La Bolsa y la prima de riesgo se desbocan a niveles récord
El Ibex ha rubricado su peor semana desde agosto de 2011 al caer un 7,3%, mientras el 'spread' está en máximos de la era del euro.
España se ha convertido en una olla a presión que, según los peores augurios, está a punto de estallar. La nacionalización de Bankia, que ha aflorado unas necesidades de capital de 19.000 millones de euros, y sobre todo las dudas sobre con qué fondos va a reflotar el Estado la entidad han terminado por hundir la ya debilitada confianza en el sector financiero español. Los expertos calculan que España deberá afrontar una factura adicional de entre 50.000 y 70.000 millones para recapitalizar la banca, una cifra demasiado desorbitada para poder ser sufragada por las arcas públicas nacionales después de que la prima de riesgo se haya disparado a máximos de la era euro. Un escenario que ha hecho saltar las alarmas sobre un inminente rescate de España.
El viernes, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán se situaba en 536 puntos básicos (en la jornada llegó a tocar los 548), lo que supone un aumento de 50 puntos respecto a hace una semana, mientras la rentabilidad de la deuda a este plazo se disparaba hasta el 6,53%, niveles que se acercan ya a la línea roja de la intervención. La prima de riesgo italiana, el siguiente país que se vería contagiado por las turbulencias, ha pasado de 430 a 457, con el rendimiento del bono a diez años en el 5,74%. Como defensa a estos ataques, los representantes del Gobierno español se aferraban a la necesidad de preservar el euro. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, señalaba el viernes que la única solución a la actual crisis era la supervivencia de la moneda única, mientras que un día antes el ministro de Economía, Luis de Guindos, insinuaba que Italia también saldrá perjudicada si persisten las acometidas de los mercados contra España.
Mientras, el Ibex llegaba a perforar el viernes la barrera de los 6.000 puntos, aunque remontó al final de la sesión. El índice cerró en 6.065 puntos (-0,41%), con una pérdida semanal del 7,31%, el peor registro desde el fatídico agosto de 2011. Con ello, el índice selectivo acumula una racha negativa de tres semanas, periodo en el que se ha dejado un 13,3% y se ha instalado en los niveles más bajos desde marzo de 2003. Los peor parados vuelven a ser los bancos. Bankia, que llegó a cotizar por debajo de un euro, ha perdido en la semana un 35,03% de su valor; Bankinter, un 17,61%, y Popular, un 11,98%. Sacyr Vallehermoso también se ha dejado un 26,48% y Repsol, un 14,97%.
En el resto de Europa el balance no ha sido tan catastrófico. El índice parisino se ha depreciado un 3,2% entre el lunes y el viernes; el alemán, un 4,57%; el milanés, un 3,15%, y el londinense, un 1,71%. En Wall Street, por su parte, el Dow Jones entraba el viernes en pérdidas anuales con una caída del 2,22% en la jornada. El S&P y el Nasdaq cedían en la sesión un 2,46% y un 2,82%, respectivamente.
A los problemas de la eurozona se sumaron el viernes los malos datos de empleo en EE UU -en mayo se crearon 69.000 puestos de trabajo fuera del sector agrícola, frente a los 150.000 esperados-, algo que los mercados interpretaron como un indicio de que los problemas en Europa empiezan a salpicar al otro lado del Atlántico. "A los ya conocidos problemas en Europa se suma ahora una nueva preocupación, y es que los últimos datos macroeconómicos que se han ido conociendo en EE UU demuestran que el país no es inmune a los acontecimientos de fuera de sus fronteras y empieza a mostrar debilidad", apuntaba Victoria Torre, responsable de análisis de producto de Self Bank.
Un jarro de agua fría para las Bolsas, compensado en parte por los rumores de que el BCE estaba comprando deuda. Este es, a juicio de los expertos, el único antídoto que puede aplacar las turbulencias, si bien es una opción que el organismo no parece barajar por el momento. De hecho, el pasado jueves, Mario Draghi atacaba la manera en la que las autoridades españolas han gestionado la crisis de Bankia. A pesar de esta pasividad del BCE, los inversores mantienen la esperanza en que aproveche su reunión del próximo miércoles para aliviar tensiones.
"La primera línea de incertidumbre es España y esto obliga a decisiones/hechos más contundentes y definitivos", comenta Banco Sabadell en un informe. Esta firma de análisis considera, no obstante, que hasta que no se celebren las elecciones en Grecia, otro de los focos de los mercados, el panorama no se despejará.
Sabadell y CAM
FROB: obtenido el visto bueno de Bruselas y ejecutada la ampliación, se activa el mecanismo por el que el 80% de las pérdidas esperadas en CAM corren a cargo del FROB.Consejo: el viernes se produjo el relevo de los representantes del FROB en CAM. José Oliu es el nuevo presidente y Miguel Montes, el nuevo consejero-director general.
