Más control de las bajas laborales
Es tradicional en tiempos de crisis el uso poco profesional de los mecanismos de protección contra la enfermedad como fórmula de alivio de los costes de las empresas, así como de fuente de renta accidental para los trabajadores por cuenta ajena. Los gestores de la Seguridad Social han combatido siempre esta práctica fraudulenta que consistía en reducir plantillas con bajas laborales por enfermedad que se encadenaban con seguros y subsidios de desempleo hasta enlazar con fórmulas alambicadas de jubilación y prejubilación. Una vez más, el Ministerio de Empleo quiere poner coto a estas prácticas, tanto al abuso de las bajas laborales, otorgando más poder a las mutuas de accidentes y enfermedades profesionales, como al ensayado con los variopintos mecanismos de jubilación que encarecen la factura de la Seguridad Social.
La reforma laboral ya ha colocado cepos al absentismo laboral reiterado; pero pretende hacerlo ahora con aquel que está camuflado como baja laboral, sobre todo en los procesos que corta duración, tanto el que no precisa de baja médica como el que sí, pero no sobrepasa los 15 días, que es el umbral que costea la empresa. Todos los instrumentos deben ser utilizados para aliviar tanto la factura empresarial como la estatal para hacer financiable la protección social justificable.