La crisis ha modificado los hábitos de consumo de los españoles. Seis de cada diez personas han tenido que dejar de lado actividades vinculadas con el ocio, la restauración y el tiempo libre, tal y como recoge un estudio elaborado por IPSOS España sobre los patrones de ahorro adquiridos por los ciudadanos a raíz de la recesión económica.
Durante estos años el 83% admite que ha seguido algún tipo de actuación relacionada con el ahorro, que en el caso del colectivo de los desempleados alcanza el 96%, una cifra muy superior a las de las personas con ocupación (81%).
No sólo han dejado de acudir a los bares, ya que a la hora de mirar por su bolsillo, 7 de cada 10 ha basado su ahorro en la compra de productos en oferta o en promoción, seguido por el 64% que optó por adquirir marcas blancas o el 62% que se decantó por reducir el gasto en calzado y textil.
Pero sin lugar a dudas, el gran damnificado por la crisis ha sido el sector de bienes de gran consumo. 6 de cada 10 españoles ha optado por acudir menos a los restaurantes y bares, además de disminuir también su visita a actividades culturales como puede ser el teatro, cine o escapadas de fin de semana. El comportamiento de estos ha sido quedarse en casa y consumir en el hogar aquellas bebidas y comidas que antes tomaban en los establecimientos hosteleros, pero el 78% de los que que han reducido sus visitas a los bares admite que el primer comportamiento que les gustaría normalizar después de esta época de contención sería recuperar las visitas a los restaurantes y cafeterías.
Algo similar ocurre con aquellas personas que decidieron suprimir el cine o el teatro para ahorrar. El 77% asegura que le gustaría volver a invertir dinero en este tipo de actividades una vez que vuelva la normalidad. El 73% apostaría por comprar ropa y calzado con más frecuencia, seguido por el 61% que recuperaría ciertos hábitos domésticos como incrementar el consumo de electricidad y gas.
A pesar de los indicios de recuperación de la economía, los ciudadanos aún no están convencidos del todo para volver a los hábitos de consumo que había anteriores a la etapa de crisis.