La situación política preocupa a siete de cada diez empresas
"Ya era hora de que los empresarios pudiéramos decir que las cosas no van tan mal", ha dicho hoy el presidente de la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme), Antonio Garamendi, durante la presentación de la séptima edición del Diagnóstico financiero de la empresa española elaborado por esta patronal y la escuela de negocios EADA Barcelona.
Se trata de una exhaustiva encuesta a más de 400 compañías de todos los tamaños sobre la evolución de sus negocios y sus perspectivas para este año, que muestra una mejora generalizada de todos los indicadores empresariales. Así, las ventas han pasado de crecer un 0,3% en 2014 a hacerlo un 3,7% en 2015. El número de empresas que aumentó su facturación pasó en estos dos años del 36% al 57%. Mientras que las empresas que cerraron con beneficios pasaron de ser el 61% del total en 2014 al 69% en 2015.
No obstante, esta mejora generalizada no está exenta de riesgos. Según esta encuesta, la principal preocupación del 76% de los empresarios es "la inestabilidad política nacional". De hecho, Garamendi aseguró que lo que quieren las empresas es "saber en que campo de juego se juega el partido y no saberlo es lo peor". Pese este dato, el profesor de EADA Business School y autor del informe, Rafael Sambola, precisó que los índicadores macroeconómicos de estos primeros cuatro meses --en especial el índice manufacturero PMI que no ha dejado de crecer--, señalan que "la preocupación por la situación política aún no está pasando factura a la actividad de las empresas".
Tras esta preocupación, el 68% de los consultados apunta a los riesgos para la recuperación que supondría una nueva crisis de los mercados financieros; en tercer lugar, la inestabilidad social preocupa al 62% y la inestabilidad autonómica, al 58%. En quinto lugar, el impacto del desempleo inquieta al 54% y la inestabilidad política mundial, al 51%.
El 40% de las empresas que operan en España prevé no hacer ninguna inversión este año por encima de sus amortizaciones o, solo hará inversiones críticas para subsistir, según reflejan los resultados la séptima edición del Diagnóstico financiero de la empresa española presentada ayer por Cepyme y la escuela de negocios EADA Barcelona.
“Este dato es demasiado elevado aún, porque una empresa que no invierte, no crece”, se quejaba ayer el profesor de EADA Business School y autor del informe, Rafael Sambola.
En contraposición a este dato, este informe –que muestra en general una clara mejora de todos los indicadores de actividad empresariales en 2015 y aún mejores en sus perspectivas para 2016– señala que la principal prioridad para el 75% de las empresas en “esforzarse en comercializar sus productos”. Como segunda prioridad está la comercialización de nuevos productos o líneas de actividad, para un 52% y, en tercer lugar, la disminución de los gastos generales, para el 49%.
Según estas cifras, la apuesta por deducir los costes de personal se reduce al 23% de las empresas consultadas. Un año antes, en 2015, fueron el 31% las compañías que apostaron por recortar plantillas para mejorar su rentabilidad;y en 2014, fueron el 39% las que redujeron sus plantillas por el mismo motivo.
Es especialmente llamativo también cómo ha disminuido el volumen de empresas que apostará por reducir los precios para mejorar su rentabilidad. En 2014, un 40% de las empresas abarató sus productos, frente al 29% en 2015 y solo prevén hacerlo el 12% en 2016.
Por el contrario, solo el 4% optó por subir precios para aumentar márgenes en 2014; un 11% lo hizo en 2015 y el 20% lo hará este año.