Oliva: “Los arquitectos salen de la facultad sin saber de iluminación"
La firma nació en el Rastro en 1942 La tendencia será digital y minimalista
Lo que comenzó con la compra de lámparas antiguas y originales en el madrileño mercadillo del Rastro en 1942 ha desembocado en una empresa que hoy factura 15 millones de euros. Oliva Iluminación, que este año está de 75 aniversario, es una compañía familiar de iluminación, diseño, arquitectura e interiorismo, afincada en la capital y capitaneada por Raquel Oliva (Madrid, 1975), de la tercera generación de la estirpe. Junto a ella, su hermano le ayuda en el negocio, que año tras año se ha ido diversificando y adoptando nuevas fórmulas.
“Tenemos un muestrario donde los clientes pueden ver y comprar las lámparas y varias oficinas y despachos”. También cuentan con una sala donde su hermano Raúl, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, da clases de iluminación a estudiantes de arquitectura: “Los arquitectos recién licenciados salen de la facultad sin saber de iluminación”, explica Oliva desde, precisamente, una de estas salas de trabajo en la que ella, como directora del departamento de proyectos, cargo que compagina con la vicepresidencia de la empresa, tiene su despacho.
La iluminación inteligente no está tan avanzada como se cree. Irá hacia lo digital y hacia lo superminimalista
RAQUEL OLIVA
En él reina la oscuridad, los tonos azulados y violetas. “Predomina el color negro porque aquí probamos uno a uno cada proyecto y cada lámpara y, si las paredes son blancas, la luz rebota”, comenta. Tras su mesa, en la pared, reposan varios de los últimos prototipos, cada uno con su interruptor, para saborear la luz de cada bombilla y comprobar su intensidad, fuerza o utilidad. Junto a los diseños, un ordenador, varias carpetas con bocetos y alguna que otra foto familiar. “Dependiendo del día, también trabajo desde casa, ya que todas las mañanas dejo y recojo a mis hijos del colegio y a veces el tiempo se me echa encima”.
La empresa, con 75 años a sus espaldas, ha visto todos los cambios que ha afrontado el sector de la iluminación en la última época. “Ahora ha vuelto el estilo retro, con lámparas que parecen de la década de los ochenta”, apunta, mientras pone como ejemplo un diseño en el que varias trompetas entrelazadas albergan, cada una en su interior, una bombilla. “No obstante, también se mantienen los diseños minimalistas, tanto en las viviendas como en las empresas”.
El futuro que se aproxima tiende, asegura, hacia lo “superminimalista. Se verá de dónde sale la luz en su conjunto, pero no el punto del que esta emana”. Además, recalca, a la iluminación inteligente le queda todavía mucho recorrido. “Nosotros estamos preparando nuestra propia domótica, pero la digitalización en el sector, pese a sus avances, aún tiene muchos aspectos en los que crecer”.