¿Cuánto puede pagar Argentina por YPF?
Aún no se han concretado los términos del acuerdo a varias bandas por el que puede cerrarse el contencioso entre Repsol y Argentina. De momento, la operación parece apuntar a un pago de 5.000 millones de dólares en deuda argentina, si bien no hay ningún detalle oficial sobre cantidad o forma de pago.
Técnicamente, y si se tiene en cuenta que Argentina tiene una calificación crediticia de CCC+ para Standard & Poor's, recibir un pago en deuda argentina no parece un gran negocio. La calificación del país es cercana a la de Chipre, Grecia Egipto o Pakistán, es decir, los bonos que podría recibir Repsol no parecen a primera vista un activo líquido. Entonces, ¿recibirá Repsol una deuda quebrada?
No es para tanto. La calificación de Argentina es una derivada del contencioso que mantiene el Estado argentino con los llamados fondos buitre, inversores que no acudieron a los canjes de deuda de 2005 y 2010. En el mercado de valores, las emisiones de deuda argentina cotizan con descuento, debido a la creciente debilidad económica del país, a los citados problemas con los fondos buitre y al hecho de que no hace tanto el país entró en impago.
Por ejemplo, una emisión en dólares lanzada en el segundo canje de deuda (en abril de 2010) que vence en 2017 se cambia en el mercado al 87,5% del nominal. Otra emisión, ésta estándar, en pesos argentinos, lanzada en noviembre del año pasado y que expira en 2018, cotiza al 90% del nominal. Esto quiere decir que un inversor que tenga esta deuda la puede vender en el mercado por un 90% de su valor teórico, según datos de la agencia Bloomberg.
Los problemas legales de Argentina en Nueva York han hecho que el país lleve desde 2011 sin emitir en los mercados internacionales. Pero, con un plazo de cinco años y en condiciones de mercado, los 5.000 millones de dólares tendría un valor teórico de unos 4.375 millones de dólares. En euros, serían 3.240 millones de euros. Se trata de un cálculo aproximativo; si la deuda argentina está devaluada, el mercado suele ajustar este hecho con mayores tipos de interés, y aún no se conocen plazos, condiciones, garantías, intereses ni otros términos del acuerdo.
¿Es mucho o poco por el 51% que YPF expropió? La primera reacción del mercado ha sido tirando a neutra: una lsubida moderada que parece obececer, más bien, al hecho de que se cierra un capítulo engorroso y no a una gran victoria política. Los 10 analistas que hoy han actualizado, según Bloomberg, su recomendación sobre el valor, cuatro se muestan neutrales, uno ha puesto la recomendación en revisión y otros cinco son positivos.
A la hora de valorar Repsol, por otra parte, algunos analistas habían tenido en cuenta la posible indemnización por YPF: algunos por prudencia la valoraban en cero y otros, como UBS, barajaban cifras cercanas a los 5.000 millones.
Santander comentaba hoy que, si Repsol recibe activos líquidos en un plazo razonable (de 12 a 18 meses), la valoración de la empresa podría subir entre un 14% y un 20%. Mirabaud ha subido la recomendación. BNP es algo más prudente, y señala que la operación es "positiva" y "asumible", si bien insiste en que lo más importante son los detalles sobre los plazos de pago, activos, garantías o posibles compromisos de inversión. Algo que comparten, todos los analistas: cualquier valoración está pendiente de los términos definitivos. Y destacan como aspecto más importante que el pago se efectúe pronto y en activos líquidos.
A precios de mercado, YPF vale hoy en la Bolsa de Buenos Aires 15.000 millones de dólares, según datos de Bloomberg. Pero antes de la expropiación, y antes de que la prensa argentina "calentase" la decisión de Kirchner, tumbando de paso el precio de mercado de YPF, a finales de 2011) la empresa valía en el mercado entre 11.000 y 12.000 millones.
En 2011, antes de descubrirse el yacimiento de Vaca Muerta, la familia Eskenazi compró a Repsol un 10% de la empresa por un precio que dejaba la valoración total de YPF en 13.000 millones de dólares. Por tanto, ese 51% de Repsol podría valer, con precios de 2011, entre 5.500 y 6.500 millones de dólares. Estos son los precios que daba el mercado. Más allá de eso, ya se sabe que un consultor y una hoja Excel pueden torturar los números hasta que digan lo que ellos quieran.