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Lunes de los Fondos

Comparativa incómoda

La industria de gestión de activos es una de las menos competitivas de la economía española

La industria de gestión de activos española (fondos de inversión, fondos de pensiones, etc.) es uno de los sectores menos competitivos de la economía española. Lo curioso es que dentro del amplio sector financiero disfrutamos de subsectores o áreas donde somos tan competitivos y eficientes como cualquiera de nuestros socios europeos. Un ejemplo clásico es el de la banca comercial clásica, la cual disfruta de plataformas tecnológicas de primera línea, que contribuyen decisivamente a unos niveles de eficiencia que entre otras cosas han permitido a algunas entidades financieras nacionales a competir muy bien en el extranjero.

Desgraciadamente, la situación de la gestión de inversiones en España se ha caracterizado por la falta de competencia durante muchos años. El dominio de las gestoras de fondos de inversión y de la gestoras de fondos de pensiones por los grupos bancarios se ha traducido en una red captiva donde prácticamente todo el dinero que entra en estos fondos lo hace a través de estas redes. Un bajo nivel de cultura financiera y una muy alta bancarización de los españoles han permitido que el statu quo pueda haberse extendido durante tanto tiempo. Si a este cóctel añadimos que la legislación española tampoco ha favorecido la salida de la gestión española al exterior, con problemas como los asociados a las cuentas ómnibus, no es de extrañar el estado en el que se encuentra este sector.

En el mercado de los fondos de inversión hemos visto en los últimos años una apertura del mercado y aunque todavía es minoritario cada vez son más las instituciones operando en lo que se denomina un modelo de arquitectura abierta. Esto no es otra cosa como algo tan deseable y razonable como poder elegir entre todas las opciones del mercado la mejores, independientemente de quién sea el dueño de la gestora. Donde la situación es básicamente arcaica es en el mundo de las pensiones privadas, donde la arquitectura se puede describir más que cerrada, hermética.

El rendimiento de los fondos de inversión extranjeros supera al que obtiene la industria nacional

Uno de los resultados prácticos de esta situación es que las empresas que realizamos análisis y selección de fondos sin restricciones nos encontramos con que los fondos de gestoras nacionales apenas tienen presencia en las listas. Lógicamente y afortunadamente siempre se encuentran excepciones pero estas son mínimas. Los resultados agregados, cuando se comparan peras con peras y manzanas con manzanas (desgraciadamente algo que brilla por su ausencia) son demoledores.

Para ello he realizado un pequeño ejercicio en el que, basado en el sistema de clasificación de Lipper y las bases de datos de fondos de inversión y fondos de pensiones, se hacen comparaciones homogéneas. Para ello creo tres grupos: uno de fondos de pensiones privados españoles, otro con todos los fondos de inversión (domésticos e internacionales), registrados a la venta en España y otro solo con los fondos de inversión internacionales registrados en España. El resultado esperado en lo que respecta a rentabilidades medias se confirma: el primero es el peor grupo con diferencia, seguido por el segundo y el tercero (el de los fondos internacionales) destaca ampliamente del resto.

Los resultados son demoledores porque las diferencias de rentabilidad son muy destacadas, abarcan diferentes periodos y se extienden por todas las categorías sin prácticamente excepción. Incluso en categorías en las que la industria nacional apela a un conocimiento y experiencia destacados, como las deudas y Bolsas nacionales y europeas, las diferencias a favor del competitivo sector de las gestoras internacionales son claras.

Les proporciono unos pocos ejemplos. La rentabilidad anualizada en los últimos diez años en la categoría de renta fija global para los fondos de pensiones privados españoles es de un -1,89%, mientras para que los fondos internacionales alcanza el 2,87%. Una diferencia de rentabilidad anual de aproximadamente un 4,5% en un periodo de diez años es una absoluta barbaridad de dinero. En el caso de la renta variable europea la diferencia de rentabilidad anual en la última década se aproxima al 2%. En la categoría de mixtos flexibles globales los fondos de pensiones registran una minusvalía media anual del -0,37%, contra una plusvalía media del 2,61% para los fondos internacionales, casi un 3% de diferencia. Las diferencias invariablemente se mueven en general entre el 1,5% y el 3% anualmente en la última década, lo que es todo un mundo.

La industria nacional debe aprovechar el momento de cambio actual para darle un giro de 360 grados a su estructura y prácticas con el objeto de que España disfrute de la industria de gestión de activos que se merece.

Sesgo en los datos

Efectos distorsionadores. En todo estudio mínimamente riguroso hay que analizar los sesgos en los datos porque casi siempre existen y pueden desvirtuar los datos. Son factores distorsionadores en los datos que pueden conducir a conclusiones erróneas.Activos nacionales. En esta comparativa se pueden aducir al menos sesgos de inversión, sesgos de calidad y sesgos de supervivencia. El primero sería por el mayor peso de los activos nacionales en los fondos españoles, un factor favorecedor para estos en la última décadaMejores productos. El segundo es que las gestoras internacionales traen solo sus mejores productos, lo que podría favorecer a estas. El último es la mortandad de los productos malos, lo que en principio no favorece a ninguno de los grupos analizados.

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