Ahorrar en 2015: nuevas y viejas fórmulas para buscar rentabilidad
Las últimas semanas han vuelto a poner de manifiesto la potencial volatilidad de los mercados, susceptibles de sufrir causar severas bajas en las Bolsas como consecuencia de las tensiones generadas por la depreciación del crudo o de su impacto en economías emergentes como Rusia. Para aquellos particulares que prefieran evitar el riesgo inherente a los parqués existen multitud de alternativas, de las que también conviene conocer sus diferentes grados de seguridad, que les permitirán poner a trabajar su dinero y sacar partido al nuevo año.
Cada persona debe valorar, en cualquier caso, si busca una inversión, más provechosa pero menos protegida, si lo que quiere es rentabilizar su ahorro sin perder la opción de recuperarlo cuando lo necesite o si, por ejemplo, lo que busca es ir cimentando un cómodo retiro con los ingresos con los que cuenta en la actualidad. Partiendo de ahí, no existen fórmulas infalibles y cada persona debe tratar de confeccionarse un traje a medida en función de sus apetencias, recursos y necesidades.
Un ahorrador clásico y conservador podría optar entre diferentes tipos de depósitos en función de su necesidad de disponer del dinero a corto o medio plazo o del porcentaje del principal que desee mantener garantizado. La baja remuneración actual del pasivo por parte de la banca, ante la rebaja de los tipos de interés a mínimos históricos, así como la caída de la rentabilidad de la deuda soberana a mínimos históricos, podría decidir a otros particulares a aprovechar las renovadas campañas de captación de planes de pensiones para ir apuntalando el momento de su jubilación.
Aquellos que dispongan de recursos adicionales, como para destinar 5.000 euros anuales al ahorro remunerado, podrían decantarse por el nuevo vehículo Ahorro 5, que conlleva importantes ventajas fiscales. El sistema comenzará a ponerse en marcha en enero, cuando empezará a conocerse con qué grado de acogida es recibido.
Las claves
Ayudas al alquiler
El mercado del arrendamiento está en auge, recientemente incentivado además con las nuevas ayudas estatales. Las personas con ingresos inferiores a los 22.365,42 anuales podrán beneficiarse de rebajas de hasta el 40% en su renta, con un máximo de 2.400 euros por ejercicio.
Garantía pública
En caso de quiebra de una entidad, el Estado garantiza hasta 100.000 euros por cada depósito tradicional, que cubre el Fondo de Garantía de Depósitos (alimentado por la banca).
Ventajas fiscales
Uno de los principales atractivos de los planes de pensiones y de los nuevos productos Ahorro 5 radica en las diferentes exenciones fiscales de las que se benefician.
Volviendo a vías más tradicionales, los particulares siempre tienen la opción de invertir en bienes inmuebles, si bien la radical transformación que ha sufrido el mercado desde el estallido de la burbuja inmobiliaria hace importante conocer las expectativas de rebaja o revalorización pendiente para cada tipo de activo y región, o la interesante rentabilidad que puede proporcionar su arrendamiento.
Los expertos coinciden en que tras la fuerte caída de precios que ha sufrido la vivienda desde máximos, en las zonas donde la rebaja no siga acentuándose este año, la aspiración está en iniciar un periodo de estabilidad de precios, lejos de las atractivas revalorizaciones de los tiempos de la especulación.
Un panorama en el que, en las áreas donde hay demanda, el alquiler se consolida como una importante fuente de ingresos recurrentes, con una rentabilidad muy superior a la que se remunera el dinero en la actualidad. Aunque paulatinamente más flexible, el exigente acceso a un crédito hipotecario relega esta oportunidad en muchos casos a las personas que cuentan ya con una importante cantidad de liquidez.
La enorme carga de vivienda que mantienen en su balance las entidades financieras o Sareb hacen posible, sin embargo, encontrar inmuebles disponibles a bajo precio prácticamente por todo el país. Los grandes jugadores del mercado, que operan en condiciones más ventajosos, tienen el foco puesto en oficinas y grandes superficies comerciales, lo que da una cierta ventana de oportunidad al particular interesado en aprovechar la situación apostando por el residencial.
