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Prevé que el diferencial con el bono alemán siga estrechándose

JPMorgan mantiene su apuesta por la deuda pública española

Sede de JPMorgan en Nueva York (Estados Unidos)
Sede de JPMorgan en Nueva York (Estados Unidos)Reuters

JPMorgan Asset Management, la gestora de fondos del banco estadounidense, cree que la deuda soberana española sigue siendo atractiva tras haber caído el interés del bono español a diez años a su mínimo histórico. “Seguimos apostando más por la deuda periférica europea que por la del norte de Europa porque creemos que le queda recorrido. Más que nuevas bajadas de la rentabilidad, esperamos que se estreche el diferencial entre el bono español y su homólogo alemán”, ha explicado Manuel Arroyo, director de estrategia de la firma estadounidense para España y Portugal en un encuentro con periodistas.

Aunque el comienzo del año en los mercados ha sido más complicado de lo esperado, desde JPMorgan siguen siendo optimistas porque esperan una recuperación de los indicadores macroeconómicos en las principales economías del mundo que servirá de impulso para las Bolsas. “Este comienzo del año nos ha enseñado que es fundamental tener una estrategia diversificada en la cartera, con rentabilidades bajas en la renta variable y más alta en algunos activos de renta fija”, ha dicho Arroyo. Además de la apuesta por la deuda pública de la periferia de Europa, este experto aconseja ser muy selectivos en el mercado de deuda corporativa, donde aprecia interés en algunas empresas de high yield (alta rentabilidad) y emisiones de rating bajos.

La firma estadounidense conserva una visión positiva sobre los próximos meses en los mercados, cuando los bancos centrales seguirán siendo determinantes. Este jueves se celebra la reunión mensual del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). En línea con el consenso del mercado, JPMorgan no espera que el organismo presidido por Mario Draghi adopte cambios en esta reunión. De adoptarse alguna novedad, creen que llegará a partir de junio, pasadas las elecciones europeas del 25 de mayo. La firma estadounidense no ve riesgo de deflación en la zona euro, pero sí prevé niveles de inflación por debajo del 1% durante los próximos meses, algo que afecta a la valoración de la deuda, porque reduce su valor real, y puede también impactar sobre el crecimiento de la zona euro, para la que este año esperan un aumento del PIB entre el 15 y el 1,5%.

“Probablemente, Draghi seguirá cambiando su retórica para contemplar nuevas medidas como la compra de activos, aunque somos escépticos respecto a la expansión cuantitativa del BCE”, explica Arroyo. Una posible compra de activos similar a la que realizan otros bancos centrales sería la medida con más impacto de todas las herramientas que maneja el BCE, pero existen aún “barreras políticas y prácticas” para ponerla en marcha, en opinión de este experto. Hay muchas dudas sobre cómo sería la aplicación de la medida. Si se compra deuda pública o privada, qué magnitud tendría el programa de compras, de qué países, en qué proporción por países… En principio, se habla de un programa de estímulos a través del mercado de titulizaciones, pero este no es lo suficientemente grande. También habría que esclarecer a partir de qué nivel de inflación sería necesario activar la expansión cuantitativa.

En Estados Unidos, JPMorgan espera que la Reserva Federal (Fed, según sus siglas en inglés) complete el tapering (retirada de estímulos) en octubre o diciembre y no prevé subidas de tipos de interés antes de la segunda mitad del 2015. “La clave está en el cómo va a reducir el balance la Fed, que se ha multiplicado por cuatro estos últimos años, ya que esta reducción tendrá un impacto en el mercado inmobiliario y en el de las letras del Tesoro”, ha explicado Arroyo.

JPMorgan apuesta por igual por la Bolsa estadounidense y europea, aunque destaca que muchos inversores miran con mejores ojos a la renta variable del Viejo Continente. Las razones son que el mercado europeo está más barato que el de Estados Unidos, la posibilidad de mejorar es mayor al partirse de un punto más bajo y “que allí se habla de subidas de tipos y retirada de estímulos y aquí es justo lo contrario”. El consenso de los analistas estima que los beneficios empresariales en Europa suban entre un 10% y un 12%, mientras que en Estados Unidos se quedaría en el 8%. Con todo, la estimación de beneficios en Europa es un 35% menor que la de hace tres años, por lo que Arroyo piensa que hay más opciones de sorpresas positivas en el Viejo Continente.

Los mercados emergentes, que sufrieron con fuerza el año pasado por el comienzo de la retirada de estímulos de la Reserva Federal estadounidense y por la brusca depreciación de varias divisas como el peso argentino en enero, han sido muy castigados en los últimos meses. Esta situación, auguran desde JPMorgan, podría cambiar. Aunque mantienen una visión neutral y argumentan que el binomio rentabilidad-riesgo es más atractivo en los países desarrollados, algunos países emergentes pueden ofrecer opciones de inversión interesantes.

Respecto a anteriores crisis, estos países tienen ahora menos deuda, regímenes de tipos de cambio flexibles y muchas más reservas de capital. La firma estadounidense piensa que las peores noticias ya han sido descontadas en las Bolsas emergentes. Históricamente, afirman, cuando la relación entre el precio y el valor en libros cae por debajo de 1,5 veces, las rentabilidades de las Bolsas de esos países han sido muy elevadas y es justo ese nivel en el que se encuentran, por lo que podrían ser una opción a estudiar, siempre discriminando entre países y empresas, porque es necesario afinar en las inversiones, explican.

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