La banca nacionalizada compite con depósitos al 4% para retener clientes
Las entidades financieras se proponen rescatar los depósitos perdidos. Tras perder 113.600 millones entre 2010 y mayo de este año, se lanzan ahora a la búsqueda de liquidez ofreciendo tipos de interés privilegiados, que llegan a superar el 4% anual frente a una media del 2,38% en junio. Es la nueva guerra del pasivo, en la que las entidades nacionalizadas necesitan ofrecer productos muy apetitosos para evitar el éxodo de clientes. La Unión Europea, sin embargo, advierte de que la banca rescatada tiene que limitar las políticas agresivas.
Catalunya Caixa, Novagalicia y Bankia, todas ellas nacionalizadas, compiten entre las rentabilidades más altas del mercado: entorno al 4% TAE (Tasa Anual Equivalente), aunque más que una oferta para atraer nuevos clientes, constituye un intento de mantener a los que ya tienen compitiendo con plazos fijos de alta rentabilidad. Bankinter ofrece ya un 4,21%, la CAM, un 4,5% y Citibank e ING, un 4%, todos a un año. Unos lo llaman competencia desleal porque cuentan con más liquidez que el resto de bancos, otros creen que la guerra es limpia porque las nacionalizadas compiten con precios similares al resto de entidades.
Catalunya Caixa ofrece el 4% TAE en depósitos a un año de a partir de 1.000 euros, con exigencias de que el cliente se vincule a la entidad de alguna manera, por ejemplo con su nómina. "No tiene nada que ver con la guerra de depósitos. Queremos fidelizar a la clientela y premiar a los que nos dan su confianza", declara una portavoz de Catalunya Caixa que prefiere mantener el anonimato. "Son intereses muy elevados que en muchas ocasiones no llegan a darse porque tienen muchos condicionantes", añade.
A diferencia de la gran banca, las entidades nacionalizadas no tienen suficiente activo para recurrir a la financiación del Banco Central Europeo (BCE), a un tipo mucho más ventajoso que el de mercado. "Las entidades nacionalizadas están siendo más agresivas en la política de captación de depósito minorista, aunque no tendrían por qué hacerlo. Al estar intervenidas, ya tienen liquidez y esta oferta incrementa el coste de su pasivo en un momento en que se reduce el activo. Se genera menos volumen y todo ello en un entorno con unos tipos de interés muy bajos", explica la analista financiera de Renta 4 Nuria Álvarez, que asegura que no se producía una guerra de este tipo desde 2008-09, al inicio de la crisis, cuando los bancos ofrecían rentabilidades del 6 y hasta el 7%.
La banca de capital público está en pleno proceso para recomponer su política comercial
Las entidades nacionalizadas están a punto de recibir la primera partida del rescate a la banca española, una inyección de 30.000 millones de euros provenientes de Bruselas. El MoU, el memorando de entendimiento que impuso la Unión Europea cuando aprobó el rescate, pretende "limitar las distorsiones de competitividad de manera que se promueva la estabilidad financiera". El Banco de España, por su parte, exige a las entidades que remuneran los depósitos en exceso un sobrepago al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) que garantiza la devolución de un máximo de 100.000 euros por titular en caso de quiebra.
"El euríbor tiene tendencia a la baja -está ahora por debajo del 1%- y, por tanto, con menos rentabilidad habrá que controlar más los costes del pasivo. No todas las entidades son capaces de hacerlo, y les puede hacer perder beneficio en intereses", considera la experta de Renta 4 que, además, remarca que las entidades nacionalizadas están bajo el control de un comité del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Para erradicar la guerra del pasivo entre los bancos y acabar con los depósitos de una rentabilidad desorbitada, la exministra de Economía Elena Salgado ya aprobó en 2011 una ley que obligaba a los bancos aportar al FGD el margen de beneficio que superara, en una proporción entre el 1 y el 1,5% en función del periodo del depósito, el índice del euríbor para ese tiempo. Esta medida solo sirvió, sin embargo, para agudizar el ingenio de los bancos, que potenciaron otro instrumento para obtener liquidez a costa de un mayor riesgo para el cliente: los pagarés. El Gobierno se plantea ahora retirar esta penalización.
La entidad supervisora, el Banco de España, ha rechazado hacer declaraciones sobre si estas prácticas comerciales de la banca podrían suponer competencia desleal de las cajas nacionalizadas que entren en el juego, ya que disponen de liquidez gracias a la inyección del Estado.
Bankia, la más grande de todas la entidades intervenidas por el Estado, participa en esta guerra del pasivo con otro depósito ofreciendo a sus clientes una rentabilidad que puede llegar al 4%. Se trata de plazos fijos clásicos, con liquidación trimestral de los intereses que pretenden la fidelización. Como es habitual en la contratación de depósitos, las condiciones están sujetas a negociación atendiendo a la vinculación que tenga el cliente con la entidad, el importe que quiera suscribir y la duración del depósito. La política comercial de la entidad consiste, sin embargo, en ofrecer depósitos a un máximo del 2,4%.
Para aquellos clientes que vengan de fuera, Bankia también tiene un producto de alta rentabilidad, al 4%, con un importe mínimo de 75.000 euros y una duración del depósito de un año. Mediante los plazos fijos de alta rentabilidad se pretende evitar el éxodo de clientes, premiando al cliente fiel a la entidad. A la hora de obtener una TAE superior por el depósito, se tienen en cuenta criterios como que el cliente tenga la nómina domiciliada en la entidad.
Novagalicia también se apunta al 4% TAE. El acceso a esta rentabilidad se debe negociar en la oficina, tal y como aseguraba a este medio un empleado de una oficina madrileña de la entidad. Como punto de partida para lograr la máxima rentabilidad, el cliente debe suscribir una cantidad superior a 50.000 euros, con la posibilidad de retirar el plazo fijo sin penalización. Otra entidad intervenida, Banco de Valencia, ofrece a sus clientes hasta el 3,7% TAE, siempre y cuando se trate de una cantidad importante, en torno a los 50.000 euros o superior. Las características son las de un plazo fijo clásico, con liquidación trimestral de los intereses. Las condiciones del producto son flexibles según el perfil del cliente y, en cualquier caso, requiere la autorización del responsable de la sucursal.
Las cifras
2,38% es el tipo medio al que remunera el conjunto del sector los depósitos.50.000 euros es el importe mínimo de imposición a plazo que se suele exigir en las mejores ofertas.12 meses es el plazo al que se ofertan los depósitos más competitivos.0,75% es el precio oficial del dinero, referencia para el negocio bancario.