Las empresas y los objetivos de desarrollo sostenible
Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales. Estamos resueltos también a crear las condiciones necesarias para un crecimiento económico sostenible, inclusivo y sostenido, una prosperidad compartida y el trabajo decente para todos, teniendo en cuenta los diferentes niveles nacionales de desarrollo y capacidad”. Así reza el tercer punto del documento Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas, que se reunió entre el 25 y el 27 de septiembre.
El desafío para el sector privado: empresas, sociedad civil, instituciones educativas, etc., es contribuir al cumplimiento de esos objetivos. Después de los objetivos de desarrollo del milenio, que se han cumplido de forma desigual, el documento citado destaca la erradicación de la pobreza como el objetivo primordial de la nueva Agenda de Desarrollo, que tiene en su núcleo la integración de las dimensiones económicas, sociales y ambientales. La Agenda del Desarrollo Sostenible es una llamada dirigida a todos los países, pobres, ricos y de ingresos medios. En la medida que los estados se comprometen en este viaje colectivo, asumen que nadie se verá marginado. Las cinco pes –personas, planeta, prosperidad, paz, y partenariado–, resumen el amplio alcance de la Agenda.
La Red Española del Pacto Mundial ha llevado a cabo una consulta entre sus socios sobre el desarrollo de la Agenda Post-2015. La consulta se realizó en dos fases, en la primera las empresas participantes cumplimentaron una encuesta enviada por Global Compact cuyos resultados se remitieron agregados el pasado 1 de marzo.
El objetivo principal era obtener aportaciones de las empresas españolas para la nueva agenda de las Naciones Unidas a partir de los resultados de la encuesta realizada. En este sentido, de acuerdo con los principales resultados de la encuesta, las empresas españolas han señalado la importancia de las alianzas público-privadas para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Consideran que deben centrarse en experiencias concretas (productos y servicios) de las empresas, para que los problemas puedan resolverse de forma más rápida; para ser eficaces, deben evitar un exceso de trámites burocráticos y además, las empresas piden ser consideradas no solo como un socio financiero, sino también como un socio experto.
Las cinco áreas que las empresas participantes identificaron como prioritarias para esta nueva agenda de los ODS fueron:
- Erradicación de la pobreza.
- Agua y saneamiento.
- Cambio climático.
- Educación.
- Derechos humanos.
Según la encuesta, las empresas españolas opinan que los objetivos y las metas deben ser adaptados a nivel local y no a nivel global, ya que los retos de cada país, si se abordan desde el contexto local, se facilitará su cumplimiento. Asimismo, en relación al objetivo de erradicar la pobreza, se señaló la importancia de promover el emprendimiento y asegurarse de que el crecimiento económico es sostenido a lo largo de los años y beneficia a todos.
Hemos realizado un ejercicio de mapeo post-2015, con el que hemos identificado las prioridades del sector privado español para contribuir de forma efectiva a los ODS. Por eso sabemos que las empresas españolas poseen la capacidad y la voluntad para liderar las transformaciones que propone la nueva Agenda de Desarrollo Post-2015. Los principales retos identificados dentro de nuestro país pasan por reducir la exclusión social, mejorar la educación y resolver el problema del desempleo masivo.
Durante los últimos años, muchas empresas españolas han asumido responsabilidades y han realizado proyectos de desarrollo sostenible en el marco de su responsabilidad social corporativa. Los ODS establecen un marco común a nivel internacional, lo que proporciona a las empresas una agenda específica para conocer qué temáticas trabajar y cómo encuadrar sus contribuciones en materia de desarrollo.
“Los objetivos de desarrollo sostenible pueden cumplirse en el marco de una Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible revitalizada, con el apoyo de las políticas y medidas concretas indicadas en el documento final de la Tercera Conferencia Internacional sobre la financiación para el desarrollo, celebrada en Addis Abeba del 13 al 16 de julio de 2015 (...) Reconocemos el papel que desempeñan los diversos integrantes del sector privado, desde las microempresas y las cooperativas hasta las multinacionales, y la función de las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones filantrópicas en la implementación de la nueva Agenda”, afirma un párrafo del documento citado.
El trabajo que espera Naciones Unidas del sector privado pasa por la identificación de los cauces adecuados a través de los cuales las empresas se posicionen definitivamente como motores de desarrollo.
Además de las acciones individuales llevadas a cabo por las entidades, es muy importante participar en una alianza global por el desarrollo. Esto implica que todos los organismos, tanto públicos como privados, han de compartir conocimientos, experiencia, tecnologías y recursos financieros para apoyar el logro de los ODS en todos los países del mundo, creando alianzas estratégicas eficaces. Solo de esta forma, las prioridades y objetivos de gobiernos, sociedad civil y sector privado confluirán y producirán un esfuerzo conjunto capaz de conseguir que el desarrollo sostenible sea una realidad.
Y este escenario es el que más beneficia a las empresas. Solo en entornos prósperos, estables, inclusivos y transparentes se obtendrán beneficios a largo plazo y viceversa: solo en lugares donde se cuente con un sector empresarial sólido, transparente y sostenible se lograrán sociedades prósperas. Me parecen especialmente relevantes tres aspectos.
En primer lugar, participar en proyectos ligados a los ODS permitirá a las empresas acceder a nuevos mercados y oportunidades de negocio, más allá de las propias fronteras, adquiriendo además la licencia social necesaria para poder desplegar sus actividades comerciales y expandirse.
En segundo lugar, cada uno de los objetivos de desarrollo sostenible necesita soluciones innovadoras y servicios específicos (por ejemplo las energías renovables, el agua y saneamiento o la lucha contra el cambio climático). En los próximos años, los ODS concentrarán un gran número de inversiones públicas y privadas para encontrar estas soluciones, lo que supone una oportunidad de negocio real para las empresas.
Y por último, el camino hacia el liderazgo: las empresas pueden posicionarse como una fuerza positiva a través de la contribución a los ODS, dentro y fuera de nuestras fronteras, y conseguirán llevar sus políticas de responsabilidad social corporativa a un nuevo nivel, alineadas con la nueva agenda global de Naciones Unidas.
Àngel Pes es Presidente de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas.