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El Foco
Tribuna
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Sentido de Estado y deportividad

El Gobierno de Rajoy ha aprobado numerosas reformas para hacer frente al déficit que se encontró en 2011. El autor considera que a pesar de todo es necesaria la ayuda del BCE para salir de la crisis

La vicepresidenta del Gobierno explicó públicamente que, en sus inicios como colaboradora de Mariano Rajoy, el actual presidente del Gobierno le aconsejó que para triunfar en política tuviera sentido de Estado, sentido común y sentido de la deportividad (y del humor si es posible).

El sentido de Estado y el sentido común han guiado la acción del Gobierno presidido por Mariano Rajoy durante sus primeros ocho meses. Después de heredar un país con un déficit público próximo al 9% y una tasa de paro del 24%, el Gobierno está acometiendo un ambicioso programa reformista que posibilitará diversificar el modelo de crecimiento de la economía española.

Desde enero se han aprobado leyes y reformas de calado, como la liberalización del mercado laboral, el código de buen gobierno, la racionalización del sistema de festivos, la privatización o cierre de empresas públicas ineficientes, la lucha contra el fraude fiscal y en las prestaciones y la eliminación de barreras que fragmentan el mercado único. Obligado por el incumplimiento socialista en 2011 a realizar el mayor ajuste de cualquier país de la UE, a los presupuestos austeros se han sumado, dolorosos pero imprescindibles, congelaciones de salarios de los funcionarios, aumento del IVA, del IRPF y del IBI. Bruselas ha premiado el esfuerzo con una relajación del objetivo del déficit para este año.

Cuando el caso Bankia exigió una reacción rápida, el sentido común de Rajoy le permitió negociar con el Eurogrupo una solución ad hoc ventajosa para España, que no ha recortado nuestra soberanía: la línea de crédito para el sector bancario. La alianza Rajoy-Hollande-Monti consiguió asimismo en junio que Merkel aceptara un estímulo de 130.000 millones de euros para las economías más castigadas (apremia desembolsar cuanto antes estos fondos procedentes del BEI y de la UE para financiar proyectos) y la futura recapitalización directa de los bancos por parte de los fondos europeos. Las comunidades autónomas están saneando lentamente sus cuentas mediante los créditos del ICO para el pago de proveedores y ajustes en las estructuras -que no en la calidad- de sus sistemas sanitarios, educativos y administrativos.

Con un valiente liderazgo, Draghi ha diseñado un programa de compra de bonos prudente, pero potente. Apacigua los temores de Alemania y otros países septentrionales de la eurozona y la UE mediante aplicación de condicionalidad, exigencia de compra en el mercado primario por parte del FEEF/MEDE y retirada de euros para compensar la compra de bonos.

Los demagógicos vaticinios de la oposición y de los más catastrofistas no se han cumplido. Ni hemos tenido corralito ni España ha tenido que ser rescatada y sus cuentas escudriñadas por hombres de negro de la troika. España está capeando la tormenta sin haber solicitado aún un rescate; la prima de riesgo se ha situado en 420 puntos (casi 200 menos que en julio) y el interés del bono a 10 años en el 6%, a mucha distancia del récord de 7,7%. La OMT de Draghi se lleva buena parte del mérito, pero también los esfuerzos reformistas y la austeridad que están encajando las sociedad española e italiana.

La canciller Merkel declaró durante su visita a Madrid, con una amplia delegación empresarial, que está impresionada con el sacrificio que están efectuando los españoles. Aunque tardaremos en generar empleo de forma sostenida, antes del leve ascenso en agosto (el menor en seis años), disminuyó el paro durante cuatro meses consecutivos.

¿Podemos vaticinar una recuperación de la economía española a mediados de 2013 si mantenemos los compromisos adquiridos y aplicamos los ajustes adicionales necesarios? La prudencia de Rajoy es una gran virtud en un gobernante. Pero el Gobierno español con su negociación y la sociedad española con su aguante ya han logrado las condiciones más beneficiosas posibles. Ha llegado la hora de solicitar formalmente ayuda a los fondos europeos. No porque España no pueda aguantar unas semanas e incluso meses más. Sino porque el deterioro del contexto económico internacional aconseja utilizar la ayuda que se nos ofrece. La ralentización del crecimiento de China, India, Brasil, otros emergentes en América Latina y Asia y EE UU prolongará y agravará la recesión en la eurozona.

Los Países Bajos acudirán a las urnas en septiembre, Italia en primavera y los votantes del land alemán de Baja Sajonia en enero. Sabemos que las elecciones ralentizan la acción de los políticos. El Tribunal Constitucional alemán dictaminará sobre la legalidad del MEDE el próximo 12 de septiembre. Si considerara que vulnera la Constitución alemana, peligraría el mecanismo ideado por el BCE para España e Italia porque el FEEF cuenta con menos fondos que los comprometidos para el MEDE.

Lo más probable -y deseable- es que el Constitucional alemana exija, como en ocasiones anteriores, que el Ejecutivo alemán involucre más al legislativo en la toma de decisiones relativa a los fondos europeos.

Otro frente abierto es el lento avance hacia la unión fiscal y bancaria en la eurozona. La acción del BCE no puede sustituir el coraje y compromiso de los Gobiernos y Parlamentos. Estas incertidumbres económicas, legales y políticas están más allá del control del Ejecutivo y sociedad españolas. El merecido triunfo en la Eurocopa fue fruto de un gran rendimiento. Pero España siempre controló su destino.

Ha llegado el momento de que el presidente Rajoy haga gala también de su sentido de la deportividad. Si nos acogemos a la ayuda de los fondos europeos en estos momentos relativamente favorables evitamos tener que hacerlo dentro de unos meses en condiciones menos ventajosas. En Washington se empezó a hablar de un rescate de la economía española en la primavera de 2010. Podemos estar satisfechos de haber llegado junto con Italia a la final de los países endeudados de la eurozona pero no rescatados. En la final de la Eurocopa nos adelantamos a la escuadra azzurra y conseguimos una goleada. Ahora juegan muchos más países. Toca adelantarse nuevamente a Italia.

Alexandre Muns.

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