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Columna
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La patata caliente de los salarios excesivos

Los salarios extravagantes de los ejecutivos pueden ser escandalosos, pero es importante argumentar por qué y asegurarse de que los cambios de política reflejan las razones. El Gobierno de Reino Unido ha hecho la llamada equivocada. Las propuestas de Vince Cable, secretario de Estado de Economía, se basan en la premisa de que los accionistas son las principales víctimas de las remuneraciones de los ejecutivos. Sin embargo, el salario del consejo de administración tiene un pequeño efecto sobre la rentabilidad de las inversiones. Aunque los inversores deben preocuparse de los incentivos que sesgan las decisiones estratégicas, los fuertes recortes en la paga de la élite de los empleados solo puede lograr pequeñas ganancias en los beneficios operativos. Además, muchos inversores institucionales modernos no piensan como propietarios. El voto vinculante de los accionistas sobre las remuneraciones, una de las propuestas de Cable, no va a cambiar eso.

Tampoco se trata del dinero de los trabajadores ordinarios. El 0,1% de los perceptores de Reino Unido recibe aproximadamente el 7% de los ingresos de Reino Unido. Si sus ingresos se redujesen a la mitad y todos los demás trabajadores compartiesen esa cantidad, su salario promedio se incrementaría en un minúsculo 0,4%. Se trata del principio. Para el 99,9%, los pagos excesivos son escandalosos, porque son una injusticia social. El salario anual de los jefes ejecutivos de las mayores empresas de Reino Unido equivale a 145 veces el sueldo medio nacional, según los informes de la Comisión de Altas Retribuciones. Un múltiplo demasiado alto. El teórico Peter Drucker sugirió que 20 era el número correcto en Estados Unidos en 1984. Un debate político informado ayudará a decidir lo que conviene a la Gran Bretaña de hoy. Cable ha decidido no exigir a las empresas publicar un ratio de pago estandarizado. Parece como si quisiera evitar la pregunta clave: si las diferencias de remuneración justas y razonables entre patronal y trabajadores deben ser legalmente impuestas.

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