La Banca extranjera mantiene el tipo
Operan en España desde 1979, cuando un decreto-ley autorizó su actividad
A lo largo de estos años, muchos bancos extranjeros han desistido, pero los que se han quedado se han ido haciendo un hueco en nuestro mercado.
Barclays llegó a España en 1974. Desde entonces, su crecimiento ha venido por el desarrollo del propio negocio y a través de las compras de Banco de Valladolid (1982) y Banco Zaragozano (2003). El germen de Deutsche Bank en nuestro país se encuentra también hace 30 años en Bancotrans (Banco Comercial Transatlántico), una entidad estratégicamente orientada a empresas y a particulares de la que en 1971 ostentaba el 25% del accionariado, participación que fue aumentando hasta que en 1989 adquirió la mayoría del capital. Después vendría la compra de Banco de Madrid y su integración. En 1994 la entidad cambió su nombre por Deutsche Bank. En cuanto a Citi, en plena celebración de su 200 aniversario, su historia española se remonta a 1979, tras la autorización estatal para que los bancos extranjeros pudieran volver a trabajar en España y hacer banca de empresas. De hecho, desde entonces Citi ha sido un socio de referencia en el desarrollo internacional de las grandes compañías españolas, tanto en su implantación geográfica como en la diversificación de sus fuentes de financiación. Hoy cuenta con 45 sucursales y cerca de 2.000 empleados. Mayor tamaño, hasta los 4.000 trabajadores, ha alcanzado el grupo BNP Paribas, que está presente en España desde mediados de los sesenta, aunque no empezó a operar como banco hasta 1979. La entidad ha pasado de convertirse en un banco dirigido a particulares tras la adquisición de la Banca López Quesada a reorientar su actividad a la banca privada y corporativa. En cuanto a HSBC, desembarcó en Madrid como Midland Bank en 1981 para dar servicio a grandes compañías. Tras diversas integraciones de negocio, adoptó su nombre actual y abrió oficinas en Barcelona y Valencia.