Merkel y Sarkozy recuperan la fiabilidad de la deuda pública de los países del euro
Nicolas Sarkozy y Angela Merkel anunciaron ayer un principio de acuerdo sobre la reforma del Tratado de la UE para zanjar las dudas del mercado sobre la solvencia de los socios del euro. El acuerdo recupera la fiabilidad de la deuda pública y ayer mismo ya se redujeron drásticamente las primas de riesgo.
No se trata de que venza Francia o de que venza Alemania", explicó el presidente francés Nicolas Sarkozy tras reunirse en el Elíseo con la canciller alemana, Angela Merkel. "Se trata de que gane Europa". Y por una vez, podría ser cierto que el conjunto del club comunitario sale beneficiado de una cita franco-alemana. En particular, los países meridionales cuya deuda pública arrastra desde hace más de un año el terrible estigma del riesgo de impago.
"Queremos decir a los ahorradores del mundo entero que en Europa la regla general es que las deudas se reembolsan", señaló Sarkozy tras una cumbre bilateral que desanda gran parte del camino recorrido por el eje germano-francés durante el último año.
Merkel, a juzgar por las palabras de Sarkozy, renuncia a imponer las llamadas cláusulas de acción colectiva en las futuras emisiones de bonos, una figura que sembraba la duda sobre la capacidad de reembolso al advertir a los inversores sobre un posible riesgo de impago. La canciller impuso esa condición el año pasado como paso previo a la creación del fondo de rescate permanente de la zona euro o Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
"España se sumará desde ya al nuevo Tratado", indican fuentes próximas a Rajoy
Aviso de Standard & Poor's
El acuerdo, sin embargo, podría haber llegado demasiado tarde, a juzgar por la reacción de las agencias de calificación. Standard & Poor's, según adelantó ayer la edición digital del diario Financial Times, someterá a revisión, para una posible rebaja, el rating de los seis países de la zona euro que disfrutan todavía de una triple A: Alemania, Francia, Holanda, Austria, Finlandia y Luxemburgo.
La rebaja de cualquiera de ellos, en particular de Alemania o Francia, podría hundir definitivamente el fondo de rescate de la zona euro puesto en marcha en 2010. Y la simple amenaza puede complicar sobremanera el acuerdo sobre las propuestas de Merkel y Sarkozy para zanjar la crisis de la deuda en la cumbre europea del 8 y 9 de diciembre
Merkel y Sarkozy detallarán mañana por escrito sus propuestas para esa cumbre, entre las que figura una reforma del Tratado y un endurecimiento del régimen de disciplina fiscal. Sarkozy es el que cede en ese terreno al admitir, tras un año de resistencia, la aplicación casi automática de las sanciones por déficit excesivo.
Merkel consigue así su ansiado objetivo de librar a las sanciones de cualquier regateo político, para evitar las negociaciones que permitieron a Alemania y a Francia en 2003 frenar el expediente disciplinario abierto por el entonces comisario europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes.
El acuerdo sobre el nuevo Tratado también consagrará otro objetivo de Berlín: la inclusión de la llamada regla de oro o compromiso de equilibrio presupuestario en la norma constitucional de todos los socios del euro.
"Este paquete", señalo Merkel, "muestra que estamos absolutamente determinados a mantener el euro como una moneda estable".
Revisión judicial
Merkel y Sarkozy desean que el nuevo Tratado esté concluido en marzo de 2012 para que pueda entrar en vigor, previa ratificación nacional, a finales de ese año o principios de 2013. Los dos mandatarios indicaron su intención de que el Tratado abarque a toda la UE. Aunque están dispuestos a plantearlo solo para la zona euro si algún país, como Reino Unido, se niega a aceptarlo.
España, según anunciaron ayer fuentes próximas a Mariano Rajoy, se sumará al nuevo Tratado "desde ya". El futuro presidente del Gobierno así se lo comunicará a Merkel y Sarkozy durante la cumbre del Partido Popular Europeo que se celebra mañana y el jueves en Marsella.
El plan germano-francés incluye la revisión por parte del Tribunal de Justicia Europeo de la regla de oro adoptada por cada país para comprobar su rigor. Ese acuerdo augura una revisión judicial de la reforma constitucional aprobada en España a principios de septiembre tras un acuerdo del Gobierno de Rodríguez Zapatero y la oposición popular de Rajoy.
las claves de la propuesta
Sanciones
Aplicación automática. La reforma del Tratado de la Unión Europea que proponen Merkel y Sarkozy establece la aplicación de sanciones automáticas a los países que no respeten el límite del déficit público del 3% del PIB. Las sanciones se aplicarán por recomendación de la Comisión Europea, a menos que una mayoría cualificada de países voten en contra. El procedimiento es el inverso al actual, por el que es necesaria una mayoría cualificada para aprobar la aplicación de sanciones a los países incumplidores.Tribunal de Justicia Europeo. No estará autorizado a anular el presupuesto de ningún país pero tendrá capacidad para determinar si la denominada regla de oro del déficit público, que deberá estar recogida en las constituciones nacionales, se ajusta al principio europeo de estabilidad del nuevo tratado.
Eurobonos
Rechazo frontal. Francia se sumó ayer a la conocida negativa alemana hacia los eurobonos y lo hizo con contundencia. Nicolas Sarkozy declaró que este instrumento no es en ningún caso la solución a la crisis de la zona euro.
Fondo de rescate
Anticipación a 2012. El objetivo manifestado ayer por Merkel y Sarkozy es que el fondo de rescate permanente para la zona euro (European Stability Mechanism en su denominación en inglés) esté listo en 2012 y no en 2013 como se había planeado. Además las decisiones sobre este fondo se tomarían por mayoría cualificada, con el 85% de los votos a favor, y no por unanimidad como hasta ahora. Aun así, por su peso en la zona euro, Francia, Alemania e Italia tendrían capacidad para bloquear decisiones.
Ratificación
Riesgo político. El tándem Merkel-Sarkozy prevé que la reforma del tratado esté lista en el mes de marzo, cuando comenzaría el proceso de ratificación en los respectivos parlamentos de los países adheridos, si bien ese trámite -que sí se siguió en el Tratado de Lisboa- no se mencionó ayer expresamente. El momento promete coincidir con las elecciones presidenciales francesas, previstas para la próxima primavera, y puede complicarse después de la oposición mostrada por el grupo socialista galo a incluir el compromiso de equilibrio presupuestario en la Constitución. Los socialistas alemanes y españoles ya votaron a favor de la reforma, apuntó ayer Sarkozy.
Garantías
La excepción griega. El objetivo prioritario de la reforma del Tratado es devolver la plena confianza a la deuda soberana y Merkel y Sarkozy señalaron que la quita planteada para la deuda griega y el consiguiente coste para los bancos será un caso puntual, después de que con ello se abriera la caja de los truenos sobre la fiabilidad del conjunto de la zona euro.