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Tribuna
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Condenados a entenderse

El pasado mes de abril, Exceltur alertaba de las consecuencias que para el sector podía tener la anunciada subida de las tasas aeroportuarias y recordaba que "la sensibilidad para el conjunto del sector ante cualquier subida en los costes y precios es más alta que nunca" como consecuencia de la debilidad de la coyuntura internacional. Conviene señalar que las tasas son un elemento clave en la estructura de costes de las aerolíneas y, junto con el coste del combustible, suponen más de la mitad de los gastos de las compañías aéreas.

Las patronales del sector aéreo, Aceta y ALA, han calculado que la subida de tasas supondría en el caso de Madrid-Barajas un incremento del 50,3% con respecto al ejercicio anterior. La última reacción ante esta subida ha sido la petición de Iberia, a través de su director de asuntos corporativos, Manuel López Colmenarejo, de una rebaja del 50% en las tasas aeroportuarias para los pasajeros en conexión. Iberia justifica la conveniencia de esa medida amparándose en un informe de la consultora Oliver Wyman. En este documento se hace referencia a los descuentos de los que se benefician los pasajeros en tránsito en los hubs competidores. En el hub de Lufthansa en Fráncfort los pasajeros en tránsito reciben descuentos del 50%; los de British en Londres, del 25%; los de Air France en París, del 40%, y los de KLM en Ámsterdam son los más beneficiados, con una bonificación de casi del 60%.

Aena, por su lado, sostiene que las tasas aeroportuarias que aplica en la red de aeropuertos española son un 43,5% más bajas que las aplicadas en el resto de Europa.

Pero, ¿está justificada la reclamación por parte de Iberia de esa rebaja?

Lo cierto es que de los casi 50 millones de viajeros que utilizan el aeropuerto de Madrid-Barajas todos los años, cerca de 18 millones únicamente realizan escalas de conexión con otros vuelos y, como ha recordado López Colmenarejo, el 75% de los pasajeros que llegan a Madrid para hacer conexiones vuela en aviones de Iberia.

Un hub, un centro de conexión, es un aeropuerto que actúa como centro de distribución del tráfico aéreo. Los hubs absorben el tráfico de otros aeropuertos sirviendo como centro de conexión a terceros destinos y son, por lo tanto, un instrumento para ofertar servicios globales. Los hubs solo tienen sentido si hay unos spokes en cuyos extremos se sitúan una serie de aeropuertos radiales que alimentan al hub.

La importancia del hub radica en que las grandes compañías necesitan para ofrecer sus servicios un aeropuerto en el que se den las condiciones para atender a sus clientes con las máximas garantías, de una manera eficaz y eficiente, y donde se generen economías de escala. En Europa, los principales hubs son el aeropuerto de Schiphol (Ámsterdam) para KLM, el aeropuerto de Heathrow (Londres) para British Airways, el aeropuerto Charles de Gaulle (París) para Air France, el aeropuerto de Fráncfort para Lufthansa o el aeropuerto de Madrid-Barajas para Iberia.

Iberia fue la única compañía interesada en Barajas como su hub y la construcción de la Terminal 4 del aeropuerto Madrid-Barajas se planteó como la gran oportunidad para Iberia y sus aliados de un centro de conexión desde el que canalizar los vuelos hacia América Latina desde una red de aeropuertos radiales. Así lo entendió Aena cuando asignó a Iberia y a sus aliadas de Oneworld la práctica totalidad de la T4.

La realidad es que, a día de hoy, si Iberia dejara el hub de Barajas desaparecerían los vuelos directos desde Madrid hacia los aeropuertos de América Latina. Al mismo tiempo, Iberia se vería abocada a una situación de difícil salida, si no imposible. Los vuelos de larga distancia y el desarrollo de la compañía hacia el subcontinente americano tienen un carácter estratégico. Iberia ha advertido, a través de su director de estrategia, José Bolorinos, que si a las pérdidas anuales de entre un 2% y un 3% a las que se enfrenta el sector por el bajo precio de los billetes se le suman unas tasas aeroportuarias elevadas se estará "ante un desastre".

Por lo tanto, Aena e Iberia están condenadas a entenderse. Por un lado, resulta fundamental que Iberia encuentre las bases para el desarrollo de unas condiciones competitivas del hub de Barajas frente a otros competidores de referencia.

El primero de los criterios para garantizar el éxito de un hub es la buena relación y sintonía Gobierno-operador del aeropuerto-compañía aérea. La Administración, especialmente en el caso de España, donde el turismo es un sector estratégico, debe garantizar las condiciones idóneas para el desarrollo competitivo del hub a través de un marco regulatorio favorable y de una adecuada estructura de costes en la que, como hemos recordado, las tasas ocupan un papel principal.

Raúl Revuelta Carbajo. Director de Estudios de Turismo de IE University

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