“Sería bueno que ganara Syriza porque así saldremos de dudas”
Josep Prats cumplió el pasado 1 de enero una década administrando fondos que invierten en grandes valores europeos. Su trayectoria durante este periodo ha sido brillante, logrando una rentabilidad acumulada del 170%. El gestor puso en marcha el fondo AC Inversión Selectiva en 2005, en Ahorro Corporación, y a mediados de 2012 fichó por Abante Asesores y lanzó el Abante European Quality, que mantiene su filosofía de gestión. Para demostrar su compromiso con el producto, Prats invierte todos sus ahorros en el fondo que gestiona.
Pregunta. ¿Cuál es la clave para conseguir batir al Eurostoxx 50?
Respuesta. Durante los 10 años en los que he tomado ese índice como referencia, siempre he logrado batirlo. Año tras año. Durante esta década, el índice tan solo se ha revalorizado un 10%, sin incluir los dividendos, y un 40% incluyendo los dividendos, frente al 170% que he logrado yo. En siete de esos 10 años he batido al índice holgadamente, y en otros tres años lo he batido por un poco. De lo que más orgulloso me siento es de mi actuación el año que perdí más, un 30%, pero el Eurostoxx había caído un 45%, así que pude capear la situación bastante bien, gracias en buena medida a no haber tenido participaciones importantes en el sector bancario.
P. ¿Cómo lo logra?
R. Siempre me concentro en grandes valores que tengo bien monitorizados desde hace años. En total, 70 compañías, que están o han estado en el Eurostoxx 50. En cada momento escojo un tercio, 23 ó 24 compañías, que me parece que están más infravaloradas, con independencia de la concentración sectorial que resulte. De esta forma, acabo separándome del índice, porque me da igual tener mucho peso en telecos o en bancos, si tengo la convicción de que es la apuesta adecuada en un momento dado. Yo compro compañías, no sectores. No tengo una especificidad de peso por países, ni por sectores.
P. ¿Qué espera de la evolución de las Bolsas este ejercicio?
R. Será el año de la consolidación del proyecto del euro. Hace 12 meses pensábamos que el inicio de la supervisión del BCE a la gran banca europea sería el aldabonazo final al proceso de normalización del riesgo, pero realmente no ha sido más que el punto de partida. Sigue habiendo una excesiva percepción del riesgo, que se refleja en los tipos ínfimos del bono alemán. Sin embargo, esa normalización acabará ocurriendo. No tengo ninguna duda sobre la continuidad del euro y la creciente cohesión europea.
P. ¿Cómo contribuirá la nueva inyección de liquidez del BCE?
R. El política de expansión cuantitativa [compra directa de deuda pública] afectará positivamente a las Bolsas europeas. Además de inyectar liquidez, facilitando que los bancos presten a empresas y familias, generará confianza en el futuro de la moneda única, en la medida en que supone un primer paso, parcial pero efectivo, hacia la mutualización de la deuda.
P. ¿Qué sectores se beneficiarán?
R. El sector más beneficiado en términos bursátiles debería ser el bancario. Francia e Italia deberían ser los mercados bursátiles más beneficiados, con un peso relevante en sus índices del sector bancario, y unos grandes bancos cotizando todavía claramente por debajo de valor en libros. Unicredit, Intesa San Paolo, Société Générale o Crédit Agricole pueden contarse entre los valores más beneficiados.
P. ¿Grecia puede hacer descarrilar este proceso?
R. En breve vamos a despejar las incertidumbres que se ciernen sobre el eslabón político más débil de la eurozona, Grecia. Si gana Syriza tendremos al país más problemático de la eurozona, con un partido no tradicional, en cierto modo antisistema. Será un test muy realista para ver cómo resiste el euro ante el escenario más adverso: el país más dudoso con el escenario político más dudoso. A efectos de mercado sería más clarificador si gana Syriza, para sacarnos de dudas. Europa superará este test positivamente, porque gane quien gane se acabará encontrando una solución razonable que pasará por la continuidad de Grecia en el euro, sin lugar a dudas.
P. ¿Cree que llegará a haber un impago de su deuda?
R. No creo que vaya a haber una nueva reestructuración de la deuda griega, sino que se articularán ayudas directas de Europa para el presupuesto heleno, con programas para combatir el desempleo juvenil o para construir infraestructuras. Además, aunque parece que la deuda griega es muy elevada respecto al PIB, gracias a las reestructuraciones previas, el peso del pago de intereses no es muy distinto de lo que paga España o Italia.
P. ¿Qué otros sectores tienen proyección?
R. Además del bancario y el asegurador, que son dos sectores que a mi juicio están infravalorados por una excesiva percepción del riesgo, también me gustan sectores expuestos a la evolución del crecimiento global. Por ejemplo, el sector de la automoción, con fabricantes de autos alemanes. También el sector químico y el farmacéutico. También tengo algo de consumo de lujo.
P. ¿No le tentó refugiarse en renta fija en los años más duros?
R. Uno siempre tiene esa tentación, pero cuando se gestiona un producto abierto a inversores, es mejor ser honesto y transparente. No es tan fácil como pudiera parecer decidir cuándo es conveniente estar en Bolsa y cuándo es mejor salirse. Un fondo abierto a inversores que entrar o sale de la Bolsa con plena libertad, puede inducir a equívoco a los partícipes sobre el riesgo que están asumiendo. La persona que invierte aquí debe ser consciente de que está asumiendo un nivel alto de riesgo.
P. ¿Qué va a cambiar con la supervisión única del BCE?
R. Poco a poco hay que ir asumiendo que los grandes bancos europeos ya no están supervisados por los reguladores nacionales, sino por el BCE que, además, ha homogeneizado los criterios contables. Cuando se vayan publicando los próximos resultados trimestrales se irá viendo si es necesario hacer algún ajuste, alguna ampliación de capital… pero con el paso de los meses iremos viendo que las cuentas de los bancos europeos son perfectamente fiables y homologables.
P. ¿Habrá ampliaciones de capital?
R. Es posible que haya alguna ampliación. Santander estaba a la cola en los ratios de solvencia de los grandes bancos europeos. Se ha visto que el BCE quiere que los bancos sistémicos tengan ratios de capital amplios, por encima del 10%. Es un efecto más de la toma de control de la supervisión del BCE sobre la gran banca europea. Un buen ejemplo lo expuso el consejero delegado de Santander, cuando explicó que el BCE no había validado los niveles de capital de la filial brasileña del grupo, a pesar de que el Banco de Brasil sí que lo había hecho.