Los deportistas responden con medallas a los recortes
Igualaron en Río los 17 metales de Londres pese a sumar 85 millones menos para prepararse. El coste de cada medalla en Río ha sido de 9,37 millones de euros.
Las 17 medallas obtenidas por la delegación española en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 son muchas o pocas? Atendiendo exclusivamente a los fondos que han recibido los competidores, podemos darnos con un canto en los dientes. Las subvenciones del Consejo Superior de Deportes (CSD) a las federaciones deportivas van dirigidas en su mayor parte a la alta competición. Las que tuvieron representación en Londres 2012 recibieron 205 millones de euros entre 2009 y 2012, a los que hay que sumar las becas ADO (de manutención para las deportistas de élite), valoradas en el mismo periodo en 38,7 millones. En total, 244 millones.
Las tornas han cambiado en los últimos cuatro años. Las federaciones de los deportes que participaron en Río recibieron 128 millones entre 2013 y 2016, pese a que hubo representantes en 25 especialidades, dos más que en Londres. Los competidores disfrutaron de 30,9 millones en becas ADO en ese mismo periodo, casi un 20% menos que en el ciclo olímpico anterior. Lo que da una cifra total de 159,4 millones.
La diferencia es abultada: España ha dedicado 84,5 millones de euros menos de fondos estatales para preparar la cita olímpica de Río 2016 en comparación con la de Londres 2012, una reducción de casi el 35% en cuatro años. Y eso que en esta ocasión la delegación española, que constaba de 305 deportistas, ha sido mayor que la de entonces, cuando pudieron viajar a Reino Unido 278.
Siguiendo con un análisis económico, el coste de cada medalla en Río 2016 ha sido de unos 9,37 millones, mientras que en Londres 2012, cuya preparación dispuso de más fondos pero se obtuvieron los mismos metales (aunque menos oros), fue de 14,3 millones.
Así se reparte una beca ADO
El programa de becas ADO busca dotar a los deportistas de recursos económicos que les permitan dedicarse en exclusiva a su especialidad, y así, mejorar sus resultados. En el sistema actual hay seis tipos de ayudas. Las becas medalla son las principales.Para obtenerlas, el deportista debe subir al podio en los JJOO o en el campeonato del mundo de su prueba. Si logra el primer puesto, recibirá 36.000 euros fijos (según la disciplina) durante dos años, más una cantidad variable que puede llegar a 24.000 euros. Si en el segundo año, el deportista consigue medalla o diploma en alguna de esas competiciones, mantiene el 100% de la beca. Si no, tiene garantizado el 80%. El criterio se mantiene en el cuarto año, aunque la parte fija baja al 60%.
Los recortes en las cantidades que el Estado destina para las federaciones deportivas han afectado a todas por igual, siendo de una media del 30%. Estas, además, han tenido que cumplir con un plan de saneamiento, ya que en 2011 la deuda acumulada era de 85 millones. En la actualidad, se calcula en unos 60. Unas limitaciones que, durante los últimos tres años, han afectado incluso a los desplazamientos de los deportistas para disputar sus competiciones.
No es extraño que incluso quienes disfrutan de las codiciadas becas ADO, a las que aspira todo deportista y que premian a quien saque buenos resultados, deban pagarse de su bolsillo viajes vinculados con la competición o el entrenamiento. “Cada año presento a la Federación Española de Judo el plan de salidas diseñado para llegar en las mejores condiciones a los campeonatos del mundo”, explica Joaquín Ruiz, seleccionador olímpico de judo y maestro de Fran Garrigós, que compitió en Río en la categoría de menos de 60 kilos. “Suelen dar el visto bueno a financiar viajes a quienes ya tienen buenos resultados, pero hay veces que debemos sufragar parte de los costes. Por ejemplo, si considero necesario que Fran entrene un mes en Japón, a lo mejor no nos pagan esa estancia, o solo parte”, ilustra.
- Resultados dispares
Aunque todas las disciplinas han sufrido estrecheces, de los resultados de Río 2016 y de Londres 2012 se extrae una misma conclusión: las que disfrutan de mayores recursos tienen más fácil tocar metal o, por lo menos, varios diplomas. La federación que más dinero público recibió en ambos ciclos olímpicos fue la de atletismo, con 14,2 millones para Río 2016. Ruth Beitia, en salto de altura, y Orlando Ortega, en 110 metros vallas, consiguieron sendas oro y plata, a las que se sumaron dos diplomas. En Londres, la cosecha se quedó en cuatro diplomas. La siguiente federación con más recursos es la de natación, que engloba tanto las pruebas individuales, como el Waterpolo o la natación sincronizada. Entre las dos últimas citas olímpicas, los deportes de agua contribuyeron al medallero con un oro, cuatro platas y dos bronces, además de ocho diplomas. Sus deportistas fueron los que recibieron una mayor aportación de las becas ADO, un total de 6,2 millones de euros. El piragüismo, el triunfador de Río 2016 para España con tres oros y un bronce, junto a cuatro diplomas, es el tercer deporte que más fondos públicos obtiene: 9,2 millones de euros. En 2012, este deporte obtuvo dos platas y un bronce.
- Del baloncesto al taekwondo
El baloncesto es el séptimo con mayores ayudas, aunque la aportación pública es una cantidad mínima en el presupuesto de su federación. Este se ha consagrado como un seguro de medalla, con la plata del equipo femenino y el bronce del masculino, como también el ciclismo.
Mención aparte merece el taekwondo. Su federación fue la 15ª en percepción de fondos de entre las que compitieron en Río 2016. Pese a ello, sus deportistas consiguieron una plata, un bronce y un diploma. En Londres 2012 fue la 17ª en recursos, lo que no le impidió alzarse con un oro y dos platas. Ejemplo parecido es la halterofilia, con una medalla de bronce y un diploma pese a estar en el vagón de cola en cuanto a fondos. Está por debajo del judo, sin medallas ni en Río ni en Londres.
Caso contrario es la vela, cuarto deporte con más recursos, 8,3 millones, y con un balance de dos diplomas en Río.El remo o la hípica tampoco han rentabilizado en medallas el dinero que han recibido.
¿Y si Madrid no hubiera sido candidata a sede?
La ciudad de Madrid ha intentado tres veces sin éxito ser elegida sede de unos juegos: se postuló como candidata para las citas de 2012, 2016 y 2020. Las candidaturas se defendieron durante los mandatos de Alberto Ruiz Gallardón (2003-2011), excepto la última, cuya responsabilidad recayó en Ana Botella.
Según las propias cifras del Ayuntamiento, la inversión en instalaciones deportivas asciende a unos 500 millones de euros, de los que en torno a 290 corresponden a la Caja Mágica.
Sumando a esa cantidad el desembolso en infraestructuras de transporte, las canidaturas de 2012 y 2016 recibieron unos 6.500 millones. El hecho de tener ya avanzado mucho trabajo fue una ventaja esgrimida en la última ocasión, cuando se peleó por albergar la cita de 2020, ocasión en la que se sumaron otros 1.500 millones. La aventura olímpica de Madrid ha costado unos 8.000 millones, unas 50 veces más de la cantidad dedicada la preparación de los deportistas para Río 2016.