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El banco europeo es el principal suscriptor de las colocaciones de compañías medianas

El comprador de los ‘pymebonos’, el BCE

Diversificar las fuentes, asegurarse el crédito

En las vías de financiación de las pymes se abren nuevos horizontes con la titulización de bonos. No se trata de sustituir el crédito bancario sino de complementarlo porque, además, no es un mercado abierto para todas las pymes, sino para las medianas y grandes. Se requiere una facturación mínima de unos 20 millones de euros.

Creado en octubre de 2013 para facilitar la captación de recursos por parte de las empresas, el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) ha realizado en el primer semestre del año 20 emisiones, con un volumen total de 1.135 millones de euros.

La titulización forma parte del proyecto de Unión de Mercados de Capitales de la Unión Europea. Enrique Pérez-Hernández, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), considera que tal y como está configurado, el MARF tiene un gran recorrido. “Hace falta un cambio de cultura empresarial, es decir, que las pymes medianas y grandes se den cuenta de que no pueden seguir dependiendo del crédito bancario”.

Hoy por hoy, el Banco Central Europeo es quien compra las carteras de bonos emitidos por pymes. “Es el mayor valedor de financiación barata”, resalta Adolfo Estévez, director de Axesor Rating, la agencia de calificación crediticia española que ha participado en todas las emisiones corporativas realizadas en el MARF. “El mercado real de colocación de bonos a inversores no está activo porque, de momento, es el BCE el comprador más interesante”.

El BCE es quien está comprando las carteras de bonos emitidos por pymes

Estévez añade que la operativa que están siguiendo las entidades financieras es reunir carteras de pymes, estructurarlas con fondos de reserva y subrogación de bonos para descontar los tramos con rating triple AAA y doble AA con el BCE para obtener financiación barata.

En la actualidad, insiste Estévez, “la financiación barata a las pymes la proporciona el BCE, que está comprando esas carteras de bonos. Por consiguiente, el inversor final no existe. “En la medida en que el BCE se retire del mercado cuando mejore la economía, aparecerán los inversores. Por ahora, los bancos saben que pueden descontar las operaciones de pymes a tipos muy atractivos, por tanto, están dispuestos a prestar a tipos igualmente atractivos”.

La titulización es parte del proyecto de unión de los mercados de capitales

Carlos Stilianopoulos, director general de la sociedad de valores Beka Finance, no tiene la menor duda de que la titulización va a jugar un papel clave en la financiación de las pymes. Actualmente, apunta, el mercado está operando en dos niveles diferentes. Por un lado, las titulizaciones de préstamos tradicionales de entidades financieras a pymes. “Estas operaciones continúan estructurándose para obtener liquidez del BCE”.

Por otro, se han emitido y colocado operaciones más pequeñas procedentes del sector empresarial, en parte a través de colocaciones privadas y, en otros casos, a través del MARF. “Hasta que la titulización más tradicional no empiece a colocarse en el mercado, es en el segundo nivel donde esperamos crecimiento”, aclara. Stilianopoulos añade que el mercado de capitales y las fuentes de financiación alternativas no van a cubrir el déficit de crédito de las pymes en los próximos años, pero sí van a disminuirlo.

La empresa necesita un tamaño mínimo para que la operación pueda ser viable

Enrique Pérez-Hernández incide en la necesidad de desarrollar los mercados de capitales para que las pymes puedan obtener recursos fuera del circuito bancario. “El Tesoro está haciendo un gran esfuerzo para mejorar el escenario y las condiciones para que poco a poco se elimine la dependencia de la financiación bancaria, un problema secular de la pyme que arrastramos desde hace mucho tiempo y que nace de la estructura económica española”. La pyme está muy endeudada y eso dificulta su crecimiento y la creación de empleo. “Hay que darle tiempo al MARF”, apunta.

El Anuario del MARF 2015, elaborado por el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) y patrocinado por Axesor, indica que la unificación de mercados de capitales en Europa, la creación del mercado paneuropeo de colocación privada o la reactivación de las titulizaciones son algunas de las medidas que se están impulsando y que permitirán a las empresas, sobre todo a las pymes, tener a su disposición alternativas de financiación flexibles y baratas. El desarrollo de estas herramientas ayudará también a equilibrar la dependencia bancaria de las empresas.

