Los directivos tecnológicos se reivindican en la empresa
Los CIO ya se han especializado en Big Data (CDO) y tecnología (CTO) La inteligencia emocional, clave para que el directivo digital sea un líder
La presencia del chief information officer (CIO) en las empresas hace tiempo que dejó de ser una rareza. Este ejecutivo es el responsable de implantar, gestionar y controlar las tecnologías de la información en las compañías, así como de luchar por adaptar la cultura corporativa a los nuevos tiempos.
El creciente peso que está ganando el componente tecnológico en todos los negocios, independientemente del sector en el que se enfoquen, ha llevado incluso a la especialización del CIO. Ya se empieza hablar de CDO (chief data officer), centrado en la gestión de datos que aporta el big data, y CTO (chief technology officer), que se ocupa de la infraestructura tecnológica.
Cerca de 150 directivos de tecnologías de la información se reunieron esta semana en Madrid para poner en común experiencias y hablar sobre los retos de su profesión. Uno de los principales: lograr la cooperación total del resto de departamentos.
Las mejores iniciativas en liderazgo digital
El evento de Cionet se cerró con la entrega de los Premios al Liderazgo Digital. El Grupo PRISA se impuso en la categoría de grandes empresas. El encargado de recoger el galardón fue Óscar Gómez, director de organización, recursos y tecnología de la compañía y miembro del consejo asesor de Cionet.
El ejecutivo habló de la profundidad que ha alcanzado la transformación digital del grupo y de la importancia de lograr monetizar estos cambios. También subrayó el que a su juicio es uno de los mayores avances de la compañía en este terreno: “De lo que más orgullosos nos sentimos”, dijo, “es de que más de dos millones de chavales estudien con nuestros sistemas educativos digitales, que ya pesan casi 200 millones de euros en el ebitda. Esto era impensable para nosotros hace tan solo cuatro o cinco años”.
HM Hospitales se hizo con el premio dirigido a medianas empresas, mientras que el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) de la Generalitat de Cataluña logró la distinción reservada al sector público.
“Necesitamos que los directores financieros, comerciales y de producto entiendan nuestro idioma y contribuyan a nuestra causa”, resumió de forma gráfica Cristina Álvarez, CIO de Telefónica España, durante la asamblea de Cionet. Esta asociación es la mayor comunidad europea de directivos tecnológicos, con más de 5.000 ejecutivos asociados. Unos 700 de ellos son españoles, país en el que opera desde 2009, y más de un centenar asistieron el miércoles al evento organizado por Cionet en el Hipódromo de la Zarzuela, en Madrid.
El networking es una de las razones de ser de esta red social. De ahí que sus miembros decidieran en asamblea la creación de grupos de trabajo para tratar, de forma informal pero continuada, algunos de los aspectos que más interesan a los CIO. Internacionalización, digitalización, offshoring o la creciente presencia femenina entre los directivos se cuentan entre ellos.
Inteligencia emocional
Los directivos tienen una buena formación técnica (licenciatura, máster y MBA se dan por seguros), pero no se les forma en inteligencia emocional. “Tenemos que aprender a trabajar con personas, y eso desafortunadamente no se enseña en las escuelas”, apuntó a la audiencia Catalina Pons, profesora de comunicación personal y liderazgo de Esade. El concepto de inteligencia emocional, explicó, se acuñó en los años noventa, y desde entonces se ha mantenido como una competencia menor. “Pero los últimos estudios han constatado que es hasta dos veces más importante para el directivo manejarse bien en esa dimensión que tener unos buenos conocimientos técnicos”, aseguró Pons.
¿Qué hace falta para tener una buena inteligencia emocional? Un buen conocimiento de uno mismo, autocontrol para no estallar con el equipo, motivación, empatía, escuchar y ayudar. “Hay que crear un clima de coaching con los subordinados. Deben tener la seguridad de que pueden ir a tu despacho a resolver sus problemas. Por eso es tan importante ser constante y no estallar, por mucha presión que se tenga”, resumió Pons. Quienes consiguen llegar a ese punto son los auténticos líderes; el resto se quedan en superiores.
“Los trabajadores no se van de las compañías, sino de sus jefes”, coincidió José Manuel Mas, director general de Experis España, en el coloquio posterior a la conferencia. “La importancia de la inteligencia emocional aumenta cuanto mayor es la responsabilidad del directivo”, añadió.
La nadadora paralímpica Teresa Perales ofreció su propia versión del líder: “Es quien tiene que invitarte a tirarte a la piscina. En mi caso fui yo, y lo hice literalmente: aprendí a nadar a los 20 años”, explicó. Y recordó que tiene mucho en común con Michael Phelps: “Él también tiene 22 medallas olímpicas”.