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Tribuna
Columna
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Abismo fiscal y energías renovables en EE UU

El pasado 2 de enero de 2013 el Presidente Obama firmó la American Taxpayer Relief Act of 2012 ("ATRA"), que había sido aprobada por el Congreso de EE UU (Senate y House of Representatives) el 1 de enero tras intensas negociaciones. Mediante la firma del Presidente Obama, se culminó el proceso de tramitación y aprobación de la ATRA, normativa que evita lo que comúnmente se ha denominado "abismo fiscal" o "fiscal cliff" en EE UU.

Para entender los antecedentes y el contexto de la ATRA, cabe mencionar que desde los primeros años de la Administración Bush y durante la Administración Obama se aprobaron diversas leyes en EE UU (como la Economic Growth and Tax Relief Reconciliation Act, la Tax Relief, Unemployment Insurance Reauthorization and Job Creation Act, la Jobs and Growth Tax Relief Reconciliation Act, la American Recovery and Reinvestment Act, o la Farm Bill) en virtud de las cuales se implementaba de forma temporal un régimen fiscal más favorable para el contribuyente. Dicho régimen fiscal se había traducido en la reducción de tipos impositivos, en la implementación de nuevos créditos o deducciones fiscales y en medidas similares. Generalmente, estaba previsto que muchas de estas medidas más favorable finalizasen el 31 de diciembre de 2012. A grandes rasgos, el objetivo principal de la ATRA es extender el régimen fiscal favorable que se había implementado por la normativa anteriormente mencionada y así evitar la reimplantación del régimen fiscal anterior, de carácter más gravoso para el contribuyente (y que por tanto habría conllevado un "fiscal cliff").

Uno de los aspectos de la ATRA que ha gozado de mayor repercusión social es el mantenimiento (para todos aquellos contribuyentes por debajo de un nivel determinado de ingresos) de los tipos impositivos reducidos sobre la renta implementados en 2001. El tipo máximo aplicable con anterioridad a 2001 (39.6%) vuelve a ser de aplicación ahora con respecto a los tramos de renta superiores a 400.000, 425.000 y 450.000 dólares (según los casos). No obstante, la ATRA ha evitado que se apliquen los tipos anteriores a 2001 a los tramos de renta intermedios/inferiores a dichas cantidades (dichos tipos impositivos eran más elevados que los que se venían aplicando desde 2001 para esos tramos intermedios).

Sin perjuicio de lo anterior, la ATRA también mantiene determinadas ventajas fiscales aplicables a otros sectores, entre las cuales destacan los "production and investment tax credits" aplicables al sector de las energías renovables. El "tax credit" es una figura que ha venido desarrollando una función clave en la inversión y promoción de proyectos de producción de energía derivada de determinadas fuentes renovables (como la eólica, solar e hidráulica) en EE.UU. El "tax credit" va más allá de una mera deducción en la base imponible correspondiente, ya que es de aplicación directa sobre la cantidad que se debería abonar por la compañía en concepto de impuestos. En concreto, en lo que respecta a proyectos de energía eólica, el "production tax credit" aplicable venía siendo de 2,2 céntimos de dólar por kilovatio/hora (durante los diez primeros años de funcionamiento del proyecto).

Antes de la entrada en vigor de la ATRA, dicho "production tax credit" era de aplicación a proyectos de energía eólica que hubiesen comenzado a generar energía antes del 1 de enero de 2013, así como a otro tipo de proyectos de energías renovables siempre y cuando hubiesen comenzado a generar energía antes del 1 de enero de 2014. En primer lugar, la ATRA ha evitado la desaparición del "production tax credit" para los proyectos de energía eólica, extendiendo el plazo correspondiente por un año adicional. En segundo lugar, en virtud de las modificaciones introducidas por la ATRA, los "production tax credits" ya no son solo de aplicación con respecto a proyectos que hayan comenzado a generar energía de determinadas fuentes renovables antes del 1 de enero de 2014, sino también a aquéllos proyectos cuya construcción haya comenzado antes del 1 de enero de 2014. Por lo tanto, con esta medida se concede una mayor flexibilidad a los promotores de proyectos, ya que éstos podrán optar al "tax credit" con independencia de la fecha en que se empiece a suministrar energía a la red, siempre y cuando la construcción del proyecto haya comenzado antes del 1 de enero de 2014. Determinar cuándo puede considerarse que ha comenzado la "construcción" de un proyecto puede suscitar dudas interpretativas, por lo que es de esperar que tanto el Congreso como las autoridades fiscales estadounidense publiquen criterios que sirvan de guía a estos efectos. No puede descartarse que las autoridades correspondientes puedan llegar a considerar que la "construcción" ha comenzado desde el momento en que el promotor del proyecto ha invertido una cantidad mínima concreta, aún sin haberse realizado trabajos físicos específicos.

Si bien aún está por ver cuál será el criterio interpretativo que se aplicará sobre esta cuestión, es indudable que la aprobación de la ATRA pone una vez más de manifiesto la apuesta firme del Congreso y de la Administración Obama por la promoción de las energías renovables en EE UU.

José Antonio Morán y Juan Carlos González son socio y asociado de Baker&McKenzie, Chicago

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