¿Ha sido castigada la titulización por la crisis? Carlos Stilianopoulos afirma que “se consideró uno de los causantes de la crisis, y eso dio lugar a un endurecimiento del marco regulatorio de este tipo de operaciones, sobre todo en lo referente a capital y liquidez para bancos y aseguradoras”. “Los problemas reputacionales han derivado principalmente de las titulizaciones americanas, pero, desde nuestro punto de vista, se debieron más a los procesos de generación del subyacente y del modelo de negocio originación/distribución que de la titulización en sí”, explica.

Pero en Europa no hay razones para la desconfianza: “Tanto la titulización europea como la española han tenido muy buen comportamiento, tanto en términos absolutos (impagos a nivel de empresas con calificación AAA, de alrededor de un 1% en Europa desde el comienzo de la crisis) como si se compara con las operaciones en Estados Unidos, donde el impacto de las hipotecas subprime ha marcado una evolución bastante peor (impagos en torno al 18% en el mismo periodo)”, afirma.

En cuanto al perfil de las pymes que optan por esta vía de financiación, Stilianopoulos dice que el abanico es muy amplio. “De forma general, y considerando que siempre puede haber excepciones, la empresa necesita tener un tamaño mínimo que haga la operación viable, unos flujos de caja recurrentes generados por su negocio que sean relativamente predecibles y una capacidad de reportar la información requerida por los inversores”. Desde 2013 ha habido más de 40 empresas que nunca antes habían lanzado bonos, lo han hecho por primera vez y, aunque se siguen financiando con los bancos, han abierto otras vías, sobre todo para inversiones a corto plazo.

Es importante diferenciar entre una empresa que puede acceder de forma directa al mercado de capitales y otra que se ve beneficiada de la disponibilidad de liquidez en los mercados, que son las más pequeñas, subraya Adolfo Estévez. “Cada vez más, empresas medianas y grandes van a emitir de forma directa para diversificar fuentes y limitar su dependencia de los bancos, apunta Adolfo Estévez.

Respecto a las pequeñas, señala que, en la medida que la prima de riesgo en España se mantenga al nivel actual y los mercados secundarios se sigan desarrollando, tanto bancos como gestoras, u otros entes del mercado, podrán titulizar sus préstamos individuales a tipos atractivos, lo cual repercutirá positivamente en ellas. También indica que es un buen momento para alargar plazos y cerrar financiación a largo plazo, y advierte del error que supone buscar financiación alternativa cuando vienen mal dadas.

Todas las operaciones realizadas este año han tenido una demanda muy superior a su cuantía. Las emisiones de bonos y obligaciones más relevantes han sido las siguientes: Auriga, la primera, de 20 millones de euros; Sidecu, 55 millones de euros; Autovía de la Plata, 184,5 millones de euros; dos emisiones del grupo Pikolin de 10 y 20 millones de euros cada una; MásMóvil, 27 millones de euros, y Viario, que ha emitido 47 millones de euros. A estas operaciones hay que añadir los programas de pagarés de Elecnor, Tubacex, Europac, Barceló y Copasa.

¿Qué requisitos son necesarios para emitir?

Dados los costes de transformación de las operaciones para emitir bonos de titulización, se necesita un volumen mínimo para conseguir economías de escala. “Estamos hablando de, al menos, 50 millones de euros”, precisa Carlos Stilianopoulos. “Aparte de ello, los requisitos de información son muy similares a cualquier operación de financiación de mercado de capitales. Pensamos que ese proceso de preparación de información para los inversores es positivo para las pymes, pues les permite aprender cómo las percibe el mercado, ajustarse a los requerimientos de transparencia e información de inversores institucionales y, en algunas ocasiones, hasta ver su negocio desde otra perspectiva”. Este es el tamaño estándar en las emisiones listadas en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). En este mercado son también aconsejables unas cifras mínimas de negocio y máximas de apalancamiento, así como cierto grado de internacionalización, que permita la obtención de un rating BB, apunta Stilianopoulos. “No son restricciones legales, sino tan solo consideraciones a tener en cuenta, y no se trata, por lo tanto, de líneas infranqueables. A modo de ejemplo, desde Beka Finance se actuó como director de la emisión de bonos a cinco años de Audax, con un importe de 21 millones de euros”, concluye.

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