Ciclos como garantes del sistema eléctrico
Nos encontramos a las puertas del último trimestre del año; un periodo de cierre de objetivos y de balance de los hitos conseguidos durante el ejercicio. A esta intensa situación se le añaden otras circunstancias, como las próximas elecciones del mes de noviembre en el caso de nuestro país, elemento que inevitablemente influye en la actividad económica de una sociedad.
En este marco, la Asociación Española del Gas, Sedigas, quiere recordar la necesidad de que el Ministerio de Industria apruebe la Propuesta de Orden que regula el servicio de disponibilidad de potencia de los pagos por capacidad de las centrales de ciclo combinado, una tecnología básica que garantiza el suministro eléctrico de nuestro país.
Dicha propuesta está avalada por la Subcomisión para el Análisis de la Estrategia Energética en España que, en el seno del Parlamento español, analizó profundamente el camino a seguir en materia de energía para los próximos 25 años, contando con la aportación de todos los actores relevantes de la industria.
El pago que regula el servicio de disponibilidad de potencia responde a una compensación económica a los ciclos por estar disponibles en caso que se requiera su intervención para generar electricidad. Los ciclos combinados a gas se posicionan como fuente de respaldo de las energías renovables, quedando inevitablemente supeditados a la alta variabilidad y baja predictibilidad de estas energías.
Un caso muy claro de esta situación es la correlación existente entre los ciclos combinados y la energía eólica; cuando el viento deja de soplar, los aerogeneradores se detienen y es cuando los ciclos se ponen en marcha, y viceversa. La eólica es la principal fuente renovable en cuanto a generación de electricidad se refiere, con un 15,35% sobre el total en lo que llevamos de año, según los datos proporcionados por Red Eléctrica (REE).
Esta sincronización entre los ciclos combinados y la eólica se observa en momentos de picos de consumo. Tomando como base el primer semestre del año 2011, según datos de Enagás, se comprueba como el pasado día 27 de enero la máxima aportación por parte de los ciclos combinados -un 32% sobre la generación total- coincide con una de las mínimas aportaciones de la energía eólica (8%). Esta situación se repite a la inversa en el mes de mayo cuando, el día 15, coincidiendo con la máxima generación eólica -un 38% sobre la generación total-, los ciclos pasan a la reserva con un 7% del total de la generación de ese momento. En este último caso, los ciclos combinados se encuentran disponibles, ya que el sistema los necesitan, pero sin generar electricidad.
Esta situación está llevando a las instalaciones de ciclos combinados a extremos insostenibles. Se trata de una tecnología concebida para trabajar 5.000 horas al mes y sin embargo este mes de julio muestra una utilización media del 27%. El funcionamiento de los ciclos, actualmente, se basa en periodos largos de carga de muy baja utilización, a la vez que existen puntas de carga donde el sistema requiere casi la totalidad de las centrales.
Las centrales de ciclo combinado que existen se basan en las distintas planificaciones aprobadas por el Gobierno. De esta manera, el porcentaje más importante de inversiones de los últimos años en ciclos se desarrolló a partir del documento de Planificación del Sistema Eléctrico Español 2005-2011, aprobado en 2006. Este establecía un mínimo de potencia instalada de 26.000 MW (actualmente existen 25.220 MW, según el Ministerio de Industria) y un máximo de 30.000 MW.
Los documentos de planificación posteriores elaborados por el Ministerio de Industria han mantenido el requerimiento de potencia instalada, marcando para 2016 un escenario de entre 30.000 y 35.000 MW. Nos encontramos, por lo tanto, ante un parque de instalaciones nuevas, con una tecnología punta y que, en muchos casos, todavía está en periodo de amortización.
Además de la flexibilidad de arranque y parada de los ciclos, esta tecnología también se caracteriza por su alto rendimiento -superior al 54%-, y por utilizar menos agua y suelo. En relación con el medio ambiente, la generación de energía eléctrica a través de ciclos combinados se manifiesta en una reducción de emisiones de CO2 del 60% y otra de las emisiones de gases NOx de hasta el 70%.
El sector gasista, en una situación todavía de transición hacia cuál será el futuro energético de nuestro país, considera la necesidad de tomar el acuerdo que consolide la viabilidad económica de la tecnología de los ciclos combinados, con el fin de garantizar la estabilidad energética de nuestro país.
Antoni Peris. Presidente de la Asociación Española del Gas