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Líderes para el cambio que viene

2016 tiene que ser un año diferente, sea porque nuestra gran recesión comienza a superarse, sea porque China y otras economías apuntan hacia su propia ralentización o sea porque es el año de nacimiento de Roy Batty en esa ficción deliciosa que es Blade Runner. El clima de negocios internacionales, en España parece apuntar ese cambio.

En este contexto, la educación ejecutiva tiene que ampliar su rango de materias y fortalecer la adquisición de nuevas competencias directivas, que conformen una suerte de inteligencia directiva adaptada a los nuevos tiempos. La inteligencia directiva consiste en la capacidad de articular una respuesta para que las organizaciones adquieran una ventaja competitiva sostenible, que no se fugue con uno o dos personas y que apueste por el largo plazo. En mi opinión, es la inteligencia directiva lo que crea la estrategia y la innovación.

En su informe “The Future of Jobs” que ha publicado el World Economic Forum se apuntan 10 tendencias que serán relevantes en 2020 y que los futuros líderes deben adquirir en este tiempo. Estas competencias no sustituyen a las propias del negocio, sino que complementan y desarrollan nuevas habilidades. Las 10 competencias que se señalan son las siguientes (traduzco el punto, mientras que el comentario es interpretación mía).

  1. Resolución de problemas complejos. En los informes estratégicos al uso se subraya tal o cual factor coyuntural, pero se olvida que son las estructuras lo que están cambiando.
  2. El pensamiento crítico. Analice a quién pide opinión. Si se le parece, cambie de hábitos y de equipo asesor.
  3. La creatividad. Consiste en la capacidad de ofrecer soluciones diferentes, que se planten ante el statu quo o bien que unan los puntos de otra forma. La creatividad asusta a quien quiere controlar los procesos de la compañía.
  4. Gestión de personas. Si no cuenta con una hoja de ruta para el talento y para atender las necesidades de los millenials, empieza a ser urgente. Ellos pueden salvar la compañía y promover la creatividad.
  5. Coordinación con terceros. En la sociedad red, importa más el equipo que el individuo. No cabe ya el proyecto individual, dada la creciente complejidad del entorno.
  6. Inteligencia emocional. La empatía, la capacidad de ponerse en el lugar de terceros, es la esencia de la negociación. Sin ella, su negocio está muerto.
  7. Juicio y toma de decisiones. La incertidumbre está aquí. Aprendamos a vivir con ella y rechacemos que “tenemos controlada la situación”.
  8. Orientación al servicio. Cualesquiera que sea la industria o actividad económica, esta orientación permite crear valor, negocio y empleo. La obsesión por el producto perfecto, antes de tener un cliente o un mercado, produce monstruos.
  9. Negociación. ¿Cómo avanzamos si no nos entendemos con la diversidad?
  10. Flexibilidad cognitiva. Resilencia. Será la palabra de moda, ya lo verán. Consiste en la capacidad de aprender, gestionar y cambiar ante lo inesperado.

En suma, si apuestan por la formación continuada, busquen programas ejecutivos que oferten algo más que un MBA clásico. Ese tiempo, el de la estabilidad y el control, ha pasado. Bienvenido sea 2016.

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