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Las acciones B se disparan un 51% en los últimos tres días

Abengoa fulmina la financiación que ha dado alas a los especuladores

Santiago Seage, consejero delegado de Abengoa.
Santiago Seage, consejero delegado de Abengoa.Pablo Monge

Abengoa ha optado por erradicar la fórmula de financiación que ha disparado la rentabilidad de su deuda en las últimas semanas. El 1 de octubre de 2014, puso en marcha un método para obtener liquidez a través de deuda respaldada por derivados de crédito (CDS, por sus siglas en inglés).

Lo hizo a través de una sociedad, denominada Abengoa Greenbridge, que emitía bonos; a su vez, una entidad financiera los compraba y después los revendía a su conveniencia. Es más, fuentes conocedoras del mecanismo de financiación explican que esos bonos han sido colocados a inversores particulares.

Desde que puso en marcha esta palanca para obtener liquidez, Abengoa ha logrado unos 300 millones. De esta cantidad, ingresó unos 90 millones en el segundo trimestre del presente ejercicio.

El efecto perverso de esta liquidez está en que detrás de ella están los famosos CDS (credit default swaps), cuya misión era garantizar el cobro de la deuda, en caso de un eventual impago.

Así, la propia Abengoa, a través de este programa de financiación -denominado october 2014 notes program en la SEC y senior unsecured CDS backed note, en el Borme español-, fomentó el uso de estos instrumentos, que han desatado un apocalipsis en su deuda y en sus acciones. En última instancia, los CDS han cerrado con candado su puerta a nuevas vías de financiación. Abengoa negocia ahora con varios bancos para tratar de que estos le aseguren una ampliación por 650 millones.

El 23 de julio, los CDS para asegurar la deuda de Abengoa a cinco años se disparó a los 1.500 puntos básicos desde los menos de 1.000 puntos básicos de inicios del mes pasado. El 6 de agosto cerraron cerca de los 3.400 puntos básicos. Es decir, asegurar 10 millones de euros de deuda implicaba un coste de 3,4 millones. Ayer, tras conocerse los avances en las negociaciones de la compañía con la banca cayeron hasta el entorno de los 2.500 puntos. La deuda de Abengoa ha sido la principal damnificada por estos derivados, punta de lanza de los especuladores para provocar movimientos aberrantes en la renta fija. El rendimiento de los bonos que vencen en siete meses llegó a superar el 108% –por el desplome de su precio, que se mueve de forma inversa al interés–, pero ayer bajó al 34%. La deuda que expira en 2020 ofrecía un 20%, frente al máximo del 30%.

800 millones es la previsión de flujo libre de caja de Abengoa para 2015. La ha bajado desde los 1.400

Una portavoz de Abengoa explica que el programa de Abengoa Greenbridge era “bilateral privado” y que los bonos no cotizan en Bolsa, a diferencia de las diferentes emisiones públicas que ha realizado Abengoa a través de otras de sus sociedades. “Se caracterizan por una diversidad de fechas de vencimiento original que varían entre 33 y 62 meses desde la fecha de emisión”, explican desde el grupo de ingeniería.

En la conferencia exprés convocada a las 19:30 del pasado 23 de julio, Santiago Seage, consejero delegado de la compañía, aseguró que se acabaría con esta fórmula de financiación, ya que el uso que se hacía de los CDS estaba distorsionando la cotización de los bonos. Además, Abengoa anunció la unificación de las garantías de su deuda, equiparando los bonos sénior a los convertibles y canjeables. El objetivo, que ahora está logrando, es poner fin de una vez a la especulación.

La compañía sube un 51% en los últimos tres días

Abengoa ha empezado la semana con buen pie en la Bolsa, registrando una subida del 51,4% entre el lunes y el miércoles, hasta los 1,13 euros por título. Las acciones B, que cotizan en el Ibex, tienen un voto cada una, frente a las A, que cuentan con 100 derechos de voto cada una. Estas últimas han ganado un 2,89% en los últimos tres días, hasta los 1,67 euros por título.

La compañía pretende llevar a cabo una ampliación de capital para levantar 650 millones de euros, que se realizará con acciones de ambas clases, han indicado a este diario fuentes conocedoras de la operación. Además, se prevé que la junta extraordinaria para dar luz verde a la ampliación se celebre en septiembre, según esas mismas fuentes. La compañía ni confirma ni desmiente esta fecha.

Por otro lado, Reuters afirmó el martes que HSBC, Santander y Crédit Agricole han firmado un preacuerdo con Abengoa para asegurar la ampliación, aunque los contratos definitivos aún no han sido suscritos. Las entidades, consultadas por este medio, no han podido facilitar detalles al respecto.

La citada agencia de noticias también indicó que Bank of America Merrill Lynch y Citi están estudiando entrar en la operación, pero aún no han tomado una resolución definitiva, hasta ver cómo avanzan las ventas de activos –por un total de 500 millones de euros– que, según anunció Abengoa, se llevarán a cabo a partir de septiembre.

Fuentes consultadas por Reuters apuntan que Blackrock participará junto a la energética First Reserve, como socio al 50%. Además, se espera que Inversión Corporativa, sociedad controlada por la familia Benjumea, acuda a la ampliación, aunque se desconoce con qué porcentaje.

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