El sistema beneficia a Obama
Olviden el cambio. Las encuestas dicen que Barack Obama y el candidato republicano Mitt Romney van a la par. Pero bajo el sistema de estado por estado que últimamente determina quién ocupará la Casa Blanca, Obama va por delante.
La competencia por el voto popular deja buenos titulares. Un modelo de cálculo desarrollado por la Universidad de Yale ponía el porcentaje de votos de Obama en el 49% el mes pasado. Dado el margen de error, eso significa un cara o cruz a nivel nacional. Tan cerca de la elección, las encuestas son una mejor vara de medir. En la media calculada por RealClearPolitics, Obama tenía ayer un 0,4% de ventaja, revirtiendo la pequeña ventaja que abrió Romney en octubre.
Pero el voto nacional no decide la presidencia. En su lugar, recae en el Colegio Electoral, de 538 delegados, asignados a los estados de acuerdo con el tamaño de sus delegaciones en el Congreso, que a grandes rasgos se aproxima a sus poblaciones. La mayoría de los estados tienen un sistema que premia con todos los compromisarios al candidato que tiene la mayoría de votos. Eso hace que ganar en cada estado sea crucial.
Los estados a favor de Obama o Romney dan al beneficiario una ventaja de 201 a 191 en el colegio electoral. Pero se necesitan 270 votos para ganar, y la mayoría de estados están a la par en las encuestas. Agregar los datos de las encuestas a esos lugares daría a Obama 303 contra 235. Nate Silver, un estadista conocido por casi clavar los resultados de las elecciones de 2008, pone la cifra en 307 contra 231. El mercado de las cuotas electorales son menos optimistas para Obama. Los apostadores que usan InTrade calculaban un 67% de posibilidades de reelección, lo que no quiere decir que vaya a ganar con seguridad. En el peor de los casos, otros no descartan unas elecciones disputadas que dejen uno o dos estados con votaciones parejas como en el año 2000. Pero teniendo en cuenta el sistema electoral, las opciones de Obama parecen mejores que las de Romney.