España, el tercer país de la UE en el que más subió la pobreza en la crisis
La población en riesgo de pobreza creció 4,8 puntos durante la crisis y se situó en el 28,6% del total, solo por delante de Grecia, Chipre o Italia.
Tras seis años consecutivos de crisis, la economía española ha encaminado una recuperación inédita por la velocidad del crecimiento y por la diferencia frente a sus principales vecinos europeos. El PIB ha avanzado un 3,2% anual en 2015 y en 2016 y en esos dos ejercicios se han creado 958.000 puestos de trabajo (495.000 en 2015 y 463.000 en 2016), mientras que la tasa de desempleo ha retrocedido cinco puntos, desde el 23,7% al 18,63% de la población activa.
Unos beneficios que no han llegado a una gran parte de la población, muy castigada por el paro de larga duración, la falta de cualificación y los bajos salarios. Fue Ángel Gurría, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el que dio la voz de alarma la pasada semana durante la presentación del informe del citado organismo sobre la economía española. “La crisis ha dejado cicatrices que menoscaban el bienestar, siendo las más visibles unos niveles todavía muy elevados de desempleo, pobreza y desigualdad. Es fundamental que España consiga incorporar a un mayor número de personas al mercado de trabajo, pero también debe centrarse en la calidad del empleo para asegurarse de que las ventajas del crecimiento se comparten en mayor medida entre la población y para crear mejores oportunidades para las generaciones futuras”, remarcó Gurría durante su intervención. Un análisis que choca con el diagnóstico del Ejecutivo, que defiende la fortaleza de la economía española, con un crecimiento del PIB que duplica a la media de la zona euro y una creación de empleo de medio millón de puestos de trabajo que puede devolver la cifra de ocupados a niveles precrisis a final de esta legislatura.
Los datos de Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, avalan las tesis de la OCDE. Este organismo mide la desigualdad a través de una estadística que compara la evolución de los ingresos del 20% de la población con la mayor renta disponible y la compara con los del 20 % con menor renta disponible. En 2008, el 20% más rico ganaba 4,9 veces más que el 20% más pobre; siete años después, esa cifra subió a 5,2, tres décimas de incremento. En esa estadística hay cuatro naciones (Lituania, Rumania, España y Estonia) donde la desigualdad ha crecido por encima de un punto, más de tres veces que la media en la zona euro. El caso de España es especialmente llamativo porque es el más grande y el más desarrollado de los cuatro. En 2008, el 20% más rico ganaba 5,6 veces más que el 20% más pobre, mientras que en 2015, esa cifra escala al 6,9. Solo Lituania, Rumanía o Bulgaria tienen porcentajes superiores. En el otro lado hay doce países de la UE en los que la brecha entre los más ricos y los más pobres se ha reducido en la crisis y entre ellos se encuentran Portugal (6), Alemania (4,8), Francia (4,3), Holanda o Bélgica (3,8).
El otro indicador que revela el deterioro de las condiciones de vida en España es el del porcentaje de población en riesgo de pobreza. Eurostat incluye aquí a los ciudadanos que perciban unos ingresos por debajo del 60% de la media nacional una vez recibidas las transferencias sociales correspondientes (pensiones, prestaciones por paro, ayudas públicas….). En 2008, el porcentaje de población en esa situación era del 21,7% en la zona euro, del 23,7% en la Unión Europea y del 23,8% en España. Siete años después, esos porcentajes se han situado en el 23,1% (subida de 1,4 puntos), en el 23,7% (sin cambios) y en el 28,6% (4,8 puntos). De esta manera, España se ha convertido en el tercer país de la UE en el que más población ha pasado a estar en riesgo de pobreza durante la crisis, con un avance de 4,8 puntos, solo superada por Grecia y Chipre, ambas sometidas a los ajustes draconianos tras ser rescatadas. En este avance ha tenido un peso determinante la devaluación salarial iniciada en 2012 y las sucesivas subidas de impuestos que se han aprobado en las dos legislaturas de Mariano Rajoy. Especialmente llamativa fue la subida del tipo general del IVA, cuyo incremento de tres puntos la situó como la nación que más incrementó la presión fiscal en ese tributo.
En diez de los 27 países que componen la UE, la población en riesgo de pobreza ha bajado durante la crisis. Especialmente llamativos son los recortes experimentados por los países menos desarrollados. El ajuste más importante se ha producido en el caso de Polonia, en el que ese colectivo ha pasado del 30,5% de la población en 2008 al 23,4% en 2015, con un ajuste de 7,1 puntos, seguido por Rumania, con otro ajuste de 6,8 puntos, en el que el colectivo afectado por el riesgo de pobreza ha descendido desde el 44,2% al 37,4% de la población.