De la botella de agua mineral a los grifos de África
Auara, Wug y MGC&Co, proyectos impulsados al calor de Sage Forum 2016.
Chicles con propiedades múltiples, agua mineral con un objetivo social, y una boutique de relaciones públicas a medida. Son tres proyectos de emprendedores, que contaron su experiencia en el Sage Forum 2016, organizado por la empresa de sistemas de gestión, nómina y pagos Sage, el pasado 5 de abril en Ifema (Madrid). En el evento participaron 2.000 empresarios, emprendedores y despachos profesionales.
Auara es una marca de agua mineral solidaria, cuyos beneficios van destinados a llevar agua potable a las personas que no la tienen. Antonio Espinosa de los Monteros, consejero delegado de la compañía, recordó que el agua “es todo: la bebes, cultivas con ella, permite tener higiene, fabricas la ropa”. El objetivo de la compañía, de aquí a 2020 es asegurar el acceso a agua potable a 50.000 personas. "Nos comprometemos con proyectos concretos, co-financiamos, co-gestionamos, nos implicamos", aseguran. De momento, llevan agua potable a Benin y a Camboya. El consumidor puede saber qué proyecto se financia con el código de barras de la botella.
Espinosa reconoce que su proyecto no tiene “mucho que ver” con una empresa, pero le dieron esa forma, de empresa social en concreto. “Teníamos la idea, faltaba nombrar el concepto. En España empieza a haber empresas de ese tipo”.
Eligieron vender agua mineral porque “la conexión era muy directa”. Para ser coherentes con su fin social, había que desarrollar la empresa de forma sostenible. “Auara va a ser la primera marca en Europa que se fabrica con plástico reciclado. Tiene un ecodiseño de base cuadrada, que se transporta mejor, pero eso nos ha traído muchas dificultades, como ocurre cada vez que te sales de lo estándar”.
Al principio contaron con el apoyo del grupo Calidad Pascual, que les dieron “el know-how industrial”. Y luego, con rondas de financiación, primero con familia y amigos, y posteriormente con una gestora de patrimonio que se interesó. “El agua”, explicó Espinosa, “es un negocio de volumen. Hay que vender a partir de millones, requiere un circulante importante porque los supermercados pagan tarde. La parte de financiación ha sido dura”.
Todo tipo de chicles
Los chicles WUG sacian, energetizan, vigorizan, broncean, relajan y quitan la resaca. Su presidente José Luis Rojano relató su origen: “Hace cuatro años un ingeniero de telecomunicaciones cordobés, que soy yo, y un empresario catalán de cava, conocimos los chicles con cafeína de los kits de supervivencia de los marines estadounidenses. Hay multitud de estudios que dicen que lo que masticas se asimila más rápido que lo que digieres”.
Así que decidieron lanzar una serie de chicles funcionales, que aportan más que sabor, destinados a deportistas y todo tipo de personas. En año y medio que llevan funcionando ya venden a siete países.
Para financiarse, arrancaron “a pulmón”, es decir, con recursos propios. “Éramos muy jóvenes, y nuestra inversión era muy fuerte, porque los ingredientes los comprábamos en Italia, Alemania, etc.
Los bancos no nos hacían caso, ahora nos buscan”. La inversión era alta, porque tienen 17 patentes mundiales, pero ya están consiguiendo rentabilizarla.
Marian Gómez-Campoy, directora de la boutique de relaciones públicas MGC&Co, explicó que su sector “es bastante tradicional, en el sentido más general de la palabra. Agencias de comunicación hay muchas, pero boutique de relaciones públicas hay menos”. Es la tercera iniciativa de Gómez-Campoy, que decidió hacerla “más personalizada. El mundo del trabajo había cambiado para siempre, las marcas personales cobraban más importancia.”
Su línea de negocio es incrementar la visibilidad de las personas, y para las marcas no personales, trabajan servicios individualizados. “Todo el mundo, de cualquier tamaño, puede crear su propia marca personal. El ascenso en los objetivos es brutal. Las empresas son las personas, la marca personal redunda en el producto, en la seguridad ante los clientes”.