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Que compre la banca, que ya pagamos entre todos

A mí me sorprendía. Ya no tanto. Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, me planteaba si aquí no quebraba nadie. O si se debería haber dejado caer a la CAM. Bendita inocencia. Al parecer, incluso el Banco de Valencia es una entidad sistémica, demasiado grande para caer. O algo así, visto que el Frob, es decir, los contribuyentes, recapitalizaremos la entidad con 4.500 millones de euros antes de ser vendida a La Caixa.

La cosa mejora cuando sabemos que, además, el banco malo absorberá 853 millones en activos inmobiliarios de esta entidad. Un banco malo que, por mucho que nos hablen de inversores privados, supondrá más deuda para todos nosotros. Por si eso no era suficiente, el Frob pondrá en marcha un esquema de protección de activos que absorberá el 72,5% de las pérdidas de una cartera (aún por determinar) de crédito a pymes y autónomos... Eso significa lo que están pensando, que si alguien no paga un crédito al Banco de Valencia, paga el de siempre.

Las condiciones, mil millones arriba o abajo, se han repetido en otras operaciones. La compra de Sabadell por CAM o la de Unnim por BBVA incluían esquema de protección de activos, recapitalización y traspaso de activos al banco malo.

Pero las ventajas no acaban ahí. El decreto de febrero incluía la posibilidad de que las entidades que comprasen otras pudiesen retrasar el calendario de provisiones exigido por el Gobierno. Por si acaso, las entidades compradoras también pueden cargar las nuevas provisiones por su exposición al ladrillo con cargo a su capital, no a sus resultados, evitando de este modo pérdidas de gran calado como consecuencia de estas provisiones. La cuestión es que la banca compre y venda. 

Sostiene Almunia, y el Gobierno, que era más barato poner dinero en Banco de Valencia que liquidarlo. Puede ser, aunque Banco de Valencia tenía un volumen de activos de 20.000 millones, y se le han inyectado 1.000 el año pasado y otros 4.500 ahora, sin contar con las pérdidas que sufra el esquema de protección de activos. Eso, para una entidad que en el escenario adverso de Oliver Wyman necesitaba 3.400 millones de euros de capital. Y que hace poco más de un año era fuerte como un roble. Curioso, ¿verdad?

En fin, que la banca española se lo guisa y la banca española se lo come. Se compra oficinas, se venden entidades, se introducen nuevas provisiones y ratios de capital, y se monta un banco malo. Se mueve la bolita (o el ladrillo) de un sitio a otro. Pero, al final, el que paga siempre es el mismo. Por cierto, en la nota de prensa que ha remitido Bruselas hoy figura el dato del coste total para el contribuyente de las tres entidades nacionalizadas: 67.000 millones.

Música contra la crisis. The Presidents of the USA, Video Killed the Radio Star.

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