Turismo, tiempo parcial y paro de larga duración: ocho claves sobre el dato de empleo
¿Es tan bueno el dato de paro o es fruto de la Semana Santa?
No se creaba tanto empleo en un mes de abril desde, al menos, 2002, cuando empieza la serie de datos comparables del ministerio. La creación de empleo, medida por afiliación a la Seguridad Social, marca también un aumento de los puestos de trabajo propio de la época de la burbuja. Buena parte de este efecto obedece a la Semana Santa, pero aunque se elimine este impacto estacional, los afiliados a la Seguridad Social han crecido en 60.000 personas. Esta medida del empleo lleva remontando ocho meses consecutivos, en los que se 190.000 empleos, por lo que no es flor de un día.
¿Es compatible con la EPA de marzo?
Los periodos son distintos. Pero es un hecho que desde finales de 2013 los datos de afiliación han sido mejores que las dos oleadas de la Encuesta de Población Activa publicadas. No hay una explicación consensuada, más allá de la evidencia de que la afiliación es un registro y la EPA es la encuesta oficial sobre paro. Existe un margen de error y existe la posibilidad de ocultación de la situación económica real de las familias. Con todo, la EPA es la encuesta oficial sobre paro, aceptada internacionalmente y realizada con los mismos estándares que el resto de países de la UE. Es cierto, también, que el INE ha modificado recientemente la base poblacional de la EPA, lo que puede dar lugar a distorsiones en las cifras absolutas. Pero, en las cifras relativas, la tendencia de mejora del mercado de trabajo está clara: se crea cada vez más empleo y en más sectores. Las diferencias están en el ritmo.
¿Son todos los nuevos contratados de abril camareros?
Todos, no. Solo la mitad. 60.000 afiliados sobre una creación de 133.000 están bajo el epígrafe de hostelería. Otros 4.900 autónomos se han dado de alta en el área de hostelería, y hay más de 3.000 empleados nuevos catalogados sobre “otros servicios”, donde se incluyen, por ejemplo, limpiadores. En el comercio, vinculado también al turismo, se crean 11.000 empleos. Además, la distribución territorial de los nuevos afiliados apunta en esta dirección: Andalucía, Baleares, Cataluña o Valencia muestran fuertes alzas del empleo. Canarias, que depende del turismo extranjero, se mantiene estable.
¿Qué otros sectores crean empleo?
Una de las buenas noticias es que en el mes solo se destruye empleo de forma significativa en el sector agrario; todos los demás empatan o crean puestos de trabajo. En empleo en actividades inmobiliarias crece el 1,5%, la industria no destruye puestos de trabajo y en términos anuales está a punto de volver a números negros. Sectores como educación o sanidad crean empleo a buen ritmo, ya sea por el menor ritmo de los recortes en el sector público o sea porque el sector privado está empezando a cubrir servicios que no se prestan o se han privatizado. De hecho, en términos anuales el único área de actividad donde se registra una pérdida de empleo relevante es el sector financiero, la construcción y la agricultura. La industria aún pierde 3.000 empleos, pero reduce mes a mes el ritmo de pérdida.
¿Qué sucede con los autónomos?
El ritmo de aumento de los afiliados es el doble entre los autónomos que entre los trabajadores por cuenta ajena. Queda la duda de cuántos de estos autoempleos es sostenible. En cualquier caso, no todos los nuevos autónomos son tiendas o bares: de los 63.600 nuevas altas en 12 meses, 17.000 están en actividades profesionales (frente a 20.000 en comercio y 4.000 en hostelería). Hay un fuerte crecimiento, también, en sanidad y educación.
¿Mejora la contratación fija?
Este mes, sí, aunque las actividades turísticas son estacionales, en el mes de abril aumentó el porcentaje de contratación indefinida, hasta el 9,23% del total de contratos, casi tres puntos más que a cierre de diciembre. Una señal positiva que, en todo caso, conviene tomarse con prudencia, dado que este indicador es muy inestable. Está ahora en niveles cercanos al 10%, similares a los anteriores a la crisis. Por otro lado, aún no se ha puesto en marcha la tarifa plana de cotizaciones sociales para trabajadores fijos anunciada por Mariano Rajoy.
¿Y el tiempo parcial?
Parece ser la fórmula de entrada al mercado laboral. Aproximadamente una cuarta parte de los nuevos contratos son a tiempo parcial, cuando antes de la crisis no llegaban al 15%. No es extraordinario que los empleadores opten por la cautela a la hora de contratar y tapen los agujeros de sus plantillas con contratos de menos horas y menos salario. También muchos de los nuevos entrantes al mercado (personas jóvenes y mujeres de más de 50 años) encajan bien en estos contratos de tiempo parcial. Queda la duda de, si la recuperación económica se consolida, estos contratos a tiempo parcial pasarán a tiempo completo o no. En otras palabras, si este empleo de mala calidad es coyuntural o, como sucede con los contratos temporales, está aquí para quedarse, lo que sería una mala noticia.
¿Es suficiente esta mejora del empleo?
El ritmo de creación de empleo sigue siendo demasiado lento. Con 60.000 afiliados nuevos (tomando el dato ajustado), se tardarían 78 meses, o 6,5 años, en absorber la fila de 4,68 millones de parados que esperan a las puertas del Inem. Aún más si tomamos los datos de la EPA. Por otra parte, aunque el empleo recupere tímidamente el pulso, el paro de larga duración se convierte en el principal drama de la crisis. Menos de un 60% de los desempleados que han generado derecho a prestación la cobran. Son, por decirlo de otro modo, casi dos millones de personas, cifra compatible con el paro de larga duración que publica la EPA, que no tienen ingresos y cuyo encaje en el mercado laboral es muy complicado. Aunque en términos anuales hay 300.000 parados menos, el número de parados sin prestación sigue estando entre los 1,8 y los 1,9 millones. En otras palabras, los que más necesitan la recuperación aún no la ven.