Los frentes abiertos de la crisis
Mercados secundarios. Los plazos cortos de deuda, también en máximosLa tensión que soporta estos días la deuda soberana española tiene su principal indicador en la prima de riesgo, que ayer llegó a alcanzar un nuevo récord durante la sesión en los 547,9 puntos básicos. Este indicador refleja el sobrecoste que exige el mercado a la deuda española a diez años respecto a la alemana al mismo plazo. Sin embargo, la temperatura se eleva aún varios grados más al tomar en cuenta plazos de deuda más cortos. Cuanto más reducido el plazo de vencimiento del título, mayor grado de exigencia en rentabilidad. Así, el rendimiento del bono a diez años español es del 6,5% y el de a cinco años no es mucho menor, del 5,967%, un nivel que supera incluso al rendimiento del bono italiano a una década. En la deuda española a dos años, la exigencia de rentabilidad que impone el mercado se mueve al filo del 5%, a una distancia abismal del 0,002% que renta la deuda alemana a ese plazo y que esta semana incluso llegó a arrojar rentabilidades negativas. De hecho, el avance de la prima de riesgo española va en paralelo al descenso del bono alemán de referencia, que cada día marca un nuevo mínimo récord, ayer con una rentabilidad que ya se aproxima al 1%.Junto a la presión en el mercado secundario, que ha colocado al conjunto de la deuda en niveles sin precedentes en la era del euro, el Tesoro afrontará el próximo jueves la subasta más complicada de la presente crisis, con la emisión de bonos a 2,4, 4,4 y 9,7 años.Materias primas. El barril de petróleo Brent pierde los 100 dólaresLas persistentes turbulencias de los mercados han roto una barrera más, la de los 100 dólares por barril de petróleo Brent, que había logrado permanecer sobre esa cota en su periodo más largo de tiempo, desde octubre de 2011 hasta la jornada de ayer. A la debilidad de las economías de Europa y los temores sobre el sostenimiento del milagro chino, principales factores de la caída del crudo, se suma también el efecto de la crisis financiera española, según apuntaba el viernes Barclays. La firma británica apunta a España como el detonante de que el precio del petróleo se esté moviendo ahora al filo de los 100 dólares el barril.Si se toma como indicador el deterioro de la deuda soberana española en el mercado, el avance de la prima de riesgo es proporcional al descenso del precio del barril Brent. Así, en la semana el diferencial ha subido casi 30 puntos, desde los 511 a los 536, mientras que el barril Brent, referencia del crudo del mar del Norte, ha retrocedido de 107 a 98 dólares por barril. En lo que va de año, su precio ha retrocedido casi el 8%."A la vista de la incertidumbre económica, creemos que los precios del petróleo están en un rango de mínimos sostenible", apunta Barclays, que recuerda en cualquier caso que están sujetos, al igual que el resto de activos, a la inquietud que despierta la crisis soberana europea, ahora con su foco en España y su sistema financiero.Divisas. El euro retrocede a niveles de junio de 2010Frente a lo sucedido en capítulos anteriores de la ya larga crisis de deuda soberana europea, el euro sí se resiente en esta ocasión tanto del temor a que Grecia salga del euro -y provoque con ello la desintegración del proyecto europeo- como de las dudas que despierta el sistema financiero español.El euro ha retrocedido esta semana a mínimos de junio de 2010, al perder ayer por primera vez desde entonces la cota de los 1,23 dólares. En lo que va de año, la divisa comunitaria se ha depreciado frente al billete verde el 4,4%, síntoma de la incertidumbre que continúa despertando la zona euro y de una mayor fortaleza de la economía estadounidense.La divisa europea encuentra ahora en España un nuevo obstáculo, a la vista de la interpretación que hacen los mercados sobre la salud de su banca. Y a esto se añade la interminable crisis griega, que el próximo domingo 17 de junio afrontará una nueva fecha determinante.Los mensajes de Merkel y Hollande, centro de la toma de decisiones de la zona euro, insisten en que el futuro de Europa pasa por la permanencia de Grecia en la divisa, si bien el conjunto de las autoridades europeas observa con extrema inquietud el resultado de las próximas elecciones, que han tenido que repetirse ante la falta de acuerdo de Gobierno tras las celebradas en mayo. Una victoria del partido de izquierdas Syriza, contrario a las exigencias de Bruselas y el FMI, pondría de nuevo al euro en el disparadero.Bankia. La entidad llega a cotizar por debajo de un euroEl grupo financiero, nacionalizado el pasado día 9, ha agudizado esta semana su desplome en Bolsa. En cinco días sus acciones han caído un 35,03%, hasta el nuevo mínimo histórico de 1,02 euros, pero el jueves llegó a tocar los 0,95 euros por título. Desde el pasado día 7, cuando se anunció el cambio de su equipo gestor, los títulos de Bankia han perdido un 58,4%. Mayor aún es el retroceso respecto al precio de su salida a Bolsa, en julio de 2011, que roza ya el 73%. Con ello, la capitalización bursátil de Bankia se ha reducido hasta los 2.034 millones.La oleada de ventas se debe al anuncio de la entidad de que va a ampliar en 12.000 millones de euros su capital, una operación que tendrá un fuerte efecto dilutivo. En total, Bankia ha pedido ayudas públicas de 19.000 millones de euros, que se suman a los 4.465 millones de participaciones preferentes del primer Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que convertirá en acciones. A ello se añade la incertidumbre sobre con qué fondos va a recapitalizar el Estado la entidad financiera teniendo en cuenta las dificultades para acceder en estos momentos a la financiación en los mercados.En pocos valores hay semejante consenso de los analistas. Según los datos publicados por Bloomberg, el 89% de los analistas recomienda vender sus acciones y el 11% restante mantener. El precio objetivo medio se sitúa en 1,17 euros, ligeramente por encima del cierre del viernes.