Superar el ‘síndrome del hermano mediano’
Las medianas empresas representan solo el 2% de los negocios en Europa, pero generan el 30% de los ingresos en la región
En la Fórmula 1, son los pilotos los que reciben el mayor reconocimiento cuando, en realidad, la contribución de cada uno de los miembros del equipo cuenta en la ronda de clasificación para conseguir salir en la pole position. De una forma similar, las medianas empresas representan solo el 2% de los negocios en Europa, pero generan el 30% de los ingresos de la región. A pesar de que cuentan con apoyo oficial por ser el motor económico de Europa, pasan con frecuencia desapercibidas en comparación con los pequeños y grandes negocios, sufriendo el denominado síndrome del hermano mediano.
Estas empresas son un generador clave de valor económico y oportunidades, pero no reciben el soporte necesario para hacer frente a los desafíos comunes de las compañías de su tamaño, descuidándolo a favor de las glamurosas startups o las grandes corporaciones. En concreto, este tipo de compañías señalan dos factores que les impiden crecer: una carga regulatoria especialmente dura y la incapacidad para acceder a financiación a largo plazo.
De este modo, el síndrome del hermano mediano afecta no solo a estas empresas, sino al bienestar económico del continente, ya que el ratio de media de crecimiento de este tipo de compañías en Europa el año pasado fue de 16,5%, con al menos una de cada cinco que crecieron por encima del 30% en un año; un claro signo de éxito, teniendo en cuenta que el contexto de crecimiento en la UE en 2015 es de un 1,8%.
Aunque las medianas empresas se dedican a diversos negocios y se enfrentan a desafíos únicos dependiendo del sector y del mercado en el que se muevan, lo cierto es que hay una serie de temas intrínsecos que afectan a todas. De este modo, al preguntar a las medianas empresas de toda Europa por sus prioridades para los próximos dos años, destacan cinco aspectos clave.
"Las medianas empresas en Europa buscan impulsar su crecimiento mediante la expansión de los productos y servicios actuales y a través de nuevas iniciativas de desarrollo"
El primero es el lanzamiento de nuevos productos y servicios. Las medianas empresas en Europa buscan impulsar su crecimiento mediante la expansión de los productos y servicios actuales y a través de nuevas iniciativas de desarrollo. No en vano, la implementación de nuevas tecnologías ayuda al 25% de las medianas empresas a crear oportunidades de generar ingresos, mientras que al 24% les ha ayudado a mejorar su cuota de mercado.
En segundo lugar, la gestión del crecimiento de la compañía es otra de sus prioridades. Las empresas en mercados maduros, como Francia y Reino Unido, lo identifican como su principal preocupación de cara a los próximos dos años. Este aspecto es especialmente importante para aquellas que están realizando la transición de pequeñas a medianas empresas y necesitan implementar estructuras más formalizadas, procesos e incluso adoptar la mentalidad necesaria para afrontar este crecimiento.
La innovación en los procesos y el uso de la tecnología también se encuentran entre los temas que más les preocupan. Las medianas empresas europeas comprenden la importancia de optimizar los procesos, aunque el 23% reconoce tener dificultades a la hora de implementarlos. La gran mayoría (el 77%) está de acuerdo en que, para ser competitivo, se necesita innovar procesos utilizando la tecnología; pero, desafortunadamente, el 27% está luchando por encontrar la fuente y la tecnología adecuada para impulsar su crecimiento. En aquellas empresas en las que la tecnología está bien desplegada, los beneficios competitivos son claros y el 65% de los que han apostado por el mundo digital dice que la tecnología les ha ayudado a superar a sus competidores.
Incrementar la productividad del empleado es la cuarta prioridad. La mayoría de las medianas empresas (el 65%) tiene dificultades a la hora de atraer el mejor talento, que prefiere trabajar para grandes firmas. Igualmente, el 58% cree que no atrae al talento porque no utiliza las últimas tecnologías digitales. Por tanto, para que pudieran lograrlo, deberían ofrecer las mejores soluciones para trabajar y ser productivos; es decir, necesitan ofrecer tecnologías comparables a las que utilizan los líderes globales.
Por último, invertir en nuevas tecnologías para transformar el negocio es su quinta prioridad y el 26% la contempla como la principal en el plazo de dos años, así como uno de los principales retos a los que hacer frente.
Estas empresas están familiarizadas con la tecnología de consumo, pero no tanto con la tecnología necesaria para sus organizaciones. A veces, incluso necesitan implementar herramientas digitales de comunicación y colaboración, como pizarras interactivas o sistemas de videoconferencia, para adoptar métodos de trabajo más flexibles.
En definitiva, los responsables de las medianas empresas europeas no deben perder de vista en sus agendas que gestionar el crecimiento e invertir en el futuro son aspectos clave de sus responsabilidades. Si están intentando crecer y llevar a sus compañías al siguiente nivel, deben priorizar la tecnología. Este impacto digital es el que puede ayudarles a identificar las palancas adecuadas para avanzar y superar los problemas derivados del síndrome del hermano mediano.
Ramón Martín es director general y COO de Ricoh España.