El 61,5% de las españolas trabaja a tiempo parcial sin haberlo elegido
El INE subraya las diferencias entre hombres y mujeres y con la UE
El informe publicado ayer por la OCDE puso una vez más de manifiesto la realidad del mercado laboral español: fuerte creación de empleo después de haber superado la peor crisis de la democracia, pero excesiva temporalidad y salarios más bajos que antes de la crisis. Pues bien, el INE también hizo público ayer un amplio estudio en el que analiza las diferencias entre hombres y mujeres en España y respecto a Europa en determinadas áreas como educación, empleo, salarios e inclusión social, salud, ciencia o tecnología.
En materia laboral, lo cierto es que persisten las diferencias de género, si bien la crisis ha propiciado un cambio positivo. La brecha entre hombres y mujeres en la tasa de empleo se ha reducido, y donde más lo ha hecho es en el grupo de trabajadores con menos formación; si bien esto ha sido así porque el desempleo se cebó más con los varones y no por el desarrollo de políticas en favor de la igualdad. Otro de los cambios que ha precipitado la crisis es el aumento de los ocupados a tiempo parcial, si bien de nuevo es fruto de una práctica habitual de las empresas, que durante la crisis y los primeros años de la recuperación optaron por contratar a media jornada más que a tiempo completo hasta ver si los resultados de su negocio permitían una ampliación de jornada y plantillas.
De hecho, el análisis del INE pone de manifiesto cómo el porcentaje de hombres y mujeres de 25 a 49 años que trabaja a tiempo parcial de manera involuntaria, es decir por no poder encontrar un trabajo a jornada completa, es bastante más alto en España que en la UE-28. En 2015, el 61,5% de las mujeres de dicha franja de edad que trabajaban a media jornada lo hacían por obligación, frente al 26,6% de la UE-28, menos de la mitad. En los hombres, ese porcentaje es significativamente más alto y así un 77,6% de los varones ocupados a tiempo parcial lo eran por no haber podido encontrar un empleo a tiempo completo. Entre los europeos, esa proporción se reduce al 51,7%. Y otro dato para quienes tienen entre sus responsabilidades diseñar las políticas sociales y de conciliación del futuro. Entre quienes trabajan a tiempo parcial para cuidar de hijos o personas dependientes, el clamor es unánime: lo hacen debido al elevadísimo coste que tienen los servicios encargados de cuidar a niños y enfermos.
En cuanto a la brecha salarial, los datos más recientes hacen referencia a 2014. Ese año, el salario anual más frecuente en las mujeres ascendió a 14.497,9 euros al año, representó el 87,8% del salario más común entre los hombres (16.515,7 euros). En el salario mediano este porcentaje fue del 77,9% y en el sueldo medio bruto, del 76,7%. El INE realiza estos informes porque considera que conocer la población que parte de niveles más bajos de empleo por razones de género y conciliación constituye una información clave para el desarrollo de las políticas sociales futuras. De hecho, esgrime que el logro de crear más y mejores empleos “se conseguirá en parte con la promoción de una mayor flexibilización en las condiciones de trabajo”. La UE trabaja en la estrategia 2020 para generar más empleo de mayor calidad con estos objetivos: que el 75% de los trabajadores de 20 a 64 años estén ocupados, el abandono educativo temprano no supere el 10% y que al menos el 40% de los hombres y mujeres de 30 a 34 años cuente con estudios superiores; así como que el riesgo de pobreza amenace a 20 millones de personas menos.