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El petróleo está al filo de su nivel más bajo desde 2004

Un nuevo desplome del crudo hace que el Ibex ceda un 7% en diciembre

Imagen de una casa de valores en China.
Imagen de una casa de valores en China. AFP (AFP/Getty Images)

Media sesión. Eso es lo que queda para que concluya el mes y el año. Diciembre ha sido un mes complicado para los inversores. A la inestabilidad política que ha traído consigo la celebración de las elecciones generales se suma la caída del precio del crudo y la incertidumbre despertada por la actuación de los dos grandes bancos centrales.

En este escenario, el Ibex 35 que este mes firmó su peor racha en la historia al encadenar diez sesiones en negativo, concluye el día con un descenso del 0,29%. A la espera de conocer lo que suceda mañana durante la media sesión, el índice de referencia de la Bolsa española cae un 7,1% en el mes, el peor desde mayo de 2012. Pero si se comparan los meses de diciembre había que retroceder a 2002 para encontrar un diciembre tan malo.

La misma tendencia bajista se repitió en el resto de plazas europeas. Hoy, el farolillo rojo de la sesión ha sido el Mib italiano que se dejó un 1,12%. Le siguieron el Dax alemán (-1%), el Euro Stoxx (-0,79%), el Footsie británico (-0,64%) y el Cac francés (-0,52%). Al otro lado Atlántico, los principales índices estadounidenses se teñían de rojo con caídas cercanas al 0,4% a media sesión. 

Este miércoles las ventas se han visto propiciadas por un nuevo desplome del precio del crudo. La negativa de Arabia Saudí a reducir su producción de petróleo, a pesar de las dificultades a las que se enfrenta el país del golfo pérsico por los bajos precios del oro negro, ha sido una de las principales razones que ha llevado al barril de crudo Brent a situarse al filo de su mínimo de 11 años. Arabia Saudí, que ha visto como su déficit ascendía un 15%, ha asegurado que cuenta con un amplio programa de reformas económicas, fiscales y estructurales para reducir su dependencia del petróleo, sin que esto suponga además una modificación de su producción diaria.

El otro acontecimiento que ha servido de acicate para los descensos del precio del oro negro ha sido la publicación de los inventarios de crudo en EE UU que han subido en 23.000 barriles diarios, llevando la cifra hasta los 9,2 millones de barriles por jornada.

El otro foco de incertidumbre de la sesión ha sido los fantasmas que sobrevuelan la economía china. La debilidad del gigante asiático es una de las razones que justifica los descensos del precio de las materias. Ayer, y según informaciones de Reuters, Pekín ha paralizado las operaciones en yuanes de los bancos extranjeros, debido a la cada vez mayor diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de mercado. La divisa china cotiza en mínimos de cinco años y su diferencia es aprovechada por los bancos para ganar dinero comprando yuanes en Hong Kong para venderlos en Shanghái.

En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años se situó en el 1,77% frente al 1,8% de ayer mientras la prima de riesgo 114 puntos básicos, cinco menos que ayer.

Al cierre de los mercados europeas, el euro se cambia a 1,09 billetes verdes.

Balance mensual

Si por algo se caracterizan las últimas sesiones del año suele ser por su escaso volumen de negociación. De hecho, este miércoles se negociaron en el parqué madrileño 1.600 millones, la mitad que la media mensual.

A lo largo del último mes del año uno de los acontecimientos que más ha pesado sobre la mente de los inversores ha sido la celebración de las elecciones generales. Si en las sesiones previas a los comicios los inversores ya se mostraban inquietos, el desenlace no ha servido para disipar las dudas. La falta de mayoría para la formación de un Gobierno y las dificultades para alcanzar un pacto entre las diferentes formaciones políticas hacen prever más semanas de volatilidad en la que las declaraciones de los líderes de los partidos será seguidas muy de cerca por los inversores.

Pero si por algo se ha caracterizado el último mes ha sido por las medidas adoptadas por el BCE y la Reserva Federal. El encargado de dar el pistoletazo de salida fue Mario Draghi. El presidente de la institución europea elevó la tasa que deben pagar los bancos por dejar su dinero en la hucha del BCE con el objetivo de contribuir a la concesión de créditos. La medida, que ya había sido descontada por el mercado, vino acompañada de la extensión del programa de compra de deuda hasta marzo de 2017. El banquero italiano se guardó bajo la manga otras iniciativas como la ampliación del volumen de compras mensuales, fijado en los 60.000 millones.

El BCE cumplió con su palabra de tomar cartas en el asunto para contribuir a la recuperación y la estabilización de los precios, pero pese a todo, los inversores no acogieron las noticias con los brazos abiertos. Las Bolsas descendieron, las rentabilidades de los bonos repuntaron y el euro subió frente al dólar. Los expertos consideran que esta razón se debe a que el mercado esperaba todavía más.

Semanas después fue el turno de la Reserva Federal que, tras numerosos aplazamientos, anunció el primer alza de tipos desde 2006. El incremento en 25 puntos básicos del precio del dinero pone fin a siete años de tipos a cero. 

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