Conocer al dedillo la letra pequeña de cada uno de estos caminos, evaluar las fortalezas y debilidades propias así como las perspectivas que se le abren en el medio y largo plazo resulta fundamental para tomar una decisión adecuada que permita a cada uno terminar el año que está a punto de arrancar con algo más de dinero en el bolsillo y sin que se le atraganten las uvas.
Las principales opciones
Poner a trabajar el ahorro a bajo riesgo
La contratación de un depósito bancario tradicional es la principal opción para el ahorrador más conservador. Conviene tener muy en cuenta, sin embargo, que la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo al mínimo histórico del 0,05% mantiene la remuneración del pasivo también en niveles excepcionalmente bajos. La rentabilidad media de todos los productos ha caído a la mitad en el último año y el interés de los depósitos a más de dos años ha caído por debajo del 1% por primera vez. Atrás quedaron aquellos días, nada lejanos, en que el Banco de España tuvo que intervenir para reprimir la guerra de precios que pagaba la banca por captar pasivo y no se prevé que la tendencia se revierta en 2015. Ante esta situación, la propia banca ha comenzado a ofrecer depósitos combinados o estructurados, normalmente ligados a la evolución de un paquete de acciones, índices o fondos y que pueden rentar entre el 0% y el 10%. Conviene aclarar si el principal está garantizado al 100% o si la rentabilidad del producto puede llegar a ser negativa antes de elegir cualquiera de estas modalidades.
Garantizar el mañana deduciéndose hoy
El nuevo año traerá consigo importantes novedades en el mundo de los planes de pensiones. La reforma fiscal impulsada por el Ejecutivo permitirá que desde el 1 de enero todas las personas, sin importar su edad, puedan deducirse del IRPF las aportaciones que realicen a su plan de pensiones, hasta un máximo de 8.000 euros por ejercicio. Otra importante novedad es que las aportaciones podrán recuperarse ahora transcurrida una década, sin necesidad de esperar al momento oficial del retiro. Hay que tener en cuenta, eso sí, que sea cuando sea cuando se acceda a estos fondos, tanto las aportaciones realizadas como la rentabilidad obtenida pasarán a tributar como rendimientos del trabajo. Partiendo de esta base, aquellos que prefieren utilizar los ahorros de hoy para cimentarse un mañana mejor deberán calibrar el tipo de plan que contratan, midiendo el porcentaje de las aportaciones que busca mantener asegurado o qué parte está dispuesto a jugarse a cambio de elevar la rentabilidad de su dinero. Las comisiones y el plazo son otras de las principales variables a vigilar a la hora de contratar estos productos.
Un lustro con gran atractivo fiscal
Una de las principales novedades que acompañarán a 2015 es el nacimiento de los llamados planes Ahorro 5, contemplados en la última reforma fiscal aprobada por el Gobierno. Esta especie de híbrido entre un plan de pensiones y un depósito permitirá a los ahorradores aportar un máximo de 5.000 euros anuales durante un lustro en un producto que está garantizado al 85% (el beneficiario puede perder hasta un 15% de su capital inicial). Su principal atractivo es la exención fiscal sobre los intereses generados, si bien si el dinero se recupera antes de los cinco años, las plusvalías tributarán al tipo general del ahorro, entre el 19% y el 23%. La acogida con la que los pequeños ahorradores reciban a este nuevo producto dependerá principalmente en la promesa de rentabilidad que los acompañe, que de momento sigue siendo la principal incógnita que rodea a estos planes, conjunto con las comisiones que cobrarán por ellos bancos y aseguradoras. Hasta la fecha solo CaixaBank ha presentado una iniciativa bajo este marco, remunerada al 0,5%, pero se espera que el resto de entidades vayan anunciando sus ofertas en el arranque del año.
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