Bonos nada patrióticos
Curioso. A los pequeños inversores locales que compran bonos del Estado con un interés del 4% o el 5% se les califica de "patriotas". Si los inversores institucionales o internacionales reclaman la misma rentabilidad se les desprecia como especuladores y usureros sin compasión.
El repentino patriotismo se debe, como ya habéis adivinado, a los tipos de interés, que casi se han doblado desde poco más del 2% al 4%. Por ese dinero, los particulares están dispuestos a aceptar vencimientos de hasta ocho años, lo que indica, de paso, que muchos belgas consideran que su país continuarán existiendo al menos hasta 2019. ;)
La misma tendencia se observa en otros países. Los bancos italianos renunciaron la semana pasada a sus comisiones por colocar deuda entre particulares para promover esas compras. En España, tanto la administración central como la autonómica (sobre todo, en Cataluña) apelan al ahorrador individual para financiarse. En Bélgica, para la emisión mencionada, hasta el primer ministro en funciones, Yves Leterme, hizo de "comercial" de la colocación al promover su venta durante un informativo de la televisión nacional.
En España, los bonos del Estado en manos de particulares (a vencimiento) cayeron desde 2001 a 2006. En 2008, primera año de la crisis se situaron en un mínimo (1.518 millones de euros) desde el comienzo de la Unión Monetaria. En septiembre de 2011, se elevaron a 3.439 millones de euros. Quizá haya más de un patriota entre esos tenedores. Pero el resto, sin duda, buscan lo mismo que cualquier inversor: rentabilidad y seguridad, al mejor precio. Capitalismo fieramente humano.
Vídeo: anuncio del Tesoro español con música de Carlos G. Berlanga: Lady Dilema