Demografía y jubilación
La demografía es posiblemente uno de los factores con mayor trascendencia a largo plazo. Amplias capas de la población de los países occidentales, conocidas como la generación del baby boom, pronto se jubilarán. De hecho, según Naciones Unidas, la población mundial jubilada va a dispararse de 800 millones de personas en 2011 a 2.000 millones en 2050. A este espectacular aumento del número de jubilados hay que sumarle ciertas presiones cualitativas: los pensionistas son ahora más activos y tienen unas expectativas de calidad de vida más altas.
La esperanza media de vida se ha incrementado considerablemente en los últimos 50 años. Las personas nacidas en los países desarrollados llegarán previsiblemente a vivir de media más de 80 años. El simple hecho de que la gente viva más lleva aparejada una necesidad de rentas durante periodos más largos. Esto está desencadenando una profunda revisión de las cantidades de dinero/renta que necesitan los pensionistas para su jubilación. Pero esta mayor longevidad no solo eleva las necesidades de rentas de jubilación: también implica un cambio importante en la forma en que las personas ahorran para esta fase de su vida. Las carteras para la jubilación tienen que ofrecer flujos de rentas reales estables o crecientes que puedan superar los perniciosos efectos de la inflación sobre jubilaciones que pueden durar más de 30 años.
El modelo de ciclo de vida propuesto por Franco Modigliani estableció tres etapas de inversión: acumulación, consolidación y reducción (o desahorro). A la vista de los factores demográficos impulsores de la demanda que hemos comentado anteriormente, la fase de reducción se está volviendo mucho más compleja debido al aumento de la longevidad y la reducción de los tipos de las rentas vitalicias. Aunque la mayor parte de la inversión en esta fase debería seguir estando orientada a los activos de menos riesgo, se aprecia una necesidad clave de invertir en activos reales, como las acciones y los inmuebles (siempre y cuando exista tolerancia a las posibles fluctuaciones del capital), que puedan seguir elevando la base de capital necesaria para generar rentas durante un periodo de jubilación más largo.
El resultado es una combinación de activos de calidad y generadores de rentas que será más atractiva para los inversores en las fases de consolidación y reducción. Dado que es crucial que una cartera siga generando renta real en el periodo de reducción, la idea de mantener inversiones en acciones de alta calidad que pagan dividendos debería ganar terreno. La transición hacia activos seguros debe caracterizarse por ser un movimiento progresivo, no un acontecimiento en un momento concreto cuando llega la jubilación.
Pero tal vez la implicación más importante del crecimiento de la población mundial es que eleva la demanda de recursos finitos, algunos de ellos vitales –como los alimentos, el agua y la energía–. Estos recursos ya han registrado fuertes incrementos en los precios durante los últimos años debido a que las economías emergentes se han desarrollado y comenzado a consumir una parte mayor de los recursos del mundo.
La población mundial no solo está creciendo: su composición también está cambiando de forma muy importante. En los mercados emergentes hemos asistido a un aumento de la riqueza y la urbanización durante la pasada década, y este crecimiento de las clases medias ha sido uno de los impulsores del consumo como tendencia de inversión. Los hábitos de consumo de las personas también han cambiado y el desarrollo y la sofisticación de las tecnologías de internet son solo uno de los muchos ejemplos, lo cual ha provocado la aparición de mercados totalmente nuevos.
Por último, existe más demanda de atención médica privada y servicios relacionados con la planificación de la jubilación en todo el mundo. Por ejemplo, el envejecimiento poblacional conlleva más demanda de lentes correctivas para la visión, lo que crea un entorno favorable para empresas como Essilor, una compañía líder en productos oftalmológicos. Del mismo modo, la creciente incidencia de la diabetes en todo el mundo a medida que las personas van adoptando estilos de vida más sedentarios (y últimamente en las economías emergentes, conforme la población va adoptando dietas más ricas en proteínas, lácteos y azúcar) ha creado un floreciente mercado para empresas como Novo Nordisk, el líder mundial en insulina inyectable. China y la India tienen las mayores tasas de diabéticos del mundo, con 92 millones y 63 millones de casos en 2012, respectivamente. Todo esto tiene numerosas implicaciones desde el punto de vista de la selección de valores. Por tanto, identificar estas tendencias a largo plazo basándose en el análisis fundamental ascendente es el ingrediente esencial para encontrar a los ganadores a largo plazo.
Antonio Salido es director de marketing y comunicación de Fidelity para España y Portugal