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Cuenta con 50 pozos de exploración

Polonia abre la llave del gas pizarra en Europa

Las exploraciones en España podrían iniciarse en 2015 en el norte de Burgos

Pozo de exploración de BNK en Gapowo, Polonia.
Pozo de exploración de BNK en Gapowo, Polonia.
Javier García Ropero

Polonia produce el 30% de la energía que consume estos días. Allí, las temperaturas bajo cero conservan un paisaje gélido por el que pasear es un acto de fe desde las cuatro de la tarde, ya de noche. El resto lo compra a Rusia, de la que sospechan que les vende el gas más caro. Una dependencia que le ha llevado a convertirse en el epicentro de la búsqueda de hidrocarburos no convencionales en Europa a través de la fractura hidráulica, el fracking, con 109 concesiones repartidas entre 12 compañías y 50 pozos perforados, todos en exploración.

Como Polonia, el gobierno español se ha posicionado a favor de esta vía para paliar la dependencia energética. La petrolera canadiense BNK, que cuenta con tres permisos de investigación en Burgos, trabaja en ambos países. “Es una revolución absoluta”, afirma Juan Carlos Muñoz-Conde, director general corporativo de BNK en España, quien añade que “hay una enorme bolsa de gas en el norte de España”. Su grosor se calcula entre 50 y 150 metros a más de tres kilómetros de profundidad. Entre el primer estudio y un hipotético inicio de la producción pueden pasar hasta diez años. BNK presentó el primer permiso en 2009, y espera iniciar a trabajar sobre el terreno para explorarlo en 2015 en Sedano. “Hemos llegado al pico del petróleo”, añade Muñoz-Conde para defender esta metodología.

Pero el consenso político es inexistente. La Ley de Evaluación Ambiental, que regula el fracking, deja a las autonomías la decisión última en esta materia. El Gobierno cántabro, del Partido Popular, ha rechazado práctica alguna. El castellanoleonés, del mismo partido, no ha impedido estos permisos, mientras que el vasco ha enfriado los impulsos dados años atrás. El Colegio de Geólogos mostró el viernes su preocupación porque “no haya consenso y que cada comunidad regule a su manera”.

San Leon, más cerca de extraer gas

La compañía energética San Leon, con sede en Irlanda, ha encontrado en su pozo vertical de Lewino, al norte de Gdansk, Polonia, una cantidad “alentadora” de gas de esquisto como para poder iniciar una producción definitiva.

Tras realizar una tercera estimulación hidráulica del pozo la compañía se ha topado con un potencial de extracción de gas de 11.300 m3 diarios. Por ello San Leon ha anunciado que iniciará los trabajos para perforar 1.500 metros más en sentido horizontal, con el fin de realizar un mayor número de fracturas y aprovechar su potencial gasístico.

Un pozo horizontal puede albergar hasta 15 fracturas, de unos 30 metros cada una, y con una separación de entre 100 y 150 metros, según explica el responsable de BNKen Polonia, Troy Wagner. En cada una se pueden inyectar a alta presión hasta 20.000 m3 de agua mezclada con aditivos químicos y arena, que erosionan la roca donde está el gas y hacen que la grieta se mantenga abierta. Tras el proceso, que dura unas cuatro horas por fricción, el agua vuelve a la superficie.

El uso de estos aditivos, ácidos, bactericidas, alguicidas o estabilizantes, también señalado por las asociaciones ecologistas como peligroso.

La fuerte oposición social surgida, tanto en España, como en Reino Unido y Polonia, alimenta las dudas de las administraciones. Estos grupos alertan de la posible contaminación de los acuíferos y los riesgos sísmicos de perforar entre 2.500 y 4.000 metros de profundidad, donde suele hallarse el gas pizarra, algo que niegan las petroleras.

Garantías ambientales

En Europa, como en España, la legislación tampoco es unitaria. Polonia eliminará toda declaración de impacto ambiental (DIA) para perforaciones inferiores a 5.000 metros, excepto para terrenos de la Red Natura 2000 y los ubicados a menos de 500 metros de viviendas. Las salidas del país de Marathon, Talisman y Exxon por la lentitud del proceso motivan el cambio. “Hemos construido más de 50 pozos en Polonia. Nada indica que las cosas se hayan hecho mal”, afirma la delegada del gobierno regional de Pomerania para el shale gas, Malgorzata Klawiter.

En España, todo proyecto de fracking está sometido a estos estudios, tanto en el análisis preliminar como en la documentación definitiva del proyecto, que es pública, y los permisos de producción. La Comisión Europea se limita a dictar una serie de recomendaciones para proteger el medio ambiente, “claramente insuficientes”, según Ecologistas en Acción.

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Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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