido comienzo del año.

Por último, el ISM de servicios de los EE.UU. continua en julio en zona de expansión, aunque a un ritmo menor que durante el mes anterior. El dato final fue de 53,9 lo que representa una caída de 3,5 puntos con respecto a junio. El director del estudio, Anthony Nieves, indicó que el sector no manufacturero en Estados Unidos fue incapaz de mantener su tasa de expansión y sufrió una ligera desaceleración en julio aunque «la mayoría de los comentarios de los encuestados fueron positivos en torno a las condiciones empresariales y al estado de la economía en general». El martes pasado conocíamos el dato de ISM manufacturero que cayó en julio 1,5 puntos hasta los 56,3.

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